La AVV de Artia insiste en extender la peatonalización de Pío Baroja
La asociación recuerda que con la ampliación del parking de Berrueta y el previsto en Harrobieta en este 2015 se cumplirá con la condición de no reducir aparcamiento
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
La ambición de la AVV de Artia de ver renovada y extendida la parte peatonal de la calle Pío Baroja viene de bastante atrás. «Y sabemos que la comparten muchísimos vecinos», añade el presidente de la asociación vecinal, José Barreiro.
El barrio es hijo de una época en la que el urbanismo se miraba desde una perpectiva diferente. Se han sucedido mejoras en la última década y media (polideportivo, escaleras mecánicas, iluminación, mobiliario, más aparcamiento, aceras ampliadas, transporte público...) para darle aire, pero sigue habiendo deficiencias que se pueden corregir. Y riesgos que hay que encarar. «No queremos un barrio de Artia sin vida al que la gente venga sólo a dormir», explica Barreiro. «Aquí vive más del 10% de la población de Irun. Lo que hay que conseguir es que sea agradable para estar», apostilla el vicepresidente de la asociación, Carlos Espiño. Y en ese camino ya se ha avanzado, por ejemplo, con zonas de juegos infantiles o el parque de Belartza que logró abrir una nueva vía de comunicación entre la parte alta y la parte baja.
Pero Belartza está muy lejos de aquello que la AVV estima imprescindible para activar dinámicas sociales positivas en el barrio: un espacio de referencia que sea punto de encuentro cómodo, amplio, seguro y agradable. En la entidad tienen muy claro que la gran referencia urbana de Artia tiene que ser la calle Pío Baroja, el único espacio peatonal en un barrio de estrechas aceras y dominado por el coche. «Renovada y ampliada, esta calle servirá para mejorar la movilidad peatonal del barrio, creando un lugar donde los niños jueguen y los mayores puedan reunirse y pasear y ayudará a darle más vida al comercio».
Resultado de la participación
Tras años planteando este reto al Gobierno municipal y a otros grupos presentes en la Corporación, el Ayuntamiento decidió que ésa y otras cuestiones pudieran tratarse dentro de un proceso participativo celebrado en el barrio en 2012, «del que criticamos el alto coste económico que tuvo», recuerda Barreiro, «pero cuyos resultados asumimos». La respuesta no fue demasiado participativa, pero la conclusión publicada por la dinamizadora del proceso Elhuyar en enero de 2013, sí resultó nítida. «La prioridad clara fue la peatonalización de toda la calle Pío Baroja desde los números 10-12 hasta los números 30-32, con la condición de compensar las plazas de aparcamiento que desaparecieran con la obra».
El pasado año se ejecutó la ampliación del parking de Pintor Berrueta, junto al parque de Belartza, para dotarlo de 25 plazas más. «Además hay ya un proyecto redactado, con presupuesto para acometerlo en 2015, que creará cincuenta plazas más en un apacamiento nuevo en el cruce de las calles Harrobieta y Darío de Regoyos», señala el presidente de la entidad vecinal. «Eso significa que se van a facilitar, en total, 40 plazas más que las que desaparecerían con la peatonalización», ya que, como recuerda, «al redactar el proyecto, el área de Obras propuso que la zona peatonal fuera un poco menor, hasta el número 16, e incluyera carga y descarga, porque se afectaba así a mucho menos aparcamiento». Sí señala Barreiro que al otro lado de Pío Baroja, para hacer una rampa que cumpla con los mínimos de accesibilidad, «desaparecerán buena parte de los vehículos en la plaza Portu». Si se eliminaran el resto también, este espacio haría por fin honor a su nomenclatura de plaza.
Todo esto «se expuso en una reunión abierta del Ayuntamiento el 15 de enero, con una asistencia de algo más de 30 personas incluyendo AVV, políticos y técnicos. Unos pocos asistentes se quejaron porque se reducían las plazas en su calle y eso llevó al Ayuntamiento a abrir un periodo para presentar aportaciones de los residentes. Al cierre del mismo», informa Barreiro, «hubo 18, la mayoría, según la nota que publicó el consistorio, pidiendo que se mantenga el aparcamiento y, por eso, decidió paralizar el proyecto para reflexionar y estudiar otras alternativas».
La AVV no entiende que se haya tomado semejante postura. «El proyecto responde al resultado del proceso participativo de 2012, en el que se exigía dar alternativa a los aparcamientos perdidos. Y eso está hecho. No entendemos que ahora se tiren a la papelera tantas horas de trabajo y tanto dinero invertidos en esto desde hace tantos años», justifica Espiño. Ante lo que parece ser un problema para algunos de los vecinos contrarios al proyecto, añade Barreiro que «en ningún momento hemos planteado cerrar la calle al trafico, lo entendemos como una zona con prioridad para el peatón pero con acceso tanto para los vehículos de servicios como para carga y descarga», asumiendo incluso que, «en una determinada franja horaria, si un vecino tiene que llegar a su portal para descargar o cargar, lo pueda hacer, siempre que esto no se convierta en un parking». Por eso instan al Ayuntamiento a retomar el proyecto, recordándole, además, que el principal sacrificio de aparcamiento «se debe a la necesidad de mejorar el acceso a Pío Baroja desde la calle Portu, que actualmente no cumple con los mínimos de accesibilidad».
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