En la variedad se encuentra el gusto
Vecinos de veinte nacionalidades prepararon arroz en la plaza de San Juan, cada cual a su estilo 'Arroces del Mundo' es una iniciativa de SOS Racismo para acercar a través de la gastronomía a vecinos con distintos orígenes culturales
Marlin Castillo es de Nicaragua, pero lleva casi 10 años viviendo en Irun,«en la plaza de San Juan, en el corazón de la ciudad». Decía ella que ayer estaba «como en casa», mientras preparaba su propuesta gastronómica para la iniciativa 'Arroces del Mundo' organizada por SOS Racismo en esa misma plaza.
«Estoy haciendo gallopinto, plato tradicional emblemático de la cocina nicaragüense.Es una mezcla de arroz con frijoles rojos (de la familia de la alubia, pero más pequeños), sin carne ni pescado. Es una comida de pobres y ricos por igual, un plato nacional», aseguraba Marlin. Con la ayuda de su sobrino preparó «unas 50 raciones». A los dos les gusta mucho ese plato, pero ayer la oferta era enormemente variada, con prácticamente una veintena de propuestas diferentes, cada una originaria de un país, casi todas elaboradas por irundarras y las que no, por vecinos de municipios cercanos como Errenteria o Lezo. «De lo que he visto», explicaba Marlin, «me ha llamado mucho la atención Turquía. Quiero probar lo que han hecho».
La receta turca la estaba cocinando un equipo de tres mujeres capitaneado por Özlem Asimoglu. «Es un arroz muy famoso en Turquía, arroz maqlube, que presentamos con yogur y ensalda y que lleva carne, patata, cebolla y mantequilla y al que se le puede incorporar también zanahoria, maíz... Se le pueden poner muchas cosas». Lleva un año en Gipuzkoa y antes estuvo en Perú, «donde teníamos un restaurante. Allí no teníamos clases de español y aprendimos un poco en la calle. Tengo que dar las gracias al País Vasco por ofrecernos la posibilidad de ir a clase».
La opción de Özlem para comer ayer iba a ser el puesto de Marruecos donde, con la ambientación musical en directo de músicos de diferentes países, repartía las raciones Wahiba Elhoub. «He preparado una comida tradicional de arroz de mi país, con uvas secas, melocotón seco, canela y mantequilla. Luego se le pone encima almendras con canela, un poco de azúcar glas y un poco de leche condensada para darle un punto». Es una comida «de días especiales, de días de celebración como es éste de hoy», subrayaba Wahiba. Entre los veinte puestos de cocina repartieron unas 450 raciones a los irundarras que, con una aportación voluntaria, quisieron participar.
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