Olaberria guarda el único dolmen de Irun
Descubrimiento. El irundarra Iñigo Txintxurreta, miembro del grupo Hilharriak, ha hallado restos de un monumento megalítico durante sus paseos confinados por el municipio
Cada sábado, el grupo Hilharriak recorre algún monte de Euskal Herria en busca de megalitos. Con cada objetivo localizado, registrado según sus coordenadas y fotografiado, se envía luego un informe a los arqueólogos e instituciones competentes para el estudio y protección del elemento. Desde su fundación, en 1998, Hilharriak cuenta en su haber con una larga lista de localizaciones y fichas de megalitos y estructuras protohistóricas.
Tras decretarse el estado de alarma, este grupo, formado por guipuzcoanos de distintas localidades, tuvo que suspender las salidas, que cada uno de sus componentes ha podido retomar en su respectivo municipio con el inicio de la desescalada.
Este ha sido el caso de Iñigo Txintxurreta. «He tenido que centrar mis paseos en el municipio de Irun y dentro de los horarios permitidos. Eso ha motivado la prospección de zonas que antes no se habian visitado», dice.
Fue el pasado día 8 cuando Txintxurreta localizó «una estructura tipo dolmen no catalogada, en el barrio de Olaberria y más concretamente al norte de la cumbre de Burkalleku, en un terreno de propiedad privada. Sería el primer dolmen encontrado hasta la fecha en el término municipal de Irun. Este descubrimiento ya ha sido comunicado a las instituciones y entidades que trabajan en el estudio y protección de estos monumentos, la Diputación y la Sociedad de Ciencias Aranzadi», añade.
Informe y confirmación
El monumento hallado en Burkalleku presenta, según explica Iñigo Txintxurreta, «un túmulo de 14 metros de diámetro que levanta 1,20 metros de altura. Aunque el centro del túmulo aparece muy revuelto, se aprecian 4 losas bien clavadas pertenecientes a la posible cámara dolménica, la cual tendría orientación Este. Tambien se aprecia claramente un peristalito (corona de piedras) alrededor del túmulo, formado por 25 testigos. Todos los materiales son areniscas. En el centro del monumento, hay una trepa de cazadores y varios pinos crecen encima del túmulo».
Las características del dolmen de Burkalleku confirman, según señala Iñigo Txintxurreta, «su tipología dolménica, englobándolo dentro de los monumentos construidos durante el Neolítico-Bronce (5000 BP). De todas formas, la excavación arqueológica es la única que puede dar luz sobre el estado del monumento y su antiguedad», advierte.
El hecho de que, una vez confirmado, sea el primer dolmen descubierto en Irun es debido «al fuerte deterioro que han sufrido las zonas montañosas del municipio durante la epoca de la minería y tambien durante la guerra civil, periodos en los que seguramente se destruyeron monumentos similares», explica Txintxurreta. «También el estado de los montes impide la prospección de lugares con abundante maleza y seriamente alterados por la explotación forestal. De todas formas, es posible que existan más monumentos de este tipo todavía sin destruir. Lo que sí se constata es que la construcción de estos monumentos se extendía regularmente por todo el territorio, sin que existieran zonas vacias. Poco a poco se van completando esas zonas para dar una imagen global de la extensión de estas prácticas funerarias».
Ahora es el turno de arqueólogos e instituciones para estudiar «este monumento milagrosamente conservado hasta hoy», concluye su descubridor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario