Edward Rosset dedica al almirante Oquendo su nueva novela histórica
El escritor ha terminado también esta misma semana un libro sobre la aventura de los balleneros vascos
- MARÍA JOSÉ ATIENZA
- IRUN
El escritor anglo-irunés y fundador de la academia Stanley Edwar Rosset acaba de publicar un nuevo libro que hace «el número veinte de los que tengo en papel», dice. La fascinación de este prolífico autor por los hombres del mar, ya sea por sus conquistas o por sus batallas, le ha llevado, en esta ocasión, a fijarse en la figura de Antonio de Oquendo y Zandategui (San Sebastián 1577-La Coruña 1640).
'Oquendo. Nunca rindió su insignia' es el título de la nueva novela histórica firmada por Rosset, editada por Mundo Conocido y que completa una trilogía con sus anteriores obras 'El negrero inglés', sobre el corsario y comerciante de esclavos John Hawkins y 'La Contraarmada', con sir Francis Drake como protagonista.
El nuevo libro recorre, sobre todo aunque no exclusivamente, la vida profesional de Antonio de Oquendo, bravo marino y militar al servicio de la corona española, almirante general de la Armada del Mar Océano y participante en más de cien batallas navales.
Oquendo niño
La nueva novela histórica comienza con un Oquendo niño. «Antonio tiene apenas once años, cuando junto a sus hermanos y hermanas es llevado a ver a su padre, el almirante Miguel de Oquendo, moribundo después de la batalla de la Armada Invencible, en el Canal de la Mancha», explica Rosset. «Miguel de Oquendo llama a sus hijos para que el capitán Helgueras, su ayudante personal durante muchos años, les cuente toda la verdad, lo bueno y lo malo, sobre lo que pasó en esa batalla. En ese momento, Antonio decide seguir los pasos de su padre».
A los 16 años, el joven Oquendo ya está enrolado en la marina y apenas tiene 20 «cuando el almirante Fajardo le nombra capitán de una flotilla de dos barcos para cuidar la costa del cabo San Vicente». Sus primeras victorias frente al corsario inglés hacen que el rey Felipe III le llame a la corte para conocerle.
En 1607 Antonio de Oquendo es nombrado gobernador de la escuadra de Vizcaya para hacer frente a los ataques de los barcos holandeses y poco después es puesta a sus órdenes la escuadra del Cantábrico.
En 1626 fue nombrado almirante general de la Armada del Océano. «un cargo que conlleva no sólo la necesidad de un profundo conocimiento, sino también de una enorme capacidad de admnistrar y controlar un millón de cosas. La responsabilidad es enorme», señala Rosset.
Además de algunas de las grandes batallas en las que participó Antonio de Oquendo, el escritor relata en su libro aspectos de la vida personal del marino, como su boda con María de Lazcano, en 1613, en la iglesia de Santa María, a los pies del monte Urgull o «la compra de un palacete en la calle Embeltran, de San Sebastián, desde donde la familia se trasladaría después a otro palacete en la calle San Telmo».
También reproduce Edward Rosset en su novela textos reales de la época, como el testamento del almirante, firmado en 1939, en Cádiz o cartas que le envió el rey Felipe IV, como una en la que le dice: «Porque anduvisteis acertado en todo lo que hicisteis, os encargo que antes de salir de Guipúzcoa hagáis leva de marinos, pues los de esa provincia son los mejores».
Una vez publicado 'Oquendo. Nunca rindió su insignia', Edward Rosset seguirá trabajando en otros proyectos. «Hace cuatro días he terminado un libro sobre los balleneros vascos, que todavía está sin editar y en este momento estoy trabajando en la historia de un sindicalista que fue represaliado durante el franquismo».
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