La cerveza del Bidasoa
Son tres amigos. Dos irundarras, Carlos Arrecubieta e Iñigo Pérez Muguruza, y un bilbaíno, Goyo Villalabeitia, que se han lanzado a crear Bidassoa Basque Brewery, una fábrica de cerveza artesanal que ya trabaja con tres variedades y que está teniendo “una muy buena acogida” entre los aficionados .
REPORTAJE Y FOTOGRAFÍA DE XABIER SAGARZAZU - Miércoles, 15 de Octubre de 2014 - Actualizado a las 06:11h
Carlos Arrecubieta, Iñigo Pérez y Goyo Villalabeitia, en las instalaciones de Bidassoa Basque Brewery.
En los bajos de un edificio industrial de la calle Auzolan de Irun, estos días, el trabajo se les acumula a Carlos Arrecubieta, irunés de 45 años, a Iñigo Pérez Muguruza, de 46 años y también irundarra, y a Goyo Villalabeitia, bilbaíno de 38 años. Los tres son amigos y amantes de la cerveza. Y se han lanzado a montar Bidassoa Basque Brewery, la primera fábrica de cerveza artesanal de la comarca.
Los tres hablan con ilusión y entusiasmo de un proyecto que les ha supuesto “una importante inversión económica” pero que esperan que les reporte muchas satisfacciones, porque van a hacer algo que realmente les gusta. Todo surge, cuentan, de la afición de Carlos Arrecubieta, doctor en microbiología, por hacer su propia cerveza en casa.
“Estuve varios años trabajando en Nueva York, primero en la Universidad de Columbia y luego en una empresa de biotecnología. Solía hacer mi cerveza casera y se me ocurrió indagar sobre cómo sería escalar a una producción grande algunas de las recetas que yo mismo elaboraba en casa”, cuenta Arrecubieta.
Fue entonces cuando se ofreció “a colaborar con una fábrica de cerveza artesanal que conocía. Yo, como microbiólogo, les asesoraba sobre cómo mejorar el manejo de las levaduras a la hora de elaborar su cerveza, y ellos me enseñaron cómo era todo el proceso de elaborar esta bebida a una escala mayor”, explica este irunés, al que sus dos compañeros de aventura empresarial definen como “el maestro cervecero, el que sabe de verdad sobre todo esto”.
Los primeros pasos
Carlos Arrecubieta les habló hace tiempo a sus dos amigos, Iñigo Pérez Muguruza, que ha trabajado en el mundo industrial como técnico, y Goyo Villalabeitia, que trabajaba en una entidad del mundo de las finanzas en Londres, de la idea de montar una fábrica de cerveza artesanal.
Los tres señalan que vieron que podían hacer un buen equipo y complementar sus conocimientos y experiencias profesionales. “Los procesos químicos y recetas para elaborar la cerveza de Carlos, los conocimientos técnicos sobre maquinaria de Iñigo y las habilidades para las ventas y la comercialización de Goyo”, señalan los tres emprendedores.
Así, empezaron las gestiones y contactos en la distancia para montar lo que hoy es Bidassoa Basque Brewery y preparar la vuelta a casa, a Irun. “Después de año y medio, a principios de este año, empezamos a buscar la maquinaria entre fabricantes estadounidenses, alemanes, canadienses y de algún otro país, hasta que nos decantamos por un proveedor de Italia, un país que también esta muy avanzado en la cultura de la cerveza artesanal, aunque detrás de los grandes, que son Alemania, Bélgica, Reino Unido y los Estados Unidos”, relata Goyo Villalabeitia.
El siguiente paso fue la búsqueda de un local, un pabellón donde establecer su fábrica de cerveza artesanal. “La elección de Irun no es casual, porque aquí hay bastante espacio industrial y además, como empresa, nos interesa su carácter de punto de encuentro transfronterizo, ya que nuestra idea es empezar a implantarnos en la comarca del Bidasoa para luego dar el salto a Gipuzkoa, el resto de Euskal Herria (incluidas Iparralde y Navarra) y de ahí, al resto del Estado”, explica Goyo Villalabeitia.
Una vez tenían la maquinaria y el local, el pabellón ubicado en el número dos de la calle Auzolan, empezó todo el proceso de montaje y de inspecciones de todo tipo. “Por aquí han pasado el Ayuntamiento, para la licencia de actividad; Sanidad del Gobierno Vasco, para el tema del registro sanitario; y también la Hacienda Foral, para todo lo relacionado con los impuestos”, explican Carlos Arrecubieta, Iñigo Pérez Muguruza y Goyo Villalabeitia.
“Son inspecciones rigurosas, especialmente la de Sanidad, como es lógico, pero la verdad es que nos han dado facilidades, en especial el Ayuntamiento y la agencia de desarrollo económico Bidasoa Activa, que nos ha servido de gran apoyo a la hora de montar todo esto”, señala Goyo Villalabeitia.
También para otros
Por ahora, Bidassoa Basque Brewery ya tiene en producción y distribución tres variedades de cerveza, a las que han llamado Kasper, Mugalari y Boise. Pero el plan es “poder hacer más en el futuro, ya que se pueden idear muchas recetas, jugando en la cocina con los distintos ingredientes, buscando matices y estilos propios. Una fábrica artesanal permite incluso lanzar cervezas de temporada. Hemos lanzado por ahora tres y estamos haciendo pruebas a pequeña escala con más variedades. Aunque no es fácil dar con la receta adecuada y lleva mucho trabajo”, explica Carlos Arrecubieta.
Bidassoa Basque Brewery tiene capacidad de producir sus cervezas en lotes de 1.000 y 2.000 litros y cuentan con instalaciones de fermentación para hasta 10.000 litros, lo que les convierte “en una de las cinco o seis fábricas artesanales de mayor capacidad de producción en todo el Estado”, explica Iñigo Pérez Muguruza.
Una capacidad que van a aprovechar no solo para las cervezas propias sino “para producir la cerveza de otras marcas artesanas. Hay gente que elabora sus recetas pero no tiene las instalaciones de producción y se la encarga a otros. Ahí vamos a tener otra fuente de ingresos para amortizar y rentabilizar la inversión que hemos hecho en maquinaria e instalaciones”, cuenta Goyo Villalabeitia.
Además, Bidassoa Basque Brewery también quiere asociar sus creaciones “a producciones limitadas y con receta exclusiva para bares o restaurantes que quieran tener su propia cerveza” y consideran que es una apuesta adecuada “dentro de un entorno, como el nuestro, en el que hay una alta calidad en la gastronomía”.
Por ahora, estos tres emprendedores están “muy contentos y sorprendidos” por la buena acogida que han tenido sus cervezas. Están yendo a “ferias de cerveza del entorno, como las de Gasteiz, Egia, Gorliz o Azkoitia” y han empezado a distribuirlas en cervecerías y tiendas especializadas de Irun, Donostia, Bizkaia, Araba, Navarra “y también a Madrid y Barcelona, que son mercados grandes y además, el centro de actividades de revistas, blogueros y webs especializadas, que son claves para dar a conocer Bidassoa Basque Brewery”, explica Goyo Villalabeitia.
DE MENOS A MÁS
Kasper. “Es una cerveza rubia y ligera, de estilo Kölsch alemán, pero con un par de lúpulos americanos que la distinguen en carácter. Tiene 4,5 grados de alcohol”. explica Arrecubieta.
Mugalari. La por ahora segunda creación de Bidassoa Basque Brewery es “una cerveza de estilo pale ale inglés, más tostada, algo más amarga y con mayor graduación (5,5 grados)”, detalla Carlos Arrecubieta.
Boise. Toma el nombre de la capital del estado de Idaho, tan ligado a la presencia vasca en los Estados Unidos, y es “una cerveza de tipoAmerican India pale ale, más amarga y con más lúpulos, en este caso, americanos. Tiene 6,5 grados de alcohol”, explica el maestro cervecero de Bidassoa Basque Brewery.
LA CIFRA
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Son los productores de cerveza artesanal cuyas creaciones se podrán degustar este sábado, de 12.00 horas a 2.00 horas, en la feria Artekaña, que tendrá lugar por primera vez en el recinto ferial de Ficoba, en Irun. Allí estarán, entre otros, además de la irundarra Bidassoa Basque Brewery, las donostiarras Gar&Gar y Gross, la errenteriarra Olañeta, la Zarautz Beer Company o la arrasatearra Zerb.
PROGRAMA
Mucho más que cerveza. Además de probar todo tipo de cervezas, en Artekaña habrá microcursillos de elaboración casera de esta bebida, catas, oportunidad de maridar cervezas con distintos alimentos, actuaciones musicales y una feria del disco de vinilo.
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