Nuevos hallazgos sugieren que hubo ocupación desde hace 40.000 años
- I.M. | IRUN.
La conferencia de Mertxe Urteaga sirvió para informar de un nuevo paso en el conocimiento de la prehistoria de Irun, entendiéndolo, en este caso, en un sentido más amplio, puesto que las diferencias geográficas actuales carecen de sentido al retroceder 40.000 años. Enfocando aquella época, conviene más referirse a la zona entre Gaitxurizketa y el estuario del Bidasoa, un espacio cuyo paisaje de entonces costaría reconocer con los ojos del bidasotarra actual.
El caso es que el pasado mes de diciembre, un proyecto arqueológico de Arkeolan dirigido por Pía Alkain dio a conocer los resultados de una investigación realizada en la parte baja de la finca Zubieta durante 2014 y 2015. Según explicó Urteaga, las estribaciones del sur de Jaizkibel, entre Gaintxurizketa e Higuer, son «un filón de restos de sílex», un tipo de piedra que, por sus características, en el paleolítico se trabajaba para confeccionar herramientas, fundamentalmente de corte.
Durante la construcción en la variante norte de Irun de la rotonda de acceso al hospital, apareció un núcleo de sílex y la investigación realizada por el equipo de Alkain a partir de ahí ha servido, «junto con otros datos recogidos en Jaizkibel», para remontar hasta hace 40.000 años a la hora de hablar de ocupación en esta zona. Según indicó Urteaga, eso supone que hablemos de ancestros neanderthales. También señaló que algunos de los sílex hallados «son de la zona de Urbasa, de la costa francesa, del actual Treviño... Alguien los tuvo que traer».
Sílex y cerámica romana
Ni de esa época ni de otras posteriores se han encontrado restos de sílex en lo que hoy es término municipal de Irun, «pero es cuestión de tiempo», aseguraba la directora de Oiasso. Tampoco es un dato clave, pues uno de los yacimientos más interesantes apenas dista unos metros de la irundarra calle Pagogaina. Está también en la finca Zubieta, pero no en el lado que se ve desde la variante nada más pasar la rotonda, sino en su zona sur, mirando a los bloques más antiguos de Puiana.
Fue también Arkeolan la que hace un lustro realizó allí unas catas con satisfactorios resultados: mineral de hierro, restos de sílex y piezas cerámicas fechadas en el 3.000 A.C.. Estos hallazgos se vuelven aún más interesantes sumados al que en 2007 dio pie a la posterior excavación: en los campos de la finca, en capas superficiales removidas por maquinaria agrícola, aparecieron fragmentos de cerámicas romanas.
Y aunque es cierto que ni una sola 'piedra' paleolítica ha aflorado en Irun, sí hay algún resto de unos milenios antes de Cristo. Se trata de una cuchara de madera de unos treinta centímetros «que encontramos durante una excavación que, aunque en no muy buenas condiciones, pudimos hacer en 1999 en lo que ahora es la rotonda de la plaza Wollmer, en Palmera-Montero». Urteaga apuntó que el diferente nivel del mar de la época seguramente hacía de aquella zona una «paleoplaya, un lugar privilegiado a la orilla del estuario con acceso tanto a la caza como a la pesca».
No hay comentarios:
Publicar un comentario