Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa,el viernes día 13 de Febrero de 2015.

El color del Carnaval aterriza en Irun

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• Zanpantzar desfiló por la ciudad ayer, Jueves Gordo, anunciando el inicio de las fiestas

• Tras el recorrido desde San Miguel, la plaza del Ensanche acogió el 'Vals de los gigantes'

• JOANA OCHOTECO
 
• IRUN

13 febrero 201508:15

El Carnaval es una fiesta colorida, marcada por una diversión que siempre tiene un punto irreverente. Zanpantzar, un año más, representó a la perfección el espíritu carnavalesco en su desfile del Jueves gordo. Ayer por la tarde, el gigante recorrió las calles del centro anunciando el inicio de las fiestas.

Otra de las señas de identidad del Zanpantzar irundarra es que siempre va muy acorde a la actualidad: su disfraz de pierrot, un payaso triste vestido en tonos blancos y negros, representaba esa falta de alegría o ilusión que, en muchos casos, suele ser demasiado habitual en estos tiempos. Pero Zanpantzar no es un personaje que se deje llevar por conformismos ni negativismos: por eso, de su cabeza brotaba el colorido indispensable para iluminar el pensamiento, más necesario que nunca. Como explicaba Xabier Garate, el artesano que cada año prepara el disfraz de Zanpantzar, «Se suele decir que las cosas no son blancas o negras y que hay una enorme gama de grises. Pero Zanpantzar no lo ve así; lo que ve es que entre el blanco y el negro hay un mundo de colores».

La comparsa del gigante

Zanpantzar no desfiló solo: en su recorrido desde la plaza Alberto Anguera le acompañaron un grupo de gaiteros, alumnos del Conservatorio, Auntza Trikitrixa Taldea, Txingudi Dultzaineroak y Bidasoako Erraldoiak. Tras recorrer el paseo Colón, la comitiva entró a la plaza del Ensanche para celebrar allí el tradicional 'Vals de los gigantes', acto en el que colaboraró también Bidasoako txaranga.

Los irundarras volverán a tener ocasión de ver a Zanpantzar durante los desfiles de Carnaval de este fin de semana. El gigante se despedirá el martes que viene, cuando su figura será quemada durante el entierro de la sardina.