«Lo más importante es que la mujer se sienta cómoda, en el hospital o en casa»
Magale, compuesta por dos matronas, es la única empresa de Gipuzkoa que ofrece asistencia a embarazadas que quieran dar a luz en su domicilio
- MAIALEN APARICIO
- IRUN
La asistencia hospitalaria se ha convertido en un criterio de calidad a la hora de determinar la riqueza de una ciudad o de una zona geográfica. Para la mayoría de personas no habría dudas frente a una emergencia médica, y asistirían directamente al hospital. ¿Pero qué ocurre si se trata de un embarazo? Desde hace unos meses existe una alternativa real para todas las mujeres que contemplen otro tipo de opciones, como la de poder dar a luz en su propia casa. En febrero, bajo el nombre de Magale, se consolidó el proyecto de Josune Ibargoien y Clara Rosas. Estas dos matronas, de Irun y Moià (Cataluña) respectivamente, han creado su propia empresa y ofrecen servicios de asistencia a domicilio durante el embarazo, el parto y posparto.
Las dos jóvenes descubrieron rápidamente su gran pasión y trabajaron para convertirse en matronas, pero algo dentro de los partos en hospital no les convencía. Ibargoien, que realizó la residencia en el Reino Unido, recuerda que «el primer parto que vi no fue nada del otro mundo y no me llamó la atención. Pero el segundo me marcó mucho más. Tuve que acudir a una casa particular para ayudar a dar a luz y no tiene nada que ver». Para Clara Rosas la experiencia fue similar y desde muy pronto supo que la asistencia hospitalaria convencional no le terminaba de convencer. Además, ya tenía una experiencia cercana a la asistencia en casa. «En mi pueblo se hace mucho y gran parte de mis amigas ya han nacido en casa», asegura Rosas. Ambas mujeres vieron que los embarazos asistidos en el hospital carecen muchas veces del ambiente y la comodidad que ofrece una casa y fue, precisamente, la calma y el clima que transmite un hogar lo que les hizo preferir los partos domiciliados.
Tras conocerse, las dos jóvenes no dudaron en formar equipo para asistir los alumbramientos en casa, pero con el tiempo, el proyecto se fue reforzando. «Empezamos en diciembre y en febrero ya lo hicimos oficial», confirma la pareja. Esta formalidad se debe a que más de una clienta tuvo problemas para contactar con ellas. «Una mujer de Texas que vino a la comarca quería dar a luz de forma natural y le costó muchísimo encontrarnos», recuerda Ibargoien. Desde entonces, Magale ha colaborado en doce partos, tiene página web propia y se ha convertido en la única empresa de Gipuzkoa que realiza este tipo de servicios. «Trabajamos por toda la zona, pero también en algunos sitios de Navarra y Bizkaia», declara Clara Rosas, y añade, «aunque estamos abiertas a movernos por Iparralde u otro lado. Pero hay que ser realistas. El 'día D' no podemos irnos muy lejos».
La pareja ofrece dos tipos de servicios. El primero consiste en el seguimiento del embarazo, junto con la dilatación, aunque luego se dé a luz en el hospital, y el posparto, mientras que el segundo también implica el parto asistido en el hogar. «Todos los materiales los traemos nosotras; piscina, pelota... Pero lo más importante son las cosas de casa, como tu propia música y tu sillón», afirma Ibaigoien.
Un sistema efectivo
Países como Reino Unido, Holanda o Canadá tienen una mayor tradición a la hora de dar a luz en casa. Varios estudios han podido comprobar que no existe un mayor índice de muertes en los partos naturales que en los hospitalarios. Rosas explica que «entre las intervenciones realizadas en casa sólo un 10% necesita finalmente acudir al hospital más cercano, pero, dentro de esos traslados, en el 80% de los casos se debe a que el proceso no avanza y eso no es un problema grave». En Reino Unido, país donde los partos en casa están cubiertos por la Seguridad Social, se llegó a promover que las mujeres embarazadas de su segundo o tercer hijo diesen a luz en los hogares, «se trata de volver a la normalidad y dejar que el cuerpo siga el proceso natural, sin meterle prisa ni condicionarlo», asegura Josune Ibargoien.
Para estas matronas, se ha tendido a medicalizar todo el proceso y muchas veces la mujer embarazada se ve como una enferma a la que hay que tratar con urgencia, pero recuerdan que «lo más importante es que la mujer se sienta cómoda, y eso puede ser en el hospital o en casa». También recalcan la importancia de informarse bien y de valorar otras opciones. «El miedo aparece cuando el parto se acerca, pero con información previa las madres estarían más preparadas y puede que llegasen a disfrutarlo», explica Rosas.
Además, subrayan la importancia de poder elegir entre los dos sistemas, ahora que ya no se da por hecho que sólo hay una opción.
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