viernes, 29 de marzo de 2019

Aritz Petrikorena (Mago): «Creo que si algo tiene magia, no tiene por qué tener sentido»

Noticia publicada en Diario Vasco,el viernes día 29 de Marzo de 2019.

Aritz Petrikorena (Mago): «Creo que si algo tiene magia, no tiene por qué tener sentido»

Aritz captado por el objetivo de su amigo Elmo Blue durante su última actuación en Ficoba./E. B.
Aritz captado por el objetivo de su amigo Elmo Blue durante su última actuación en Ficoba. / E. B.

A Aritz Petrikorena no le importa reconocer que está loco, pero bendita esa locura que lo tiene triunfando en el mundo de la magia

YLENIA BENITO
0
«Todo es producto de tu imaginación», decía Anthony Blake al final de sus espectáculos. «Abracadabra», era la palabra mágica de algunos magos allá por el siglo II. Otros como Uri Geller, no dicen nada pero miran como nadie. Juan Tamariz no necesita grandes frases ni miradas penetrantes, sus sombreros y su cercanía ya son pura magia. Esa que no necesita grandes efectos especiales. Esa que también corre por las venas de nuestro protagonista. Aritz no lleva sombrero, pero siempre va elegante. No consigue escaparse de grandes cadenas, ni dobla cucharillas, pero es capaz de dejarte con la boca abierta siempre. El irundarra es parte de una nueva generación de magos que apuesta por la magia de siempre, esa que se hace de cerca. Esa que hipnotiza, que ilusiona, que te hace reír, que te sorprende, que te eriza la piel... esa a la que no le buscas el sentido porque es, simplemente, magia.
-Vaya por delante, Aritz, que aquí quien escribe cree en la magia y que no va a preguntarte por ningún truco...
-(Risas) ¡Mejor! Yo antes era así, me encantaba la magia, pero no quería ni oír hablar de cómo se hacía.
-El mago, entonces, ¿nace o se hace?
-Puedes nacer, pero te tienes que hacer. A mí me ha gustado la magia desde siempre, pero me gustaba verla y disfrutarla. Cuando se hicieron famosos esos vídeos en los que se revelaban trucos, yo era súper contrario y siempre decía: «¡No, por favor! No quiero saber nada».
-Pero...
-Pero, paradojas de la vida, un antiguo mago que era amigo de mi tío, me regaló un libro sobre magia. Empecé a leerlo y...
-Caíste en la chistera.
-Empecé a poner en práctica lo que leía ahí, a hacer cosas a mis amigos y para cuando me quise dar cuenta estaba conociendo a Javi, un mago maravilloso con el que monté mi primer proyecto de magia: 'Dos magos y medio'.
-Por arte de magia, ¡te convertiste en un joven mago!
-Tengo 19 años y descubrí la magia hace poco, pero desde entonces ha llovido un mundo y he acumulado cantidad de experiencias.
-Cuenta, cuenta...
-Ya solo los inicios fueron curiosos. Te cuento. Un grupo de magos de Madrid me metió por error en un grupo de redes sociales. Pensaron que yo también era de Madrid, pero cuando les confesé que no, me dijeron: «bueno, pero eres mago y nos has caído bien. Te quedas». Bajé a Madrid a conocerlos y me abrieron los ojos. Hoy en día puedo decir que los amo y que gracias a esa experiencia empecé a conocer a más gente, a ir a congresos...
-Espera, ¿congresos de magia?
-Sí, son increíbles. Hace un mes he estado en el más grande de Europa, el Blackpool.
-Pero, ¿qué hay allí?
-Es un sitio en el que se disfruta mucho si vas con amigos, con otros magos. Tuve la oportunidad de ir con Héctor Mancha, el anterior gran premio mundial de magia y coincidir allí con otros magos de su talla y a los que admiro. Y allí hay de todo: conferencias, actuaciones, galas, tiendas...
-¿Y qué venden esas tiendas?
-Depende de la magia. Hay grandes empresas de magia que venden o inventan efectos. Otras, por ejemplo, venden trajes para magos.
-Tu vas siempre muy elegante, sí.
-(Risas) En un show todo cuenta, la forma de contar las cosas, de hacerlas, pero también el envoltorio.
-Has dicho «depende de la magia», ¿cómo es la magia de Aritz?
-Creo que en el camino de la magia, el momento en el que te das cuenta de quién eres es muy bonito. Mira, es muy típico que algún amigo te diga eso de «¿¡Tú no sabrás hacer eso!?». Claro que sabes. Bueno, si no tocas grandes ilusiones puede que no lo sepas, pero conoces los conceptos. Quiero decir, que es bonito cuando te empiezas a sentir cómodo y completo con lo que haces. Me explico. Poco a poco me fui dando cuenta de que a mi magia le faltaba algo. No sabía el qué. Hasta que un día, jugando con unas monedas me dije: «necesito dar vida a esto, que no sea un simple objeto. No quiero que pase de una mano a otra y ya está. Necesito algo más».
-Una varita mágica...
-No, poesía. Ese día pensé que una frase de Shakespeare quedaría muy bien en ese momento.
-Ser o no ser, esa es la cuestión.
-¡Exacto! Escribo poesía desde hace tiempo, pero nunca me había atrevido a enseñarla hasta este año. Empecé poco a poco en Instagram y he acabado introduciéndola en mi magia. Así me he dado cuenta de que estoy mucho más completo.
-Te habrán dicho cantidad de veces que estás loco...
-(Risas) Me lo digo yo mismo. Tengo un juego que empiezo así, diciendo que estoy loco. Es un caos, pero es un caos que se resuelve. Estoy como una regadera, pero me gusta expresarme así. Estoy loco y lo disfruto. Con los juegos puedo expresar mi yo.
-Yo ya quiero ver ese yo sobre el escenario, ¿cuándo?
-Justo ahora estoy hasta el domingo en 'La Farándula' de Donostia con mi nueva creación: 'Oasis'. Tenía mucho miedo porque propongo una especie de poesía sin narrarla. Poesía desde el signifcado de la palabra. Es una historia en la que el espectador tiene que tomar decisiones y elegir su final. He juntado mis mejores juegos y el final es un juego poético y muy personal que ha cambiado mi perspectiva de la magia. He entendido que si algo tiene magia, no necesita tener sentido.
-Así pasa uno de casa al escenario.
-(Risas) Conocer 'La Farándula' fue un punto de inflexión, sí. Un día que Javi no pudo venir, actúe solo y fue una experiencia brutal a nivel artístico y creativo. Ahora echo la vista atrás y me doy cuenta de que he hecho magia de cerca a mogollón de gente. Estoy muy contento.
-No tardarás en ser de esos magos admirados en Blackpool...
-¡Ojalá! Pero, ¿sabes una cosa? Yo ahora a los magos que más admiro son mis amigos. El Mago Marsel (un beso si me estás leyendo), Rubén de La Rioja, Oihan... Admiro a esta nueva generación de magos que creo que le está devolviendo la esencia a la magia, esa que la magia moderna está echando a perder. No me gustan los juegos centrados en el efecto. Me gusta el misterio, la duda, la magia... Me gusta la magia que mis amigos y yo cultivamos.

No hay comentarios: