«Buscamos empresarios que apadrinen nuestros pequeños negocios»
El martes, a las 19.00, ofrecerá una charla en el antiguo hospital sobre los proyectos de desarrollo de Villarrica (Paraguay)
- MARÍA JOSÉ ATIENZA | IRUN.
La misionera baztandarra Mari Cruz Andueza se encuentra estos días en Irun para dar cuenta de los proyectos que se están llevando a cabo en el polo de desarrollo de Villarrica (Paraguay), muchos de ellos apoyados por la ONG Behar Bidasoa. A la campaña de apadrinamiento para la educación de niños, el programa de microcréditos y la cooperativa campesina, se suma ahora la incubadora de empresas Lansol, que ya ha dado sus primeros frutos, pero que necesita toda la ayuda que se pueda conseguir.
–¿Se ha visto afectada Villarrica por la crisis económica?
–En Villarrica la crisis no se ha notado, porque allá estamos en crisis permanente y, a pesar de todo, seguimos sacando nuestros proyectos adelante. Cuando venimos aquí, no vemos la crisis en la calle, no la notamos, pero sí sabemos que hay gente pasando apuros.
–¿Puede avanzar algo sobre el contenido de la charla que ofrecerá el martes en Irun?
–Va a versar sobre el proceso de desarrollo económico y social que estamos procurando en Villarrica, mediante la Asociación Jopoi. Nuestro objetivo es promover el desarrollo de la persona, la familia y la sociedad, no desde una línea asistencialista, sino desde la promoción de la propia población. Se trata de que ellos vean por dónde pueden salir adelante y de apoyarles.
–Ahora están centrados en el proyecto Lansol, una incubadora de empresas.
–Sí, es un proyecto que ha salido adelante, a través de la Agencia de Cooperación Española y después de muchos años de trabajo. El Ayuntamiento de Irun, a través de Behar Bidasoa, aportó también una ayuda a este proyecto para crear, ampliar y construir algunos talleres. Allá no hay empleo para los jóvenes, igual que aquí, aunque la situación no es comparable. Algunos jóvenes tienen ideas, pero no pueden llevarlas adelante. Por eso, constituimos la incubadora de empresas, en la que trabajan dos ingenieros, un economista y un especialista en formación.Le pusimos el nombre de Lansol (lan, de trabajo en euskera y sol, de solidario). Ayudamos a crear pequeños negocios, sean en zona rural o urbana. Acogemos los emprendimientos en la incubadora el tiempo que necesiten y se les hace luego un seguimiento.
–Lansol ya ha dado sus primeros frutos. Hay una veintena de pequeños negocios en marcha.
–Hay siete pequeñas empresas intramuros, es decir, en el interior de la incubadora y trece que ya están fuera, funcionando. Hay empresas agrícolas, de jardinería, de hostelería, de informática, de carpintería, talleres de confección, un consultorio de psicología... Algunas son empresas de una sola persona y otras dan trabajo a varias personas.
–En su visita a Irun, va a hacer un llamamiento a los empresarios de la comarca para pedirles colaboración.
–Allá, en Villarrica, hemos creado un sistema de empresas que ayudan a otras más pequeñas, pero no tenemos empresas fuertes. Me gustaría hacer un llamamiento a empresarios de aquí para que apadrinaran pequeños negocios de allá. Ya sé que este no es un buen momento, pero allá con 200 ó 500 euros, una persona puede alquilar un local y comprar la máquina o el material que necesita para poner en marcha una pequeña empresa. Con muy poco se hace mucho. Así como a los padrinos bidasotarras de los niños de Villarrica yo les escribo para contarles que han acabado la Primaria, o que han hecho el Bachillerato, o que empiezan la Universidad, me gustaría poder escribir a empresarios de aquí para contarles cómo va la empresa que ellos ayudaron a crear.
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