EL DRAMA DE LOS DESAHUCIOS
El Gobierno espera que otros bancos emulen a Kutxabank
Desea que las entidades paralicen los desalojos hasta que salga a la luz la nueva regulación que hoy pacta con el PSOE
12.11.12 - 01:51 -
RAMÓN GORRIARÁN | MADRID.
La dificultad estriba en los bancos que tienen su negocio en los préstamos hipotecarios
El Ejecutivo sostiene que los desalojos no sólo han sido en primeras viviendas
La urgencia les une, pero la fórmula les separa. Los expertos del Gobierno y del PSOE se sientan hoy en torno a la mesa de negociación para discutir las medidas que frenen la ola de desahucios con recetas diferentes. El Ejecutivo sostiene que el margen para las reformas es estrecho so pena de generar una crisis en el sistema bancario. Los socialistas defienden, en cambio, que es viable poner en práctica la proposición de ley que presentaron el 25 de octubre en el Congreso para la reforma del mercado hipotecario, que mejora la posición de los deudores a costa de limar el margen de beneficio de las entidades financieras.
El Gobierno recibió con indudable satisfacción la decisión de Kutxabank de paralizar los desahucios hasta que la nueva normativa entre en vigor. Confía en que otros bancos transiten por esa misma senda sin necesidad de imponer medidas coercitivas, pero también reconoce que no va a ser fácil que el ejemplo cunda. El banco vasco tiene más sencillo que otros adoptar esa decisión porque el crédito hipotecario no es su principal negocio, a diferencia de otros en los que estos préstamos pesan mucho en sus balances.
El Ejecutivo sostiene también que, sin negar gravedad al problema de los desahucios, las cifras se han inflado. Ve muy improbable que se hayan producido 400.000 desalojos de pisos en los últimos cinco años y maneja una cifra bastante menor. Fuentes del PP indican que en la bolsa de desahucios se han incluido locales, plazas de garaje, segundas residencias y hasta propiedades con fines especulativos. Primeras viviendas, aseguran, son muchas menos.
Con todo, en la Moncloa se comparte la preocupación y la urgencia de dar una solución. Con ese espíritu, dicen en el PP, acudirá hoy la comisión de expertos gubernamentales, encabezada por el subsecretario de Economía, Miguel Temboury, a la negociación con los representantes socialistas, la diputada y secretaria de Economía del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñero, el expresidente del Banco Hipotecario Julio Rodríguez y el notario Ignacio Navas. Rajoy adelantó que el Gobierno propondrá la paralización de los procesos de expulsión de las familias más desprotegidas. Así como la ampliación del colectivo al que se aplica el Código de Buenas Prácticas bancarias y que establece que en condiciones de muy alta precariedad económica no cabe el desahucio.
La propuesta que maneja el Gobierno no implica la generalización de la dación en pago, porque no sería viable si la familia no tiene otro lugar donde vivir, según recordó el viernes el portavoz de Economía del PP, Vicente-Martínez Pujalte. El Ejecutivo es más partidario de extender la fórmula de alquiler social en la misma vivienda y de la ampliación de los periodos de carencia de la hipoteca para los deudores imposibilitados de pagar las cuotas. Todo ello, de entrada, no supondría más que unos retoques legales de rápida puesta en práctica.
El PSOE afirma que quiere ir más allá y se aferra a la proposición de ley que registró y que implicaría una notable reforma del mercado hipotecario. La iniciativa modifica cinco leyes: la hipotecaria, la de enjuiciamiento civil, la de regulación del mercado hipotecario, la de disciplina e intervención de las entidades de crédito y la de subrogación y modificación de préstamos hipotecarios.
Los socialistas aseguran que estos cambios legales no tienen por qué alargarse porque con un decreto-ley o un proyecto de ley tramitado de urgencia pueden estar en vigor a corto plazo. Hasta entonces, plantea, se deberían congelar los desalojos de las familias que no pueden pagar el crédito si se trata de su primera vivienda.
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