La velocidad media de los vehículos en la ciudad ya es de 30,3 Km/hora
El Ayuntamiento anuncia que implementará medidas en los puntos donde los vehículos respetan menos el límite, como calle Anaka o avenida de Elizatxo
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
El área de Movilidad sigue ejerciendo un control exhaustivo de las velocidades de circulación de los vehículos en el entorno urbano. Desde que en el verano de 2013 la velocidad máxima de 30 kilómetros por hora se extendiera a la práctica totalidad de la ciudad, se está empleando un sistema de aforo en diversos puntos para conocer en qué medida se respeta la regulación.
Los resultados para 2015 que ayer dio a conocer la delegada, Cristina Laborda, indican que los coches van cada vez más despacio y cifran la velocidad media en 30,3 Km/hora. Como ejemplo paradigmático, en el paseo de Colón, las velocidades por encima de 50 prácticamente han desaparecido y las superiores a 35, son residuales. Tras el balance relativo a la segunda mitad del año 2013 y al año 2014 completo, la Mesa de Movilidad adoptó «medidas en aquellos puntos donde detectábamos que la velocidad era muy superior al límite». Así se instalaron resaltos que obligan físicamente a reducir y paneles que informan al conductor de su velocidad de circulación, que no obligan pero, a tenor de datos como los de la avenida de Euskal Herria «están funcionando». Éste era uno de los puntos donde la limitación se respetaba menos en 2014, pero en 2015, la situación se ha corregido. «También en Darío de Regoyos».
Nuevas medidas este año
No ha sido así en otras calles 'rápidas'. «En el paseo de Artia ha bajado la velociadad media, pero aún debe reducirse más». Por no hablar de la calle Anaka, donde los paneles que alertan sobre la velocidad del vehículo «no han funcionado». También ha aparecido algún nuevo espacio conflictivo, «como la avenida de Elizatxo, en concreto, en la zona de La Salle y el Gazteleku». Será en estas zonas donde se implementen medidas «porque hemos visto que con reductores y paneles de velocidad conseguimos resultados».
Por otra parte, la Policía Local está manejando radares móviles en algunos puntos, de momento «en prácticas», pero los controles reales «llegarán». Laborda sabe que piden «un esfuerzo a los irundarras, pero el resultado es positivo para todos», señaló. En 2011, con la ciudad a 50, eran más de 400 los accidentes anuales en Irun. En 2013 fueron 262 y en 2014, 283. Este incremento obliga a estar alerta, pese a que la cifra esté aún tan lejos de las de años atrás.
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