La Behobia-San Sebastián se hermana con la carrera Ak'Wank
La atleta Keyli Araceli Xol Choc y la organizadora Olimpia García contaron su experiencia en Irun
- MARÍA JOSÉ ATIENZA
- IRUN
Desde hace dos años, la carrera Ak'Wank ('Nuevo Conocimiento' en lengua Q'eqchi) se celebra en torno al 8 de marzo en el municipio Fray Bartolomé de las Casas, Alta Verapaz, (Guatemala). En la pasada edición de esta prueba, de 8 kilómetros de recorrido, participaron 600 mujeres, muchas de ellas no sin dificultades. Como todas las carreras, la Ak'Wank tiene su punto competitivo. Pero lo importante para las corredoras no es el puesto alcanzado, ni el tiempo realizado. Por encima de cualquier otra cosa, está el fuerte contenido simbólico de la carrera, pues refleja la valentía de muchas mujeres indígenas en la lucha y defensa de sus derechos.
Por medio de Euskal Fondoa, la carrera Ak'Wank se ha hermanado con la Behobia-San Sebastián, que cada año colabora con diferentes proyectos sociales y en el que los participantes pueden implicarse por medio del Dorsal Solidario. El Ayuntamiento de Irun, miembro de Euskal Fondoa, organizó el pasado jueves en la Sala Capitular un encuentro con dos de las protagonistas de la carrera Ak'Wank: la atleta de 23 años Keily Araceli Xol Choc, que correrá mañana la Behobia-San Sebastián y la directora de la Oficina de la Mujer de Fray Bartolomé de las Casasa, Olimpia García.
El director del Euskal Fondoa, Juan Manuel Balerdi y la delegada de Bienestar Social del Ayuntamiento, Maite Cruzado, dieron la bienvenida a las invitadas y expresaron su deseo de que el encuentro de Irun «sirva para apoyar las iniciativas que están llevando a cabo las mujeres indígenas de Guatemala, luchando para denunciar las desigualdades que sufren en su sociedad».
Contra la violencia
La iniciativa del hermanamiento surgió en el marco de un proyecto de Euskal Fondoa para el empoderamiento de las mujeres indígenas guatemaltecas, que tiene como principal objetivo reducir la violencia de género. «La violencia es nuestro mayor problema», dijo Olivia García. «Vivimos en un país muy hermoso, pero en una cultura en la que sufrimos una triple discriminación: por pobres, por mujeres y por indígenas. La sufrimos desde que nacemos. Una comadrona recibe 250 quetzales por asistir al parto de un niño y 100, si el bebé que nace es una niña».
Desde la Oficina de la Mujer de San Bartolomé de las Casas «trabajamos el empoderamiento de la mujer. Apoyamos las capacitaciones, vamos a las comunidades a formar a las mujeres y a fortalecer su salud sexual y reproductiva. Trabajamos también la educación, con los maestros, con los alumnos y con los padres».
Una de las iniciativas con las que las mujeres han comenzado a empoderarse es la carrera Ak'Wank. «Las mujeres indígenas no se recrean, porque el hombre no lo ve bien. La carrera se ha convertido en un símbolo, en la evidencia de que queremos salir de donde estamos, que no queremos seguir sumergidas. En esa tarea vamos a seguir, con la ayuda que nos llega. Por eso agradecemos mucho el apoyo de Euskal Fondoa».
Antes de la intervención de Olivia García, se proyectó el galardonado documental 'Aurora', basado en la vida de Aurora Caal Cucul, una mujer indígena que, como tantas otras, sufrió discriminación y violencia, «pero que ha salido de su agujero y ahora reivindica sus derechos».
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