Las termas de Oiasso disfrutan ya de su nueva cubierta de protección
El museo tendrá que seguir esperando la obra que las haga visitables, pero, mientras tanto, esta actuación garantizará la buena conservación de los restos arqueológicos
- M.A.I.
- IRUN
Los trabajos para garantizar la conservación de los restos arqueológicos de las termas del Museo Romano Oiasso han concluido. La estructura y la cubierta que han sustituido a las anteriores mejoran las condiciones y facilitan las labores de mantenimiento en este yacimiento del Siglo I que se encuentra en el solar trasero del edificio y fue descubierto en 1996.
Tal y como explicó la delegada de Obras, Cristina Laborda, «existe un proyecto más importante para adecuar este espacio e incorporarlo al propio museo. Pero dado que requiere una importante inversión, hasta que se esté en condiciones de llevarlo a cabo, hemos querido realizar esta primera actuación para preservar las termas en las mejores condiciones posibles». Quiso resaltar que en ese punto «descansan restos históricos muy importantes del pasado de nuestra ciudad y queremos evitar que el paso del tiempo pueda perjudicarlos».
Con ese objetivo se contrató el pasado mes de octubre a Artapena Eraikuntza Birgaikuntza para proceder a la renovación de la cubierta protectora existente con una inversión de 75.000 euros. El trabajo realizado ha consistido en desmontar la actual construcción de cubrimiento compuesta por madera y chapa. Se ha colocado en su lugar una nueva estructura con perfiles de acero y pilares de ese mismo material apoyados en zapatas. Para proceder a su construcción se decidió contar con una asistencia técnica de carácter arqueológico para garantizar que no se dañaran los restos.
Patrimonio histórico
Por la misma razón, todo el montaje de la nueva instalación se ha llevado a cabo a mano. El resultado ha sido un sistema de cubrimiento similar al que existía, con un cierre lateral hacia la calle Sarasate. Desde el área de Obras consideran que la nueva cubierta «garantiza el buen mantenimiento de los restos» y al dotar a la cubrimiento de una altura mínima de 1,30 metros, «permitirá labores de mantenimiento puntual de los restos». Otra de las aportaciones que conllevaban los trabajos realizados ha consistido en mejorar la recogida de aguas en el entorno de las termas.
La delegada de Cultura, Belén Sierra, añadió que «los restos de estas termas son prueba del asentamiento romano de Oiasso y uno de los puntos más importantes cuando hablamos del patrimonio cultural e histórico de nuestra ciudad. Además de cuidarlo como es debido, desde el Museo siempre se trata de darlo a conocer, bien a las personas que nos visitan como a los propios iruneses» entre los que destacó a los «más jóvenes» para quien se puso en marcha «el taller del arqueólogo que se organiza cada verano».
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