LEIRE RUIZ DE ANGULO VÉRTIZ IMPULSORA DE KOMOREBI COWORKING SPACE DE IRUN
“Mi objetivo al montar este espacio no es vivir de ello, sino aprovechar el contacto con otros”
Leire Ruiz de Angulo, diseñadora gráfica hondarribiarra, se ha “lanzado a la piscina” montando en Irun Komorebi, un espacio de trabajo colaborativo.
XABIER SAGARZAZU - Martes, 21 de Octubre de 2014 - Actualizado a las 06:10h
Leire Ruiz de Angulo Vértiz , impulsora de Komorebi coworking space de Irun. (X. Sagarzazu)
IRUN - Cuenta Leire Ruiz de Angulo que es una persona “inquieta y siempre con ideas en la cabeza”. Hace algo más de un año, le hablaron del concepto del trabajo colaborativo ocoworking, y una idea fue tomando forma en su cabeza. Montar Komorebi Coworking Space, un lugar en el que se puede trabajar, con todos los gastos pagados, ”por horas, días, semanas o meses, según le convenga a cada cuál”.
¿Cómo y por qué le surgió la idea de montar un espacio de trabajo colaborativo?
-Desde que terminé mis estudios, he trabajado en casa, como profesional autónoma. Y echaba mucho de menos ese ambiente de trabajo y colaboración que se da por ejemplo dentro de un aula, con los compañeros de clase. Me faltaba tener cerca esas personas que en un momento dado miran con otros ojos lo que estás haciendo y te aportan claves o puntos de vista que hacen que tu trabajo acabe siendo mejor, o cuando menos diferente. Un familiar me habló del concepto del coworking, que surgió hace una década en San Francisco (Estados Unidos) y que es mucho más que compartir espacio en una oficina con otros profesionales, ahorrando así en gastos.
¿Qué es lo que ofrece Komorebi? ¿Por qué se decidió por ubicarlo en la avenida de Letxunborro de Irun? ¿No sería, a priori, más interesante ubicar un espacio de este tipo en un entorno más céntrico?
-Estar en una zona céntrica tiene sus ventajas e inconvenientes al mismo tiempo. Me decidí por este local de la avenida de Letxunborro y por Irun porque es una ciudad que está en un punto estratégico. Además, quien viene aquí dispone de espacio para aparcar de forma gratuita y el local me permite abarcar más metros cuadrados por el mismo o menos dinero. En Komorebi tenemos, concretamente, un despacho que se alquila por horas, una sala de 40 metros cuadrados apta para talleres, reuniones de grupo o presentaciones y un espacio de oficina con siete mesas, en el que los trabajadores pueden venir con su ordenador y sentarse a trabajar. Los precios van desde los 15 euros por hora, pasando por bonos de ocho, diez o doce horas de uso, hasta los 250 euros máximo al mes por usar un espacio las 24 horas. Todo ello, con Internet, luz, agua, proyector, calefacción, limpieza, IVA y todo otro gasto que se nos ocurra, ya incluido en el precio. Teniendo en cuenta que alquilar una oficina o local puede suponer mínimo unos 400 euros al mes, gastos aparte, es una buena oferta. Y lo mejor es que no hay compromiso de permanencia. Aquí se puede venir una hora, dos días, tres semanas, cuatro meses o un año. Y un día dices que te vas, por el motivo que sea, y no pasa nada.
¿Es el precio la única ventaja?
-En realidad, no es la única, aunque sea muy importante. Lo bueno de los espacios decoworking, la esencia de esta filosofía, es que aquí uno trabaja junto con más personas, lo que permite aprender unos de otros, colaborar en proyectos puntuales y enriquecerse personal y profesionalmente. Yo misma, sé que no voy a vivir de alquilar estos espacios. Soy una coworkermás, que espera poder hacer contactos aquí para tener mejores proyectos. Lo otro, dará para cubrir los gastos, no mucho más. Cuando trabajas en casa, te falta esa gente que te rodea aquí y te aporta muchas cosas, igual que tú les aportas a ellos en un momento dado. Como mínimo, la disciplina y el orden de una rutina de trabajo, que a veces en casa es difícil de conseguir y de compatibilizar con quienes allí nos rodean.
¿Y cómo están funcionando Komorebi Coworking Space?
-El proyecto está arrancando, y por ahora, tenemos bastantes trabajadores nómadas, que vienen aquí unas horas estando de visita por Irun, en vez de hacerlo en su hotel, por ejemplo, además de un servicio de domiciliación postal empresarial. También estoy tratando de impulsar la celebración de talleres, desde unas clases de ukelele hasta un grupo que va a dar clases de francés para hosteleros, pasando por un taller de cómic. Hasta vamos a hacer un cursillo de elaboración de sushi, que llevaremos a un restaurante de Hondarribia. Son ideas que he emprendido yo misma, pero la filosofía del coworking es que este tipo de iniciativas surjan de las propias personas que trabajan aquí, que comparten sus habilidades y conocimientos.
Su txoko guipuzcoano favorito. El puerto de Hondarribia. Tomarme una cerveza al sol y mirando al mar es para mí como la felicidad absoluta.
Un monte. Todos, aunque si tengo elegir uno, Aizkorri.
Un paisaje. Los de cualquier monte al que suba, desde la cima.
Una playa. Me gusta la de Hondarribia y también la de Hendaia, donde voy de vez en cuando a hacer algo de surf.
Una fiesta. Las de Hondarribia, porque son las que llevo en el corazón desde pequeña.
Gipuzkoando
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