La asociación Kepa Ordoki recupera la memoria de 171 mujeres represaliadas entre 1936 y 1945
La investigación 'Izan zirenak eta izango direnak gogoan' mostrará todos sus resultados en una web que se abrirá las próximas semanas
La asociación de memoria histórica Kepa Ordoki ha cerrado una investigación relativa a la represión sufrida por las mujeres de la comarca tanto durante la Guerra Civil como en los primeros años de la posterior dictadura franquista. Según dio a conocer el portavoz de esta asociación, Peli Lekuona, fruto de este trabajo que se ha denominado 'Izan zirenak eta izango direna gogoan', se han logrado identificar «171 casos de represión que sufrieron mujeres del Bidasoa y que queremos dar a conocer. Hemos identificado mujeres que sufrieron fusilamientos, detenciones, exilio y persecuciones ideológicas entre los años 1936 y 1945».
Este proyecto «es un trabajo de divulgación que hemos podido llevar a cabo con fondos de la partida anual que la Diputación Foral de Gipuzkoa destina a la memoria histórica», recordó Lekuona. Han utilizado fuentes diversas: libros, archivos y multitud de entrevistas personales. «Hemos encontrado muchas referencias escritas de la represión sobre las mujeres. Pero si aún hoy hay violaciones y malos tratos de los que no queda constancia, qué no pasaría en aquellos años».
Casos significativos
Pilar Vallés Vicuña y Mercedes López Cotarelo, dos jóvenes de 16 y 17 años, fueron el primer ejemplo que el miembro de la asociación puso para explicar el trabajo realizado. «Fueron las primeras mujeres fusiladas en el Bidasoa. Junto con miembros del partido comunista, algunos carabineros y otros voluntarios, participaban en la vigilancia de Pikoketa el 11 de agosto de 1936. Allí recibieron el ataque de los fascistas. No pudieron huir y como otros compañeros que estaban allí con ellas, fueron fusiladas por orden del general Beorlegui».
Lekuona contó otros casos como el de «la viuda de Vidal, a quien consta que 'por no ser afín al régimen' se le denegó la posibilidad de seguir ejerciendo como responsable del bar de la Cofradía de Pescadores de Hondarribia». Lekuona explicó que este tipo de situaciones fueron frecuentes cuando los afines al alzamiento se hicieron con el control de la ciudad «y empezaron a aparecer las listas de sospechosos». En el trabajo realizado se han localizado diversas sentencias sobre multas impuestas a mujeres de la comarca, como a Gabriela Duinat Lasa «a quien impusieron 500 pesetas de multa por ser abertzale y haberse exiliado», o a Guillerma Sarasola Aranburu, a quien le atribuyeron «una deuda de 2.500 pesetas por el exilio de su familia y la 'responsabilidad política' de su marido, que murió en un bonbardeo sobre la ciudad de Rosas, en Cataluña».
La asociación ha identificado un total de 87 detenciones que se practicaron a mujeres bidasotarras. La mayoría de ellas fueron encarceladas en Ondarreta, aunque a las que detuvieron en el buque Galdames las enviaron a Saturrarán. Ése fue el caso de la madre de Kepa Ordoki, Luisa Vázquez Zugasti, y de sus hermanas Orosia y Dominica Ordoki Vázquez. A la madre le atribuían que «su vida privada ha sido causa de la perdición de sus hijas, una de las cuales fue presidenta del Socorro Rojo y amante de uno de los mayores asesinos de la ciudad fronteriza». Esta hija, Orosia, estuvo siete años en la prisión de Palma de Mallorca antes de ser trasladada a Ondarreta. De su estancia en Baleares hay constancia de que fue sometida a fusilamiento dos veces, en ambas ocasiones, con disparos pero sin balas.
El proyecto realizado por Kepa Ordoki recoge también lo sucedido con muchas mujeres que se exiliaron al comienzo de la guerra, principalmente a Cataluña, y que, cuando más tarde regresaron a su ciudad, sufrieron «detenciones, burlas, malos tratos y marginación» en un clima de «vencedores y vencidos que reinaba en la ciudad».
Toda la información recogida se publicará en una web «que estamos elaborando con toda la información para que, quien lo desee, la pueda consultar». El formato web no sólo se ha considerado adecuado por su facilidad de acceso, sino porque «permite corregir errores que hayamos podido cometer e ir incorporando nuevos casos que nos puedan llegar a raíz de dar a conocer este trabajo».
También está previsto realizar un homenaje a las 171 mujeres identificadas que tendrá lugar el 15 de agosto en Pikoketa a las 12.00 horas. «Hemos elegido esa ubicación porque es donde fusilaron a Pilar y Mercedes, las dos primeras mujeres que murieron» a raíz de la guerra y la posterior dictadura.
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