viernes, 3 de mayo de 2019

Un proyecto transformador

Noticia publicada en Diario Vasco,el viernes día 3 de Mayo de 2019.

Un proyecto transformador

Integral. Cristina Laborda y José Antonio Santano se acercaron al antiguo parvulario. / F. DE LA HERA
Integral. Cristina Laborda y José Antonio Santano se acercaron al antiguo parvulario. / F. DE LA HERA

Una innovadora propuesta del Ayuntamiento pretende dar un nuevo aire a Larreaundi. Las parcelas del parvulario y la antigua instalación de Iberdrola dejarán su sitio a un parque infantil, un parking en superficie, un local vecinal y un equipamiento para jóvenes adolescentes

IÑIGO MORONDO IRUN.
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El barrio de Larreaundi de Irun soportó durante años la presencia entre sus casas de un transformador eléctrico que ahora Iberdrola ha trasladado a la parte alta de Txenperenea. La parcela se ha vaciado y está a la espera de que la électrica acometa la descontaminación de suelos y, mientras tanto, el Ayuntamiento ha desarrollado en el barrio un proceso de participación para definir qué se hace en ella y en la anexa, la del antiguo parvulario.
En el espacio que ocupaba transformador se aceptó la propuesta de colocar el primer parque infantil en toda esa zona, ya que, efectivamente, el barrio ha quedado un poco al margen de la proliferación de este tipo de instalaciones que se ha dado en la ciudad. Además, «del proceso salió una petición de local social en el que poder realizar determinadas actividades que no se pueden hacer en la sede de la AVV, que es muy pequeña», apuntaba la delegada de Obras, Cristina Laborda, que ha participado en las diferentes sesiones. «Desde el centro de Secundaria de Eguzkitza, donde dedicaron una jornada al proceso de participación, nos plantearon un espacio para los jóvenes» de las edades correspondientes a ese periodo escolar. Por último, «estaba la petición de aportar aparcamiento» que resolviera las necesidades que ya existen previendo que, además, de la participación sobre la reforma de Iñigo de Loyola podría resultar una peatonalización.

Una solución imaginativa

A priori parecía imposible conjugar todas las peticiones resultantes de la participación ciudadana, «porque la parcela del parvulario es la que es», apuntaba Laborda. Tiene, aproximadamente, 600 m2 de superficie, por lo que repartir el espacio entre los diferentes usos no era una opción. «Hemos hecho lo posible por optimizar el espacio disponible y cubrir todas las necesidades que se nos habían hecho llegar. Todo el mundo eran consciente de que todo no podría ser, pero hemos podido ofrecer una solución a todo lo que el barrio nos ha planteado». Esa propuesta del Ayuntamiento pasa por «constrir un local en una planta primera de manera que la planta baja se pueda utilizar como aparcamiento y en la cubierta podamos desarrollar una oferta dirigida a jóvenes adolescentes», anunció el alcalde, José Antonio Santano.
«Si dividimos la parcela para hacer una aparcamiento en un lado y un local en el otro, tendremos un aparcamiento muy pequeño y un local social muy pequeño. Además», recalcaba el primer edil, «no daríamos respuesta a todas las peticiones principales. Pretendemos dar una respuesta coordinada y con visión de conjunto y hacerlo habiendo escuchado a los vecinos».
El aparcamiento que se plantea tendría más plazas que las que se puedan perder peatonalizando Iñigo de Loyola y «sería abierto, libre», como cualquier parking en superficie, con la única diferencia circunstancial de que «estaría cubierto porque llevaría encima el local social». Éste, por su parte, serviría para atender la demanda de un barrio «muy densamente poblado, pero que tiene un local vecinal muy pequeño», de manera que «determinado tipo de actividades sólo se pueden hacer al aire libre con riesgo de que llueva y otras se acaban llevando a los colegios para poder contar con un espacio adecuado».
Por último, esa cubierta dedicada a la población «joven adolescente» es la que tiene un menor grado de definición «porque queremos diseñarla con los propios jóvenes». El alcalde avanzó que la idea ahora mismo gira en torno «a una zona de work-out como la de Gain Gainean, que está funcionando muy bien, y elementos para el parkour, porque tenemos muchos jóvenes en la ciudad que lo practican». Lo que está claro es que ese espacio de la cubierta «tendrá un uso dirigido a los jóvenes y en clave de actividad física, urbana y divertida». Santano valoró que esta propuesta, junto al parque infantil proyectado en la parcela del transformador y la reurbanización de Iñigo Loyola con los proyectos de ascensores para la accesibilidad a los patios de esta calle son «actuaciones coordinadas, integradoras e integrales que, juntas, dan respuesta a los principales problemas del barrio».

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