El Concurso de Bacalao al pilpil regresa a Urdanibia en su 40 cumpleaños
Las obras en la plaza obligaron a trasladarlo el pasado año al antiguo hospital, pero el domingo regresa a su ubicación habitual
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
El Concurso Internacional de Bacalao al pilpil que organiza Jostallu cumple este domingo cuarenta ediciones. Lo hace con un feliz regreso a la que considera su 'casa', la plaza Urdanibia, de donde se trasladó el pasado año a los jardines del antiguo hospital, obligado por las obras de renovación de la plaza.
«No estuvimos mal», reconoce el presidente de la sociedad Ángel Ramajo. «Durante varias semanas miramos la mejor manera de colocar las cosas y al final creo que salió bien». Pero eso no quita para estar deseando volver a la remozada plaza, «con un pequeño desplazamiento de la txosna que pone la sociedad», y dejando, como siempre, libertad a los participantes para que cocinen allí donde se sientan más cómodos. No han sido estos dos, sin embargo, los únicos emplazamientos de este certamen en sus cuatro décadas de existencia. «Yo no estaba», admite Ramajo, «pero sé que muy al principio se hizo en las campas de San Marcial. Y en Ibarla. Lo sé porque gente que estaba entonces nos ha contado el lío que era meter todo en furgonetas para llevarlo hasta allí». Ahora la labor de intendencia es más sencilla, porque están muy cerca de su local. A pesar de ello, un equipo de más de 20 socios, «una cuarta parte del total», trabaja de forma voluntaria para que todo salga rodado ese día.
Buena evolución
En 40 años, el concurso «ha cambiado poco. Quizá la mayor diferencia está en la calidad de las cazuelas de bacalao que se presentan ante el jurado. Eso es al menos lo que sus miembros nos dicen, que estos últimos años, decidir al ganador empieza a ser una cuestión de detalles mínimos porque el nivel general es altísimo». Como es habitual, la Cofradía Vasca de Gastronomía será también este año la encargada de valorarlas y repartir los premios.
El jurado elige la mejor cazuela y las nueve siguientes y, además, la del mejor irundarra, que puede perfectamente coincidir con el primer premio o cualquiera de los siguientes. «Estos últimos dos años hemos dado también un premio a la mejor cazuela joven. Este año, lo vamos a dar a la mejor cazuela de una participante femenina. Iremos cambiando ese premio 'extra'. Igual, para otro año, es la cazuela con mejor apariencia...» Premios siempre compatibles con estar entre los diez primeros clasificados. Se trata de ir innovando y de incentivar la participación.
Los que quieran presentar su bacalao al pilpil este año pueden llamar a la sociedad con antelación, «pero basta con que se apunten el mismo domingo por la mañana en la propia plaza». Se espera en torno a medio centenar de concursantes que llegan de Irun y de más allá: «Hendaya y Hondarribia, por supuesto, pero también de Lezo, de otros municipios guipuzcoanos, de las Cinco Villas... Hemos tenido gente de Bilbao, de Dicastillo, incluso un representante de una sociedad burgalesa».
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