El ayuntamiento se ajusta a un esquema que ha causado discordia
El reparto de personal asalariado no ha dejado satisfechos a todos los grupos
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
El primer pleno del mandato sirvió para aprobar el modelo de funcionamiento del consistorio para los próximos cuatro años. PSE y PNV hicieron valer la que será la mayoría de un gobierno en coalición que, aunque aún no está, se le espera en breve plazo.
El equipo de delegados con responsabilidades de gestión tendrá, de acuerdo con lo que aprobó el Pleno el jueves, un total de nueve miembros. Atendiendo a lo que unos y otros han ido apuntando estos últimos días, seis de ellos serán del Grupo Socialistas de Irun y tres de EAJ-PNV. Al alcalde le corresponderán 59.597,14 euros brutos anuales, al primer teniente de alcalde, 5.000 euros menos y a los concejales con dedicación exclusiva, 48.773,51. Una de las polémicas plenarias vino porque uno de estos últimos podría percibir un sueldo como el del primer teniente de alcalde en función de ciertas «atribuciones especiales» que la oposición advirtió que analizará profundamente para valorar si se justifica ese incremento salarial «que no se ha producido anteriormente en este ayuntamiento».
En la oposición, un concejal por grupo, en labores de portavoz, dispondrá de una remuneración de 36.580,13 euros. En el caso de los grupos en el Gobierno, los portavoces renuncian a ese estipendio. De esta manera, el ayuntamiento contará con 12 concejales liberados, con margen amplio sobre los 15 que permite la nueva Ley de Régimen Local para una ciudad del tamaño de Irun. También queda lejos el tope salarial, que fija en 65.000 euros el salario máximo percibible.
En cuanto a personal eventual, Alcaldía mantiene su gabinete de tres miembros y una secretaria. Los socialistas contarán también con un secretario de grupo. Sí se Puede Irun dispondrá de su secretario y de un asesor al 50%, una novedad, pues hasta ahora, los grupos no disponían de más de un cargo de este tipo. Sin embargo, las quejas de la oposición, incluido SPI, han derivado en que EAJ-PNV, pese a ser tercera fuerza con el mismo número de ediles que la segunda, en virtud de su previsible entrada en el gobierno, contará con secretario y técnico de comunicación, ambos a jornada completa y,además, este segundo, con una paga algo mayor. A Bildu, por sus tres ediles, se le asigna un secretario, y otro al PP que, por tener sólo dos representantes en el Pleno, ve mermado el salario de su secretario al 75%, otra de las amargas quejas de los grupos de la oposición, que entendían que los sacrificios se habían hecho para que el PNV tuviera «más puestos y más salario».
Las asignaciones generales a los grupos se han reducido hasta los 525 euros mensuales y la cuota del acta de concejal, al pago de 430 euros por cada edil que tenga cada grupo. Pese a las notables variaciones, con los asjustes en algunas de estas cuotas y la renuncia del alcalde a uno de sus dos escoltas, el coste de la Corporación se mantiene en los niveles del mandato anterior. «No le vamos a costar a la ciudad ni un euro más de lo que le costábamos», han propugnado desde el principio los socialistas.
El desarrollo de las negociaciones para llegar al planteamiento que finalmente refrendó la Corporación ha molestado y mucho a SPI, EH Bildu y PP. Después de que en casi dos meses socialistas y nacionalistas no se pusieran de acuerdo, ellos llegaron a acordar un reparto muy diferente con el PNV sumando una mayoría que obligó al PSE a ceder en sus pretensiones y redactar para el pleno un dictamen con ocho miembros en el gobierno, dos puestos eventuales para SPI y jeltzales, algo más de una jornada completa para la asesoría de Bildu y un secretario al 100% para el PP. Un giro de última hora llevó al PNV a enmendar esa propuesta junto al PSE y el resto de los grupos decidieron denunciar lo ocurrido levantándose de sus asientos para no participar en la votación.
Comisiones y empresas
En la misma sesión plenaria se aprobaron otra serie de cuestiones, todas ligadas a la organización del funcionamiento del consistorio, éstas ya con los cinco grupos municipales ocupando sus asientos en las diversas votaciones, aunque siempre sustentada la aprobación por Socialistas de Irun y PNV, con SPI, EH Bildu y PP alternando votos en contra y abstenciones, incluso un voto favorable en el caso de los populares a la hora de establecer las comisiones informativas de las áreas municipales y sus miembros.
En ellas «sí que se guarda proporcionalidad», reconocía SPI para reivindicar que el criterio no se hubiera mantenido en otros acuerdos. El Grupo Socialistas de Irun tendrá cuatro representantes en cada una de las comisiones; SPI y PNV, dos cada uno y EH Bildu y PP, uno cada uno.
Cosa diferente fue el reparto de puestos en los órganos colegiados: empresas, consorcios y otro tipo de organismos en los que el ayuntamiento tiene presencia. En la que quizá, por sus compentecias, es la más importante de todas, la Asamblea de la Mancomunidad de Servicios de Txingudi, no estarán Bildu y PP. Irun dispone de siete asientos junto a los cuatro de Hondarribia. Por aquello de evitar un funcionamiento guiado por intereses localistas, sus estatutos requiere mayorías cualificadas de ocho votos. Para «garantizar la estabilidad», el alcalde defendió ese planteamiento que otorga cuatro plazas a su grupo, dos a PNV (tercera fuerza) y uno SPI (segunda fuerza). Ni la propuesta de incluirlos en los gobiernos tanto de Servicios de Txingudi como de Zaisa que les adelantó Santano calmó sus ánimos encendidos porque aquí «no es que no haya proporcionalidad, es que no se respeta lo expresado en las urnas. Es un despropósito total que no se justifica por garantizar la mayoría de ocho, porque PSE y PNV, teniendo en cuenta a Hondarribia, sumaréis nueve», decían los de Sí se Puede, que lamentaban también la ausencia de abertzales y populares.
En el resto de organismos en los que ha sido posible (Ficoba, Bidasoa activa, consejos de administración de Irunvi y de Blaia...) sí se amplió la representación a todos los grupos. En los que el ayuntamiento tiene sus plazas plazas limitadas a tres (Consorcio Transfronterizo y Zaisa), los puestos se repartieron entre los grupos con mayor representeación: el socialista, el jeltzale y el de Sí se Puede Irun.
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