La carpa del Día del Libro superó las expectativas
Muchos irundarras se acercaron a la feria, reubicada este año en los jardines de Luis Mariano, para celebrar la señalada jornada junto a las librerías de la ciudad
Una cadena potente y vasca como Elkar, una tienda de autor como Brontë Liburu-denda, una librería especializada en cómic como Tinta. La verdad es que Irun tiene muchísima suerte de poder combinar estos tres ingredientes en lo que acaba resultando un lujo de feria para el Día del Libro en una ciudad de 63.000 habitantes. Ayer, en la carpa trasladada a los jardines de Luis Mariano -la regulación electoral impedía que se colocara en el Ensanche como habitualmente-, los irundarras demostraron con su presencia ser merecedores de esa oferta literaria.
«La verdad es que venía con las expectativas bajas», confesaba Miren Itxaso Martín, propietaria de Tinta Cómics. El motivo no era el cambio de ubicación de la feria, sino la cuestión del calendario. «Un martes, después del Lunes de Pascua, mucha gente que ya ha gastado porque se ha ido fuera, otros que aún no han vuelto...». Sin embargo, al contrario que en otras ocasiones «en las que me ha solido costar arrancar, hoy (por ayer) antes de la apertura oficial de la feria ya había hecho mi primera venta. Eso me ha hecho muchísima ilusión».
Efectivamente, aunque las lonas de la carpa se abrían a las 11.00 horas, «ya antes había tanta gente queriendo entrar a mirar que hemos empezado con unos minutos de adelanto», confirmaba la librera Ylenia Benito, dueña de Brontë Liburu-denda. «En Irun, la gente tiene como tradición celebrar el Día del Libro viniendo a esta carpa y eso es una satisfacción», aseguraba. Ella también tenía dudas de cómo podían salir las cosas en las circunstancias de este año. «He estado en una noria emocional, temiéndome lo peor y, al momento, pensando que todo iría bien. Creyendo que no vendría nadie porque todo el mundo está fuera, de vacaciones, y luego segura de que, precisamente porque hay gente que está de vacaciones, vendrían un montón. Cuando hemos abierto y he visto toda la gente que había esperando me he emocionado».
Desde esa apertura hasta la hora de comer «ha sido un continuo de gente», afirmaba Ylenia Benito. «Ha estado muy animado», coincidía Eva desde detrás del mostrador de Elkar. «La lluvia por la tarde lo ha puesto más complicado, pero seguro que a última hora se vuelve a animar», decía optimista. Destacó de la jornada la presencia de la escritora local Noelia Lorenzo en su stand. «Ha estado firmando libros hasta las dos. Ha firmado ejemplares de sus novelas y de su cuento, algunos comprados al momento y otros que la gente traía de casa. Noelia siempre mueve gente», comentaba.
Apuestas propias y diferentes
En una jornada como la de ayer en la que todos los niños están de vacaciones, pero no así todos sus padres, no es raro que tanto Elkar como Tinta destacaran que lo más vendido habían sido «lo infantil y juvenil». «Ha habido muchos abuelos con nietos», valoraba Martín.
Ella optó por variar su apuesta para este año, «centrarme menos en vender y más en promocionar. A la venta he puesto libros y cómics, pero he querido aprovechar la oportunidad de promocionar actividades que hacemos en la tienda y también el taller de juegos de mesa que hacemos con la AVV Alde Zaharra San Juan el tercer domingo de cada mes». Sus clientes, además del preceptivo descuento en cada ejemplar, se llevaban ayer de regalo una lámina con una ilustración de la dibujante de cómics irunesa Mai Egurza, «por cortesía y súper amabilidad de la propia autora», reconocía Martín.
Desde Elkar, lo que más llevaron a la carpa fueron best-sellers. «Otro tipo de lecturas las tenemos en la tienda, pero éste es un día de compras un poco compulsivas y de coger libros para regalar. La gente tiende a aquellos libros y autores que le suenan, de los que ha oído hablar en los medios», indicaba Eva.
En Brontë, por su parte, la apuesta fue completamente distinta. El espacio central de su stand era una mesa en la que se leía 'Los preferidos de la librera. Nire kuttunak'. «Los libros que se publicitan mucho encuentran fácil a sus lectores. Yo he querido dar importancia a libros que la única forma que tienen de llegar a su lector es por que los recete un librero». Todo lo que había en la mesa «lo he leído y lo he disfrutado», aseguraba Ylenia Benito. «Hay histórica, intimista, cosas más políticas, autores diferentes, poesía, literatura en euskera, clásicos, novela ilustrada...». Advertía que «esas fajas que llevan algunos libros siempre te dicen que es el libro del año y que te enganchará. Pero cada lector es un mundo y la mejor recomendación es la que te hace otro lector. Y un librero es un lector». Vendió mucho de esa mesa. Doble satisfacción.
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