La Corporación más joven debatió una veintena de propuestas
El Pleno Juvenil, en el que este curso han trabajado 240 escolares, celebró ayer una sesión dedicada a la convivencia en la diversidad
Veinticinco adolescentes se sentaron ayer en los sillones de la Sala Capitular del Ayuntamiento para tomar la palabra y demostrar que tienen mucho que decir y aportar. El Pleno Juvenil cumple una década celebrándose, como un acto simbólico pero que pone el broche a un programa en torno a los derechos humanos en el que trabaja el alumnado de Irun.
Esa joven Corporación que ayer tomó la palabra estaba conformada por la alcaldesa Eider Encabo y los concejales Nerea Ogara, Nerea Petrikorena, Cristi Josan, Nerea Videa, Garazi García, Nahia Alonso, Alfredo Rayo, Allison Escate, Leire Alzaguren, Markel Garzón, Markel Sánchez, Carlota Caballero, Enaitz Risco, Naia Fernández, Adriana Albisu, Olaia Iriberri, Aritz Medina, Ander Ibargoyen, Oihane Urtizberea, Asier Perejón, Karim Sabba, Jessica Sáiz, Vladyslav Zahariuk y Nahia Bueno. Todos ellos son estudiantes de 3º de ESO de los colegios Eguzkitza, Hirubide y Txingudi Ikastola, y representaban a un total de 240 escolares que han participado en el programa Pleno Juvenil.
Antes de llegar a la Sala Capitular del Ayuntamiento, los jóvenes han trabajado durante tres meses para elaborar diecinueve propuestas que votaron en el Pleno, debatiendo y consensuando entre todos los participantes esos planteamientos. Las propuestas tienen en común que buscan mejorar la convivencia y la aplicación de sus derechos, y que afectan a la ciudad de Irun.
Se aprobaron casi todas, pero alguna quedó sobre la mesa: no hubo acuerdo, por ejemplo, respecto a solicitar que se celebre una diskofesta en el Gazteleku dos veces al mes. Aunque algunos argumentaban que esta iniciativa contribuiría a atraer a «más gente» al espacio y a «conocer nuevos amigos», se impusieron quienes opinaban que «no es necesario porque ya hay otras fiestas» y que «se podrían hacer cosas más productivas».
Diferentes posturas
En otros asuntos, en cambio, se logró unanimidad: por ejemplo, en la propuesta para solicitar al Ayuntamiento que se mejore el servicio de autobús Gautxori con una frecuencia más alta. El consenso fue casi general en la petición de implantar una jornada continua en otros los centros escolares, para «tener más tiempo libre por las tardes para dedicarlo a otras actividades»: este punto contó con veinticuatro votos a favor y sólo uno en contra. Y hubo temas que, pese a obtener un apoyo mayoritario por parte de la joven Corporación, suscitaron diferentes opiniones: los adolescentes debatieron una propuesta que planteaba reclamar una subvención al Ayuntamiento para renovar material escolar que se encuentre en mal estado. Hubo quien argumentó que «hay cosas más importantes» o quien planteó una reflexión sobre si «los estudiantes han hecho un mal uso de ese material».
El bullying, el sexismo, la integración, las desigualdades sociales... Las materias sobre las que debatieron los jóvenes demostraron el trabajo de reflexión y participación que habían realizado previamente. La delegada de Educación, Juventud y Valores, Rebeca González, quiso agradecer tanto a los estudiantes como a sus profesores su implicación en el programa del Pleno Juvenil. Asimismo, les manifestó que trasladará las propuestas realizadas por los jóvenes a las respectivas áreas municipales para que las valoren.
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