Una cava para clásicos y modernos
Una de las particularidades de la cava de cigarros es la condicion atmosférica que debe mantener durante todo el año. La temperatura ideal oscila entre los 16 y 18 grados mientras que la humedad debe mantenerse alrededor del 70%. Todo ello para que el producto no se estropee y se mantenga en optimas condiciones el resto de su vida útil, a saber, entre 2 y 12 años. Un exceso de humedad puede hacer que el puro se abra por la punta, y al contrario, una zona demasiado seca puede hacer que se resquebraje.
El proceso habitual es que los puros salgan frescos de las plantaciones y que reposen en una cava durante los primeros años de vida. Pero siempre hay excepciones, y puede darse el caso de un cliente que prefiera un puro de los llamados 'viejos'.
Dentro del mundo del puro también se dan modas o tendencias. Hasta hace unos años se preferían los puros largo y de menor diámetro, mientras que ultimamente se escogen los que son mas cortos y más anchos. «Es cuestión de estilo de vida. No es lo mismo fumarse un puro después de una comida que en el descanso del café», aclara Ricardo Aramburu, dueño del estanco.
A la hora de la compra es recomendable tener en cuenta los gustos personales del fumador. En la cava Aramburu se presentan cigarros de cuatro procedencias distintas, todas diferentes entre sí y con una amplia variedad de efectivos. Por eso, se debe tener claro la fortaleza, matiz, suavidad o tamaño que se prefiere, además del presupuesto que se va a destinar, ya que los precios pueden partir de 2,50 euros y llegar hasta los 40 por unidad.
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