Preparadas para recibir a los refugiados del éxodo sirio
La asociación Adiskidetuak ha asistido al primer solicitante de asilo en la CAV, un joven que llegó huyendo de la guerra y reside ahora en Irun
- MARÍA JOSÉ ATIENZA
- IRUN
La asociación Adiskidetuak, con sede en la calle Fueros, ha asistido al único ciudadano sirio que, hasta la fecha, ha pedido asilo en la Comunidad Autónoma Vasca. Se trata de Alaa Eddin, un joven comerciante que dejó su país en 2013, cuando las bombas destrozaron su negocio y se adelantó así al desgarrador éxodo que han emprendido millones de sus compatriotas.
En la oficina de Adiskidetuak, un local cedido por el Ayuntamiento, se preparan para asistir jurídicamente a cuantos ciudadanos sirios nos corresponda asilar, tras el segundo reparto aprobado por la Unión Europea, apenas unos días después de la sacudida emocional que provocó la imagen del niño Aylan Kurdi. No hay datos concretos, por ahora. Sólo hay una cifra adelantada por el Gobierno Vasco el pasado 9 de septiembre, que estimaba en un millar los posibles refugiados con destino a Euskadi y en 330, los que recalarían en Gipuzkoa, a partir de finales de octubre y de manera progresiva, a lo largo de dos años.
Las abogadas Rocío Calderón e Idoia Ikardo, presidenta y vicepresidenta de Adiskidetuak, respectivamente, conocen ya el camino a seguir ante la posibilidad de tener que asistir a los refugiados sirios. No en vano, lo han puesto en práctica con el mencionado caso del joven comerciante, que hace ahora dos años y medio llegó a sus manos. «Después de esta primera intervención con un solicitante de asilo de origen sirio que venía huyendo de la guerra, sabemos, más o menos, qué respuesta tenemos que dar si llegan más», señala Ikardo.
La estrategia unificada tendrá que definirse en breve, en el seno de la red que forman las administraciones competentes y las asociaciones y ONG implicadas en la recepción de refugiados. «Nuestra asociación pertenece a la red Aholku Sarea, un sistema constituido por el departamento de Inmigración del Gobierno Vasco e integrado por asociaciones como CEAR, Cruz Roja y SOS Racismo, entre otras», añade la letrada de Adiskidetuak. «Además, están en la red los colegios de abogados de los tres territorios vascos y el servicio Biltzen de Integración y Convivencia. Este sistema lleva funcionando más de cinco años y, en los temas que tienen que ver con la atención a los refugiados, se va a hacer un planteamiento unificado de estrategias a seguir».
La gestión del asilo de un ciudadano que huye de la guerra es, por lógica, urgente, pero lleva sus trámites. «No creemos que haya problemas con las solicitudes de asilo de ciudadanos sirios en este momento, porque es notorio que el suyo es un país en guerra y se da por sentado que, presentando el pasaporte original, son beneficiarios de la protección internacional», añade Idoia Ikardo.
La función de la letrada de Adiskidetuak frente a los posibles refugiados será «orientarles sobre susderechos y sobre los documentos que deben tener en su poder para acercarse a la comisaría de Policía Nacional que esté autorizada para la recepción de solicitudes de asilo. Les ayudaremos a rellenar el impreso de solicitud y a pedir una cita previa con la comisaría, por cuanto se somete al solicitante a una entrevista que suele durar entre dos y cuatro horas. En esa entrevista, es preceptiva la intervención de un letrado que pertenezca al turno de oficio de Extranjería y de un intérprete, si es necesario».
El objetivo del test por el que debe pasar el solicitante es descartar la posibilidad de que no deba ser beneficiario de la protección internacional, es decir, «detectar la necesidad de protección de la persona. Las preguntas suelen estar dirigidas a conocer la procedencia real del solicitante, porque se dan casos en los que llegan sin documentación acreditativa de su lugar de origen y pueden invocar procedencias, que no son las reales, donde realmente sí existe un conflicto armado o algún tipo de persecución que pone sus libertades en juego».
En el caso de los ciudadanos sirios, será «muy sencillo. Ellos traen sus pasaportes, sus libros de familia, sus partidas de nacimiento y sus títulos universitarios, si los tienen. Hay mucha gente muy preparada. Son casos muy diferentes a otros que he conocido. A CEAR de Sevilla, donde estuve trabajando hace años, llegaban subsaharianos, que después de atravesar Mauritania a pie y continuar con su periplo, llegaban a España sin documentación y era muy difícil acreditar su procedencia, aunque realmente estuvieran huyendo de una situación de persecución».
Tarjeta roja
Una vez realizada la solicitud de asilo, «en un mes y no más de 60 días se les expide un documento blanco. Con este documento, provisionalmente, pueden estar en el país, es decir, residen legalmente. Pero es un documento que no les autoriza a trabajar».
El siguiente paso, una vez obtenido el documeto blanco, es «solicitar la tarjeta roja de asilo, que se les concede por seis meses. La primera tarjeta roja tampoco les autoriza a trabajar. Tienen que ir renovando esa tarjeta cada seis meses, hasta que se resuelva desde el Ministerio del Interior de Madrid la solicitud de asilo, que les concede la protección internacional y que es para un periodo de cinco años. Sólo a partir de la segunda tarjeta roja se les autoriza trabajar».
Durante los meses en los que puede prolongarse su residencia legal, sin autorización para trabajar, el solicitante de asilo tendrá que apoyarse en algún familiar, si lo tuviera, o solicitar otro tipo de ayudas «para lo que también se les orientará», añade la letrada. «El ciudadano sirio al que asistimos hace dos años, vino a Irun porque tenía aquí una red familiar. Esa fue la razón por la que él decidió quedarse. Pero los que vengan a partir de ahora, si lo hacen por reparto, es muy posible que no tengan familia aquí».
El volumen de trabajo de la asociación Adiskidetual con los posibles refugiados dependerá de dónde resida la competencia para las solicitudes de asilo. «Nosotras estaremos a disposición de los que puedan venir. Todo dependerá de si la competencia para la recepción de las solicitudes va a residir únicamente en Madrid o la van a repartir por las distintas comisarías autorizadas. En caso de ser Madrid la única sede, se haría después un reparto de refugiados por comunidades, con todos los trámites jurídicos ya hechos, por lo que el apoyo que habría que prestarles aquí sería de nivel humanitario. Si por el contrario, la competencia para la recepción de solicitudes se reparte entre comisarías, entonces tendremos mucho trabajo».
Respuesta unificada
A estas alturas del éxodo sirio, las abogadas de Adiskidetuak tienen la sensación de que las autoridades europeas «intentan solucionar el problema, según criterios de números y de rentabilidad electoral. Los criterios meramente humanitarios quedan relegados y la sociedad civil se está convirtiendo en la protagonista, a la hora de reivindicar una acogida por razones humanitarias. La población está forzando a que sean más permeables las exigenncia de las autoridades europeas. Pero no todos los países tienen una visión armonizada sobre la respuesta que se debe dar a esta tragedia y mientras no haya una respuesta unificada, la solución se retardará».
No hay comentarios:
Publicar un comentario