«La idea es rehabilitar, no reconstruir»
La obra del puente Avenida avanza siguiendo el criterio de conservar todos los elementos posibles y realizar «réplicas exactas» de los que haya que sustituir
Las obras para rehabilitar el puente Avenida se pusieron en marcha en febrero: son unos trabajos que revisten una considerable dificultad, pero que van avanzando según lo previsto. «Hemos hablado mucho de los permisos necesarios para realizar esta obra y de su complejidad, pero no de la actuación en sí misma», señaló la delegada de Obras, Cristina Laborda, que visitó ayer los trabajos. «Es más difícil hacer una rehabilitación que construir un nuevo puente, pero ésta es una infraestructura histórica de la ciudad, centenaria y que representa bien el último siglo de la historia de Irun».
El puente Avenida es un elemento de patrimonio industrial construido en 1915 en base a un proyecto del Ayuntamiento de Irun «y con fondos municipales». Entró en funcionamiento un año después. «El Estado pasó a encargarse del puente enseguida, estableciendo un peaje», recordó la delegada. Cuando las carreteras pasaron a ser competencia de Diputación también lo hizo el puente Avenida, ya que la estructura soportaba tráfico rodado. «Cuando perdió su carácter de carretera, volvió al Ayuntamiento de Irun», que ahora se encarga de su rehabilitación.
Pedro Lapazaran, director del área de Obras, recordó que el puente Avenida ya experimentó «una gran reparación» en los años 60 del siglo XX. A la hora de abordar esta nueva rehabilitación «lo primero que se planteaba era qué hacer con el puente teniendo en cuenta el estado en el que estaba. El objetivo era rehabilitar y conservar todos los elementos originales que sea posible. Hay que hacer bastantes reparaciones en la estructura metálica» del puente. «Se van a rehabilitar y conservar la mayoría de los perfiles; otros, habrá que sustituirlos. Las aceras de hormigón del tablero se han demolido», pero esta superficie «se va a conservar».
Para reparar la infraestructura es necesario, «prácticamente» construir otro puente que la sostenga mientras duren las obras. Iñaki Jaime, ingeniero del equipo encargado de redactar el proyecto, explicó el procedimiento que se va a seguir: «la idea es rehabilitar y no reconstruir. Los únicos elementos que se han sustituido son los voladizos, que ya se han retirado. No eran los originales, sino que datan de la rehabilitación de los años 60 y estaban en muy mal estado», explicó. Esta parte se rehabilitará siguiendo «la geometría original que tenía el puente».
El proceso que se va a llevar a cabo incluye la generación de «una nueva estructura» que soporte «el peso que hasta ahora aguantaba el puente. Trabajaremos desde ahí». En caso de que sea necesario sustituir algún elemento, «se hará una réplica exacta». Será el procedimiento que se siga con aquellas partes de la barandilla que no sea posible rehabilitar.
En este aspecto, Cristina Laborda añadió que el Gobierno municipal está sopesando la opción de sortear entre la ciudadanía aquellos fragmentos de barandilla que no puedan restituirse. No obstante, recordó, «la idea fundamental es volver a poner en su lugar todos los elementos que sea posible».
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