HUELGA DE LOS MONITORES DE TRANSPORTE ESCOLAR
«Tenemos que dejar el trabajo para recoger a nuestros hijos»
La huelga de monitores de autobús y de patio de centros escolares públicos obliga a cientos de padres a modificar sus horarios laborales para poder recoger a sus hijos
22.01.14 - 07:15 -
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La huelga de monitores de autobús y de patio de centros escolares públicos obliga a cientos de padres a modificar sus horarios laborales para poder recoger a sus hijos y llevarlos a casa. En el centro Txingudi Ikastola de Irun, además, crece el número de personas que va a buscar a los niños en coche, imposibilitando la circulación e incrementando el enfado de los afectados.
Los padres de los alumnos explican que entienden las reivindicaciones de los trabajadores pero señalan que“los que pagan al final son los niños”. Por ello piden al Gobierno Vasco que procure buscar una solución rápida a un conflicto que está a punto de enquistarse y de derivar en una huelga indefinida a partir del próximo lunes.
Ayer tuvo lugar la segunda jornada de huelga de los monitores de transporte escolar y de patio de los centros de enseñanza públicos de Euskadi, que transcurrió sin que las empresas que prestan el servicio "hayan mostrado interés en negociar". Los trabajadores se quejan de la incertidumbre en la que se hayan y de sus condiciones"con toda la jornada hipotecada para a veces trabajar una hora por la mañana y otra por la tarde".
Según fuentes del sindicato ELA, convocante de la protesta junto con LAB, UGT y CCOO, dichas empresas no han llamado a las centrales, ni han articulado una respuesta ante la huelga de tres días de esta semana en el sector, que finaliza hoy.
En el caso de que no existan contactos, los cerca de 500 trabajadores que componen este colectivo están llamados a una huelga indefinida a partir del próximo lunes, día 27.
El paro desarrollado estos dos días ha sido del 90-95% en Bizkaia; 65%en Gipuzkoa y un 55% en Álava, según las mismas fuente. Este sindicato, junto a LAB, UGT y CCOO, convocan la protesta porque reclaman un convenio "blindado" ante la última reforma laboral, que incluya la ultraactividad indefinida hasta la firma de un acuerdo que lo sustituya.
También demandan un incremento que acerque al colectivo a la equiparación salarial con la categoría laboral equivalente en el sector público.
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