jueves, 19 de diciembre de 2019

La Diputación veta un centro de día de Irun por «deficiencias» al cuidar de los mayores

Noticia publicada en Diario Vasco,el jueves día 19 de Diciembre de 2019.

La Diputación veta un centro de día de Irun por «deficiencias» al cuidar de los mayores

El centro de día Artia está ubicado en Irun. 18 de las plazas están concertadas con Diputación y no se renovarán./F. DE LA HERA
El centro de día Artia está ubicado en Irun. 18 de las plazas están concertadas con Diputación y no se renovarán. / F. DE LA HERA

La institución foral no renovará el concierto con la empresa que gestiona el recurso Artia. Es la primera vez en los últimos cinco años que en Gipuzkoa se toma una decisión semejante, tras varias inspecciones y quejas de familiares

Arantxa Aldaz
ARANTXA ALDAZ
Una veintena de personas mayores usuarias del centro de día Artia de Irun serán trasladadas de recurso o deberán volver a sus domicilios por las «deficiencias» en sus cuidados detectadas en las citadas instalaciones. Según ha podido saber DV, la Diputación ha decidido no renovar el contrato con la empresa que gestiona el servicio, y con la que tenían concertadas 18 de las 23 plazas que tiene el centro, si bien una de las plazas no estaba en la actualidad ocupada. Se trata de una medida extraordinaria. Es la primera vez en los últimos cinco años en que la institución foral toma una decisión de semejante calibre al entender que se deben cumplir «los estándares de calidad de nuestro modelo de atención». En las últimas semanas, las familias de los usuarios han sido informadas de la situación y del traslado que se efectuará a partir del 1 de enero, una vez expirado el contrato en vigor, según fuentes del Departamento de Políticas Sociales.
Varias quejas de usuarios y familiares así como inspecciones periódicas realizadas en el centro han desembocado en esta decisión. Las citadas fuentes forales aseguran que los problemas no son de tal gravedad como para reubicar de urgencia a los usuarios, pero sí suficientemente reiterados como para no seguir contratando las plazas con esa empresa.
Desde hace meses, familiares de varios ancianos han venido trasladando a la institución foral y al Ayuntamiento de Irun su «preocupación» por cómo se estaba atendiendo en el centro de día a los usuarios. Uno de los problemas denunciados es supuestamente la falta de calefacción en pleno invierno, carencia que habría motivado que algunos mayores regresaran con frío a sus casas ya por la tarde, sin poder entrar en calor durante horas. También han referido problemas con los horarios de los desayunos y las comidas, al parecer, sin margen de tiempo suficiente entre ellos, lo que hacía que se concentrara no solo la ingesta de alimentos sino la toma de medicación pautada a esas horas.

Las claves

1.797 plazas
hay en centros de día de Gipuzkoa, de las cuales 1.557 están concertadas con la Diputación. Los usuarios acuden a la mañana y regresan a la tarde a sus domicilios.
208 inspecciones
en centros de mayores (residencias y centros de día) se realizaron en 2018, los últimos datos publicados por la Diputación. El 59% se correspondió a inspecciones planificadas y el resto, 41%, a inspecciones por sorpresa.
El caso
Centro de día Artia
Ubicado en Irun, se abrió en 2006 con 23 plazas para mayores. Ofrece servicio de 08.00 a 20.00 horas
Contrato
El contrato con la Diputación, con la que tiene concertadas 18 plazas, expira el 31 de diciembre
Sin renovación
La Diputación no renovará el contrato por «deficiencias» en la atención a los usuarios.
La Diputación explica que en el caso del centro Artia se ha hecho «un seguimiento estricto de la atención prestada», tanto en el marco de las inspecciones rutinarias que se realizan desde el servicio foral en todos los centros de día y residencias del territorio como tras recibir cualquier queja, lo que motiva también una visita de los inspectores. En caso de que se detecte una deficiencia que se pueda corregir, el servicio realiza el seguimiento y solicita al centro que tome las medidas correctoras necesarias.

«Pérdida de confianza»

La Diputación asegura que, tras varias inspecciones y comunicaciones realizadas a los gestores del centro de día, se ha llegado a una situación de «pérdida de confianza, ya que se han detectado deficiencias en la atención, sobre todo los últimos meses, por parte de las inspecciones realizadas desde la Diputación, y, por otra parte, por las solicitudes de traslado y las quejas recibidas por parte de los familiares de los y las residentes».
Fuentes forales remarcan que «la Diputación cumple con su deber de vigilar que en todos los centros del territorio se cumpla con los estándares de calidad de nuestro modelo de atención. Por tanto, y en base a ello, se toma la decisión de no renovar el contrato -con el centro de día Artia- que finaliza el 31 de diciembre de 2019, y se comunica a la empresa dentro del plazo establecido por la ley». La Diputación reubicará a los usuarios en otros centros de día del municipio. «En las últimas semanas se han venido trabajando estas reubicaciones con las propias familias y personas usuarias, en base a sus preferencias», informan desde el Departamento foral de Políticas Sociales. La reubicación de los mayores usuarios de las plazas concertadas en este centro será efectiva el 1 de enero.
La empresa dice que en la resolución no se les notifica ningún motivo
La empresa que gestiona el centro de día Artia de Irun afirmó ayer que en la resolución recibida de la Diputación «solo nos comunican el vencimiento de plazo» del contrato, que expira el 31 de diciembre de este año. «No nos comunican ningún motivo», añadieron las citadas fuentes que están estudiando recurrir la decisión foral. Preguntada por las «deficiencias» detectadas por la Diputación, que ha motivado la decisión de no renovar las plazas concertadas, la empresa se ciñe a la notificación recibida a principios de este mes y reitera que «no se nos comunica nada», más allá de la no renovación del contrato.
El centro Artia se abrió en 2006 y está ubicado en la calle Julio Caro Baroja de Irun, con capacidad para acoger a 23 personas mayores de 60 años, tanto a personas con dependencia como a personas autónomas. Según la información publicada el día de su apertura, las instalaciones contaban en su inauguración con dos baños geriátricos, tres aseos (uno de ellos para el personal), un comedor, una sala de reposo y un despacho. También se ofrecían servicios de podología, fisioterapia, peluquería y asistencia psicológica. El centro abre de 08.00 a 20.00 horas.
En la actualidad, de las 23 plazas 18 están conveniadas con la Diputación, si bien una de ellas no estaba en estos momentos ocupada. El contrato de concertación expira el día 31 de este mes. A partir del 1 de enero, el centro ya no contará con plazas financiadas por la Diputación, lo que, según ellos, les aboca al cierre del recurso.
La decisión de no seguir concertando esas plazas con el centro irunés no significa el cierre de las instalaciones, puesto que en teoría la empresa está legalmente autorizada para seguir operando de forma privada, como hace hasta la fecha con las plazas disponibles para su actividad privada.
Los últimos datos publicados por la Diputación, referidos al ejercicio 2018, detallan que ese año se realizaron 285 inspecciones en todos sus recursos, de los cuales 208 se realizaron en centros para personas mayores. El 59% correspondieron a visitas planificadas, y el resto se cursaron por sorpresa. Además de las inspecciones, también se controla el funcionamiento de los centros cuando se recibe una queja. En 2018, fueron 43 reclamaciones relacionadas con los ratios de personal, horarios de las rutinas en la atención, problemas en el cuidado sanitario, o pérdida o robo de pertenencias personales.
El precedente de una residencia que ataba a los ancianos
Las «deficiencias» detectadas en el centro de día Artia de Irun, y que han motivado que no se renueve el contrato con Diputación, no son habituales y la mayoría de controles rutinarios que efectúan los servicios de inspección se saldan con un aprobado. Sin embargo, existe un precedente hace tres años de mayor gravedad, en este caso un geriátrico en Donostia donde se destapó que se ataba a los mayores y carecía de personal suficiente para la atención. Fue en 2016. Aquella vez se adoptó una solución transitoria que permitió no dar de baja las plazas concertadas con el centro, ya que se continuó prestando la atención pero sin el gestor del centro, y una vez corregidas todas las irregularidades. Finalmente, fue una compañía religiosa la que se hizo cargo de la actividad, sin que haya habido nuevos problemas. En la actualidad, más de 5.000 personas mayores están ingresadas en residencias, y la red cuenta además con más de 1.700 plazas en centros de día. Del total, cerca del 90% del sector está concertado con Diputación, que financia el servicio.

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