domingo, 8 de noviembre de 2020

Bonos para dar vida a la ciudad

Noticia publicada en Diario Vasco,el Domingo día 8 de Noviembre de 2020.

Bonos para dar vida a la ciudad

Irun Aurrera. La segunda campaña de los vales de descuento está ayudando a incentivar las compras en el comercio local, pero la clave está en la decisión que tome el consumidor

Comercio local. Los ciudadanos de Irun tienen a su alcance laopción de utilizar 10 bonos de descuento. / FOTOS F. DE LA HERA
Comercio local. Los ciudadanos de Irun tienen a su alcance laopción de utilizar 10 bonos de descuento. / FOTOS F. DE LA HERA
EKAITZ RETAMOSA
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El Ayuntamiento de Irun, en su apuesta por el comercio local en plena pandemia por la Covid-19, puso en circulación el jueves 29 de octubre los bonos de la segunda campaña de Irun Aurrera. Con un presupuesto de 150.000 euros, el área de Impulso de Ciudad trata de poner en marcha nuevas fórmulas para que la hostelería y los establecimientos de la ciudad sufran lo menos posible la actual situación. En total son 15.000 bonos de 10 euros cada uno los que se han habilitado, de los cuales 2.500 se consumieron en dos días y ahora ya se han agotado más de la mitad.

La campaña se prolongará hasta el 4 de diciembre y cada irundarra, mayor de 16 años, podrá hacer uso de hasta 10 bonos. En tiendas y comercios, en una compra de 30 euros el Ayuntamiento subvenciona 10 euros, mientras que en la hostelería el gasto debe ser de 20 euros.

Son 168 los establecimientos adheridos (en la campaña de verano fueron 137), de los cuales 145 son comerciales y 23 hosteleros. La diversidad reina en esta actividad: tiendas de ropa, de golosinas, papelería, bares y restaurantes... Todos los sectores locales tienen cabida en este programa.

Tinta Cómics

En una semana los 89 bonos de Tinta Cómics «volaron», dice Miren Itsaso Martín, mientras que en la campaña de verano tardaron 15 días. «Ahora la gente ha estado más atenta y el primer día mucha gente ya fue a por los bonos». Explica que, con la prohibición de movimiento entre municipios, «ha habido gente de Tolosa y Donostia, que solía venir, que no ha podido aprovecharse de los bonos».

Miren Itsaso Martín también se ha aprovechado de los bonos para consumir en otros comercios. «Como ciudadana he agotado enseguida mis 10 bonos», comenta entre risas. «Fui a Folder, a Elkar, compré un montón de pilas en Fonseca para los 'muñequitos' y la decoración... Al final he ahorrado 100 euros con los bonos gracias al Ayuntamiento».

Beds Irun

«En mi caso se han consumido muy pocos», comenta Pilar Díez, de Beds Irun, sobre los bonos Irun Aurrera. «Son ventas de mucho importe ya que el producto que se vende es de gran cantidad, que es el producto del descanso, donde un ahorro de 10 euros no hace apenas nada».

Es en el textil donde más ha canjeado dichas ayudas: sábanas, almohadas... Valora que «con bonos o sin bonos» la situación sigue igual de «parada». Pilar Díez propone que los comercios y empresas con ventas de alto importe deberían tener otro tipo de bonos, gestionados de una manera «diferente», donde el cliente se ahorrase «100 o 200 euros».

Marrubi Goxokiak

Mikel Castro, de Marrubi Goxokiak, es uno de los comerciantes que más la 'lía' en redes sociales. Siempre apoyando al comercio local y facilitando la compra al cliente. Dentro del programa Irun Aurrera, diseñó sus propios vales, funcionando «de una manera rústica», asegura. «Los encargué por mi cuenta, pagándolos de mi bolsillo, para que la gente pueda disfrutar hasta el 31 de diciembre de la ayuda».

En apenas cinco días volaron los vales de Marrubi Goxokiak. «La gente paga al momento los 20 euros y tiene hasta final de año para consumir 30 euros. Cada vez que vienen, en vez de pagar con dinero, pagan canjeando el vale». Cuenta que es extraño que la gente haga un gasto grande de compra de golosinas, por lo que decidió apostar por esa fórmula con el único fin de «ayudar al cliente para que consuma», ya que con estos bonos él no nota «el incremento de venta».

Es tiempo de reinventarse y Mikel Castro espera poner pronto en marcha su última idea para Marrubi Goxokiak: servicio a domicilio. «Es ahora o nunca», asegura. «Hay tardes de sofá y 'peli', y con el invierno puede ser una oportunidad. Creo que hay que hacerlo, así que adelante».

Bar Manolo

El sector hostelero ha visto cómo de la noche a la mañana han tenido que bajar la persiana. En el próximo mes, la vida social que se realizaba en bares y restaurantes dejará de existir. Es por eso que el alcalde José Antonio Santano anunció el pasado viernes que los bonos de Irun Aurrera se alargarían más allá del 4 de diciembre para el sector hostelero. En el caso del Bar Manolo, aún queda la mitad de los bonos por consumir. José Mari González explica que «ayudan al cliente para que consuma en la ciudad», pero a pesar de ello le parece «insuficiente».

González cree que hay «un desconocimiento» en la ciudad. «Nosotros lo que hacemos es comentarle al cliente la posibilidad de canjear esos bonos; al final hay algunos que los utilizan y otros no». José Mari González destaca la importancia de la campaña ya que, en julio, cuando se les terminaron los bonos, la gente «anulaba reservas al saber que ya no había bonos».

Así, la ciudadanía de Irun tiene oportunidad de consumir en el comercio de la ciudad. «Cualquier ayuda es buena», tal y como dice Mikel Castro, de Marrubi Goxokiak. Como señaló el alcalde José Antonio Santano el pasado viernes, «la clave está en la decisión de cada uno de nosotros de bajar a la calle, de ir a la tienda del barrio o del centro, de comprar en el comercio de proximidad y no en Amazon».

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