Una víspera de la patrona de Irun diferente
Virgen del Juncal. Ayer tuvo lugar la última novena en honor a la patrona de Irun, sin coro en la Salve, y la Banda volvió a actuar
Como viene siendo habitual, la víspera de la festividad de la Virgen del Juncal, patrona de Irun, es un día marcado en el calendario. La última novena con la Salve de Hilarión Eslava y el concierto de la Banda de Música Ciudad de Irun son protagonistas cada 7 de septiembre y, a pesar de que este año todo sea un tanto atípico, se volvió a homenajear a la patrona con estrictas medidas de seguridad.
Para llegar al día grande de hoy, desde el 30 de agosto se han venido celebrando las Novenas. El párroco de la Iglesia del Juncal, Fernando Jiménez, explica que «desde el primer día ha acudido mucha gente y con mucho miedo» por la Covid-19. Para las ceremonias no se ha podido sobrepasar el 75% del aforo (680 personas sentadas) y Jiménez asegura que no se han pasado «ningún día», pero alguno lo han «raspado».
Como bien dice Fernando Jiménez, es «un poco raro» que un cura no haya querido que la gente fuese a la iglesia, teniendo en cuenta la limitación de aforo. «Estamos encantados y por eso hemos puesto toda la carne en el asador para no pasarnos del aforo». A pesar de todos los problemas, subraya que los asistentes están «muy contentos» con las Novenas realizadas. Además, Jiménez asegura que todos los párrocos de Irun han pasado durante estos nueve días y siete coros han hecho lo propio: «En este sentido ha sido todo un éxito».
Para poder organizar las Novenas y las misas que se vienen oficiando desde mayo, en este caso la Iglesia del Juncal ha tenido que adoptar una serie de medidas para cumplir con los requisitos establecidos. «Los bancos están marcados para que la gente sepa dónde se tiene que sentar, las puertas están abiertas de par en par para que no las toquen, hay gel hidroalcohólico, no se da la comunión más que en la mano, no se da la paz, no hay agua bendita en las pilas...», explica Fernando Jiménez. «La situación es muy fría y triste, pero la gente ya está acostumbrada».
La Banda, a la mitad
Ayer, la interpretación de la Salve de Hilarión Eslava no corrió a cargo del coro parroquial, sino que lo entonaron los asistentes para tener así más aforo. «Ha sido una Novena normalita», relataba el párroco tras la ceremonia. Después, se dio paso al concierto de la Banda de Música Ciudad de Irun, que volvió a ofrecer una actuación presencial tras más de seis meses de parón por culpa de la pandemia de la Covid-19.
Fue Alazne Alberdi quien dirigió el concierto en sustitución de Garikoitz González, director de la Banda. Bajo su batuta estaban alrededor de 20-25 músicos, la mitad de lo habitual, ante una plazoleta del Juncal con aforo reducido y distancias interpersonales.
El concierto se dividió en dos partes: en la primera se tocaron Semper Fidelis, de J. P. Sousa; Moment for Morricone, de E. Morricone; Del Bocho, de N. Tejada; y 76 trombones, de M. Willson. En la segunda, en cambio, fue el turno de Sangre de artista, de J. Texidor; Mazurka de la zarzuela 'Luisa Fernanda', de F. Moreno Torroba; We are the champions, de F. Mercury; y Abba Gold, de R. Sebregets. Como viene siendo habitual, el concierto concluyó con el Himno a la Virgen del Juncal.
Misas para hoy
Tras las Novenas de los últimos días y la Salve de ayer, para hoy, 8 de septiembre y festividad de la Virgen del Juncal, hay programadas varias Eucaristías en distintos horarios: a las 10.30, 12.30 y 19.30 horas en la Iglesia del Juncal, para honrar a la patrona de Irun.
El párroco de la Iglesia del Juncal, Fernando Jiménez, anima a la ciudadanía a acudir a la Eucaristía en «un día muy especial para todos».
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