Un recorrido por grandes yacimientos arqueológicos a través de 100 fotografías
Documentación y calidad artística se fusionan en las imágenes de José Latova, que podrán verse en el Museo Oiasso hasta el 22 de julio
El Museo Romano Oiasso acoge, desde ayer y hasta el 22 de julio, la exposición 'Cuarenta años de fotografía arqueológica española', una muestra que reúne más de cien imágenes tomadas por el fotógrafo José Latova, desde el año 1975 hasta la actualidad, en 86 yacimientos.
La exposición es fruto de la colaboración entre Oiasso y el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid. La delegada de Cultura del Ayuntamiento de Irun, Juncal Eizaguirre, la directora gerente de Oiasso, Cristina Aguirre, el jefe de área de Difusión y Comunicación del museo madrileño, Luis Palop y el secretario de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Juantxo Aguirre, ofrecieron, el viernes pasado, los detalles de esta muestra.
«Cuando hablamos de una exposición sobre arqueología, nos podemos imaginar una colección de objetos o piezas de valor que ayudan a comprender la historia y el pasado de un lugar. Pero con esta muestra vemos que también podemos adentrarnos en el mundo arqueológico a través de una cámara y puede resultar igual de interesante», señaló Juncal Eizaguirre, quien destacó la colaboración de Oiasso con otros museos, como el Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, ubicado en Alcalá de Henares, «que nos permite traer a Irun colecciones de alto nivel».
Luis Palop alabó el trabajo de José Latova, «que es una institución en el mundo arqueológico», dijo. «Es una persona con una calidad humana excepcional y una figura grande en el mundo de la arqueología. Lleva 44 años haciendo fotografía arqueológica y trabaja con mentalidad de arqueólogo».
La arqueología es una disciplina «que tiene un componente destructivo», añadió Palop. «Cuando se excava un yacimiento, inevitablemente se destruye al mismo tiempo que se van sacando las piezas. Lo más valioso, no es tanto el objeto en sí, sino la información que nos proporciona y esa información está contenida en el contexto que es el que se destruye. Por tanto, la labor de documentar el proceso y lo que rodea a la pieza es fundamental. Es pura ciencia. Latova tiene esa mentalidad de documentalista, aparte de una evidente sensibilidad estética».
Con su cámara, José Latova ha fotografiado todos los periodos históricos por toda la geografía española y ha ayudado a imaginar cómo fueron nuestros antepasados, sus casas, fortificaciones, tumbas, rituales y ceremonias. Además, muchas de las instantáneas expuestas dan sobrada cuenta de la calidad artística del fotógrafo.
Entre las fotografías de José Latova, hay varias de los cuencos de Axtroki. Las piezas originales están en el Museo Arqueológico Nacional «y no salen de allí, pero la Sociedad de Ciencias Aranzadi tiene unas magníficas réplicas. Se las pedimos y nos han cedido para esta exposición», explicó Cristina Aguirre, quien agradeció la colaboración tanto del museo madrileño como de Aranzadi. «Con ellos ha sido todo muy fácil», aseguró la directora de Oiasso.
Un hallazgo mágico
Según explicó Juantxo Agirre, los cuencos de Axtroki, fueron encontrados de manera casual, «en uno de esos hallazgos mágicos y maravillosos. Los encontraron unos caseros en una parcela agrícola del municipio de Eskoriatza, en 1972. Estaban aplastados y se reconstruyeron y restauraron». Se trata de dos recipientes cilíndricos, realizados en oro batido, con decoración de círculos y eses lineales repujadas. La datación los sitúa entre los siglos XII a IX a.C. Las réplicas son exactas y están realizadas también en oro.
Piezas y fotografías pueden verse en el Museo Oiasso, de martes a sábados, de 10.00 a 20.00 y los domingos y festivos, de 10.00 a 14.00.
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