Una prueba para disfrutar sin prisas
La Asociación Makila celebró ayer la XVII edición de su Marcha Regulada
- JOANA OCHOTECO
- IRUN
Hay un recorrido previamente establecido y se miden los tiempos, pero en esta carrera no se trata de correr. De hecho, «no gana el más rápido». En la Marcha Regulada que organiza cada año la Asociación Makila el principal objetivo es disfrutar, hay premio para todos los participantes y trofeo para los doce primeros clasificados. La XVI edición de esta iniciativa se celebró ayer con el Centro Social Luis Mariano como punto de partida y de llegada.
La marcha empezó a las 9.30, para así evitar los calores del mediodía. No obstante, cada participante recibió una botella de agua junto con la tarjeta que lo acredita como inscrito en la prueba. Gregorio Gallo, miembro de la Asociación Makila y uno de los organizadores, explicó todos los detalles de la marcha: «¿sabes cómo funciona esto? Mira, aquí las parejas van andando a su ritmo. No se trata de correr, ni ganar el que vaya más rápido», aunque sí hay una pareja ganadora.
La mecánica para determinar quién se lleva el primer puesto es la siguiente: «se apunta el tiempo de cada pareja», tanto a la salida como a la llegada. «Luego, tomamos el tiempo de la primera pareja y de la última, se divide y nos da una cifra media. Los que hayan quedado más cerca de ese tiempo, da igual si por arriba o por abajo, son los ganadores».
El paseo consta de aproximadamente siete kilómetros y es prácticamente llano. Amador Hernández, presidente de Makila, se encarga de diseñar el recorrido de la marcha: «se sale del centro social», en Luis Mariano. El paseo continúa por la «la avenida Gipuzkoa, avenida Elizatxo, la Salle, Gazteleku, calle Auzolan, el puente de Belaskoenea sobre las vías del tren... Hasta la rotonda de la calle Aldabe. Después, se sigue por la avenida de Letxunborro hasta la calle Fuenterrabia, suben al paseo Colón y terminan de nuevo aquí, en Makila».
Principiantes y veteranos
Sesenta personas participaron en la Marcha Regulada, cubriendo el máximo de treinta parejas que admite la prueba. Entre los caminantes había tanto veteranos como otros que participaban por primera vez. Era el caso de Mari Carmen, que no conocía la iniciativa pero este año «la vi anunciada en el programa de fiestas y aprovechando que tenía el día libre me he animado». Acudió con varias amigas, pero «me he quedado sin pareja porque hemos fallado alguna...». «Oye, pues voy yo contigo», se ofrecía Gregorio Gallo.
Mari Ángeles y Valentina también estaban muy animadas al inicio de la prueba: «nos encanta andar. Salimos todas las mañanas a pasear durante hora y media, más o menos». Ambas estaban familiarizadas con el recorrido de este año: «es un paseo que ya conocemos. La pena es que salimos las últimas...». «Pero no te preocupes, que eso no importa». «Es verdad... Y además ya dicen, ¡que los últimos serán los primeros!».
Muchos de los participantes habían entrenado el día anterior, ya que todos los jueves la Asociación Makila organiza un paseo por Irun dentro del programa Ttipi Ttapa. «Fuimos hasta el Puerto de Caneta, en Hendaia», explicaba Gregorio. Esta iniciativa, que promueven el Ayuntamiento y Osakidetza, propone rutas de hasta casi 4 kilómetros, fáciles de realizar y dirigidos a los mayores de 64 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario