Los alcaldes de Txingudi exponen en Ficoba su visión sobre la convivencia
Santano, Ecenarro y Kerejeta acudieron como invitados a las jornadas 'Bidasoan elkarbizitza', organizadas por Antxeta Irratia y Lokarri
- MARÍA JOSÉ ATIENZA
- IRUN
Las Jornadas para la Convivencia organizadas por Antxeta Irratia y Lokarri celebraron el pasado jueves, en el auditorio de Ficoba, su tercera y última sesión. A falta de un balance definitivo, los organizadores de las jornadas se mostraron
satisfechos por los resultados obtenidos. Las dos sesiones precedentes se celebraron en Itxas Etxea de Hondarribia y en la sala Antoine D'Abbadie de Hendaia y en ellas participaron víctimas de la violencia de diferente signo. «Las dos jornadas anteriores han sido muy dolorosas, pero también muy enriquecedoras», señalaron los organizadores.
La tercera y última jornada reunió en el escenario transfronterizo de Ficoba, y ante un público numeroso, a los alcaldes de Irun, Hondarribia y Hendaia, José Antonio Santano, Aitor Kerejeta y Kotte Ecenarro, respectivamente, a los que en los últimos minutos se unión el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izaguirre. En una mesa redonda coordinada por los periodistas Martxelo Otamendi y Aitziber Zapirain, los alcaldes de Txingudi expusieron sus respectivas visiones sobre lo que es o debería ser la convivencia y sobre lo que puede hacerse, desde los ayuntamientos, para favorecerla.
Los tres alcaldes, que partían de experiencias y perspectivas diferentes, mostraron su disposición hacia la mediación y coincidieron en la necesidad de ser generosos y de dar tiempo al tiempo, para alcanzar una convivencia normalizada.
El alcalde de Irun, José Antonio Santano, agradeció la invitación a las jornadas y explicó su punto de partida: «Soy uno de tantos cargos públicos y ciudadanos de este país que ha sufrido una situación que, afortunadamente, forma parte del pasado, pero que ha hecho sufrir a muchas personas. He estado escoltado durante once años. Mis hijos han vivido desde pequeños esa situación. Eso me ha obligado a hablar mucho con ellos sobre la convivencia, siempre de una manera positiva, abierta y generosa».
En opinión de Santano, convivir debería ser, en principio, «algo bastante sencillo. Consiste en respetar al diferente, comprender que hay visiones del mundo distintas y aceptar todas las opiniones que se puedan defender desde la palabra y el diálogo». De cara al futuro, «no podemos aceptar nunca más que la violencia se instale en nuestro país. Tenemos que transmitir esto a las nuevas generaciones. Tampoco podemos caer en la tentación de pasar la página de la historia sin haberla leído. Es importante sacar conclusiones y, en algún momento, reconocer el daño causado, aunque cuando ha habido tanto sufrimiento, necesitamos un poco de tiempo».
El punto de partida de Kotte Ecenarro fue el de «un hijo y nieto de guipuzcoano y vizcaíno que vinieron a Hendaya en los años 40 huyendo del franquismo. En Iparralde hemos vivido tiempos muy duros con los atentados del GAL, por lo que las visiones no son las mismas. Hay que saber reconocer el dolor causado y saber lo que se ha hecho mal. Hay que poner aceite en los engranajes para que las cosas funcionen. Yo participé en la Cumbre de Aiete y lo hice gustosamente. Estoy orgulloso de que hayamos podido trabajar de forma discreta, aunque de los cuatro puntos de la cumbre sólo se hayan cumplido dos».
Aitor Kerejeta destacó la celebración «de esta mesa redonda, en la que estamos hablando con tranquilidad y que hace unos años hubiese sido impensable. Cada cual tiene su visión sobre la convivencia, pero los que tenemos alrededor de 40 años no hemos conocido la convivencia en este país. En este pueblo había cosas de las que no se hablaba, ni siquiera en la casa familiar o en la casa política. De ahí ha surgido una incomunicación total que ha hecho que no sepamos qué es lo que el otro tiene en la cabeza, y eso no te lleva a ningún sitio. Ahora tenemos la oportunidad de construir esa convivencia entre todos, aunque tengamos dificultades en el camino».
Autonomía municipal
Desde los ayuntamientos no se puede legislar, ni impartir justicia, pero sí emprender iniciativas para favorecer la convivencia, aunque en ocasiones los ediles choquen con las direcciones de sus partidos. «El Día de la Memoria nos pareció apropiado hacer público un texto», recordó Aitor Kerejeta. «No era el texto que nosotros hubiésemos querido, pero tiramos para adelante. Otros dos partidos tenían más difícil aceptarlo, pero también dijeron que sí. La sorpresa fue que el partido que podía sentirse más cómodo con aquel texto, cuando lo consultó 'arriba' obtuvo una negativa. A veces lo intentamos y nos topamos con los 'comisarios'».
Tanto Santano como Ecenarro coincidieron en señalar que, en muchas ocasiones, es necesario que los alcaldes «vayan más allá de las siglas».
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