Los pensionistas mantendrán las protestas hasta que logren el blindaje de las prestaciones
Están a la expectativa de las propuestas del nuevo Gobierno «porque en 2020 volvemos a la casilla de salida»
Lunes luminoso y primaveral y con mayor afluencia en algunas de las concentraciones que realizan todos los lunes los pensionistasguipuzcoanos, como en el caso de Irun. No ha sido un lunes cualquiera, sino el de la resaca electoral de una de las jornadas más inciertas, y «los resultados alegraron la cara a más de uno», reconocían, pese a que la mayoría de los movimientos son apolíticos y a que no hay nada garantizado, ni siquiera por parte de un posible gobierno socialista.
Y es que una cosa son los programas, donde los movimientos de pensionistas se muestran relativamente satisfechos porque han entrado en las agendas de los partidos, y otra las propuestas concretas que se lleven alParlamento. Por lo tanto, todos coinciden en que están a la expectativa y con la moral alta, «porque todavía no hay nada garantizado». Así, recuerdan que la revalorización de las prestaciones en función del IPC fue un acuerdo alcanzado para 2018 y 2019, «pero que se para ahí, sin que haya ninguna garantía a partir de 2020». Ocurre lo mismo con la aplición del factor de sostenibilidad, que se retrasó a 2023, señalan.
«El próximo año volvemos a la casilla de salida», comenta Fernando Arozena, uno de los portavoces de los plataforma de pensionistas de Txingudi, quien comenta que no queda otra que seguir reivindicando y saliendo a la calle para defender el futuro de las pensiones. En este sentido, al igual que el resto de plataformas hace un llamamiento a participar en la próxima manifestación, convocada para el 11 de mayo, coincidiendo de nuevo con el arranque de la campaña des las forales y municipales.
«Es muy importante que gobierne quien gobierne las pensiones se defienden», remarca Maritxu Serrano, portavoz de Duintasuna. Aunque en este caso destaca que «el que no haya salido la derecha reaccionaria es una conquista, sobre todo en Euskadi, donde no han logrado ningún escaño». Serrano insiste también en la necesidad de que los programas se traduzcan en hechos.
«No nos retiraremos»
En la concentración de Donostia recalcaron que seguirán en las calles. «No nos retiraremos, no plegaremos las pancartas, porque todas nuestras reivindicaciones siguen en el aire». Al respecto, recuerda que reclaman que «las viudas cobren el 100% de la base reguladora, que la pensión mínima sea de 1.080 euros y el salario mínimo de 1.200, porque de eso depende que haya pensiones dignas». Serrano subraya que el movimiento de pensionistas y el feminista han contribuido a «crear conciencia social, con lo que algo hemos tenido que ver con los resultados electorales».
El presidente de Agijupens, Joxe Agustín Arrieta, también se alegró de que «las líneas conservadoras hayan quedado marginadas, frenadas y que la política de la justicia social vaya avanzando». Pide a los partidos que primen sus reivindicaciones y que «de las promesas se pase a los hechos, de forma que se llegue a un consenso mínimo y que el tema de las pensiones tenga un blindaje constitucional para siempre».
Arrieta señala que percibe esta jornada postelectoral «como un tiempo de esperanza» con la vista puesta en los siguientes comicios, y solicitan a los partidos de centro-izquierda que actúen con eficacia y sensatez incidiendo de forma especial en aspectos sociales, blindando las pensiones por ley, equiparándolas siempre al IPC, incluyendo una subida del SMI y el incremento de la Inspección de Trabajo contra los contratos fraudulentos.
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