Un mes de nueva OTA en Irun
La ampliación de plazas de aparcamiento de pago por tiempo limitado en Irun, con nuevas zonas como Dunboa y Santiago, genera diversidad de opiniones.
REPORTAJE Y FOTOGRAFÍA DE XABIER SAGARZAZU - Viernes, 10 de Julio de 2015 - Actualizado a las 06:18h
Un conductor paga la OTA en el barrio de Dunboa.
El uso del sistema de aparcamiento de pago por tiempo limitado u OTA genera, allí donde se implanta o ya funciona desde hace tiempo, todo tipo de opiniones y no pocas controversias, en ocasiones. En el caso de Irun, este sistema tiene ya un largo recorrido pero hace un mes, dio un paso adelante, con la ampliación en 1357 plazas, junto con una reorganización de las zonas de OTA existentes y la llegada del sistema a lugares como la calle Santiago y su entorno o el barrio de Dunboa. Es en estos casos donde se puede apreciar, de forma visible, un antes y después de la OTA.
“Hasta hace un mes, la estampa de esta calle era muy distinta. Aquí no había quien pudiera aparcar, porque mucha gente de la zona centro, donde ya había OTA, dejaba aquí sus coches todo el día”, decía Jordi Freixa, vecino de Dunboa y de 46 años de edad, en la calle Poxpologile (nombre que adoptó hace algo más de un año la antigua calle General Bergareche).
DUNBOA, CASI VACÍO “La OTA ha vaciado Dunboa de coches o casi, al menos durante el día. Y eso nos beneficia a los que vivimos aquí, pero en mi opinión, traer la OTA a una zona no céntrica es un poco abusivo, sobre todo porque muchas familias, aunque no sea el caso de la mía, tienen más de un coche en casa”, afirmaba este vecino, que admitía, eso sí, que “por las noches, cuando ya no hay OTA, sigue existiendo el problema de siempre; es decir, que hay más coches que plazas de aparcamiento y la gente que no tiene garajes no lo tiene nada fácil”, señalaba este vecino.
La otra cara de la OTA, además de la de los residentes, es la del comercio, hostelería y otros negocios. En la calle San Pedro, también en Dunboa, la estampa es casi increíble. “Hay un montón de plazas libres, como no las hubo nunca. La gente que aparcaba aquí su coche lo ha llevado a otras partes. Yo me he fijado en vehículos que podían estar semanas y semanas sin moverse del mismo lugar. En nuestro caso, la OTA nos viene bien porque los clientes llegan más fácil y tienen donde dejar el coche hasta que trabajamos sobre él. Pero no estaría de más que algunos negocios, como el nuestro, pudiéramos tener algún tipo de tarjeta o bono que permitiera tener una hora de aparcamiento para los coches de los clientes”, señalaba Manolo Gómez, de 60 años de edad, en el taller Neumáticos Dunboa, en la misma calle San Pedro.
TAMBIÉN EN SANTIAGO En la calle Santiago y aledaños, la estampa del aparcamiento en la calle, al menos a media mañana de ayer, era similar a la de Poxpologile y San Pedro, en Dunboa. Plazas libres, bastantes, allí donde hasta hace pocas semanas los conductores acostumbraban a dar vueltas y vueltas al barrio o a mal aparcar, subidos a la acera o a las puertas de garajes con vado. Y las opiniones, como en el caso anterior, también son diversas, aunque salte a la vista que hay más sitio para aparcar.
“Yo diría que los vecinos, en general, están contentos con la implantación de la OTA, al menos en el sentido de que ahora sí hay donde aparcar cuando antes no lo había. Pero a mí particularmente no me gusta, porque la tarjeta de residente supone un gasto más que añadir a todo lo que uno ya tiene, en estos tiempos crisis”, decía Ángel Colsa, un vecino de 64 años, en la calle Santiago.
En el caso de esta zona, “el mayor problema era el de aparcar durante el día, en especial a las horas de comer”, decía este vecino, quien recordaba que “el ampliar la influencia de la OTA puede arreglar un problema particular aquí, pero en el fondo, lo que acaba ocurriendo es que los coches que antes aparcaban en Santiago o Dunboa para evitar la OTA del centro, se van ahora un poco más lejos y con ellos, desplazan el problema a otros vecinos y comerciantes”.
En Santiago los comerciantes también tienen una impresión positiva de lo que ha supuesto la OTA. “Entre los vecinos hay todo tipo de opiniones. En nuestro caso, tenemos clientas que vienen de otros puntos de Irun o incluso de Hondarribia. A ellas, tener la OTA les facilita poder aparcar, aunque sea pagando, cuando antes les costaba muchísimo encontrar un sitio. El problema es cuando la gente viene para un tiempo largo, a visitar a un familiar por ejemplo”, decía Raquel Merino, de la peluquería Raquel, en la misma calle Santiago.
DETALLES
Plazas para residentes. Irun no solo ha ampliado la OTA en 1.357 plazas ni ha reorganizado la zonas existentes o llevado el sistema a otras nuevas. Además, por primera vez, la normativa permite reservar un 5% de plazas únicamente para residentes. El Gobierno municipal quiere estudiar en qué puntos se van a ubicar, llevando este asunto a debate a la Mesa de Movilidad, en la que participan ediles, técnicos y colectivos sociales y vecinales.
Nuevas máquinas. Con el nuevo servicio han llegado también las nuevas máquinas de OTA, más modernas y que obligan a meter la matrícula del vehículo. Esto permite, entre otras cosas, la posibilidad de pagar mediante una aplicación para móviles, que permite incluso reintegrar al usuario el dinero si retira el vehículo antes de tiempo.
LA CIFRA
4.536
Es el número de plazas reguladas por OTA que Irun ha pasado a tener con la reciente ampliación, en vigor desde hace un me
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