Los mejores puros, en Behobia
El negocio familiar, por el que han pasado cuatro generaciones, sigue creciendo a ambos lados de la frontera buscando clientes internacionales
La Boutique del Fumador premió en Madrid la cava del Estanco Aramburu
- MAIALEN APARICIO
- IRUN
La Boutique del fumador celebró en Madrid, el pasado 11 de junio, la cuarta edición de los premios profesionales del sector estanquero. Entre los asistentes se encontraban grandes empresas del sector como Phillip Morris, ganador del premio a la mejor plataforma de comunicación, pero también representantes de comercios locales como el Estanco Aramburu de la calle María Juncal Labandibar, en Behobia, que se llevó el reconocimiento a la mejor cava de cigarros puros.
Este galardón, junto al de Instalaciones más atractivas y a la Mejor Iniciativa en Estancos, es uno de los premios que están abiertos a todos públicos. Es decir, que cualquier particular que considere cumplir con los requisitos de ser nominado puede presentar su candidatura. En el caso de Ricardo Aramburu, fueron las casas y los distribuidores del sector los que las que pusieron en el concurso a este negocio familiar. Él mismo reconoce que «hay que darse a conocer y estar en el mundillo» si se desea crecer más allá de las fronteras del municipio.
Pero éste no es el primer reconocimiento que ha recibido la familia ya que en 2008, el padre del actual dueño recibió el 'Hombre habano al mejor minorista'. «Posiblemente esta sea la cuarta generación de la familia que trabaja en el estanco», recuerda Mari Jose, tía de Ricardo Aramburu y trabajadora en el estanco desde 1986. Pero lo que comenzó como un proyecto personal, construido sobre los pilares de una afición, ha dado a luz a una de las mejores cavas de cigarros del norte de la península. «Hay gente que está haciendo las cosas bien, pero nosotros fuimos unos de los primeros», asegura Ricardo Aramburu. Actualemente ofrecen al público puros procedentes de Cuba, República Dominicana, Honduras y Nicaragua, y sólo de de los famosos habanos ofrecen más de 25 clases distintas. Además de la amplia variedad de puros, la cava Aramburu destaca tanto por la gran calidad de sus instalaciones como por la de su producto.
Ricardo Aramburu admite que los premios están bien para el sector, «nos permite darnos a conocer y que más gente se acerque a la tienda, o que el fumador que no conoce los puros se interese por ellos», pero no representa un acercamiento con la población no fumadora. Además, asegura que es difícil crear clientes fieles y que muchos de los habituales ya son mayores por lo que es necesario atraer nuevos públicos. Por eso, resulta útil darse a conocer en los clubs de fumadores. «Actualmente colaboro con el Biarritz Cigar Club donde, una vez al mes, se organiza una cena en la que presento una serie de puros».
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