Irun Rock congregó a más de mil personas el sábado en Ficoba
Era la gran apuesta del festival, que programó además cuatro conciertos gratuitos. Los organizadores, de la asociación Men of Rock, han visto cumplidas sus expectativas y trabajan «desde ya» para que en 2015 sea «aún mejor»
- IÑIGO MORONDO | IRUN.
Once grupos en cuatro días de música, con el foco especialmente puesto en la tarde noche del sábado que, con los pabellones de Ficoba como escenario, presentaba cinco bandas en directo en una sesión que se prolongó más de ocho horas y a la que asistieron mil personas previo pago de la entrada. Es el balance en números de un Irun Rock que, en esta quinta edición, ha dado un salto cualitativo. Ha pasado de una oferta de conciertos gratuitos exclusivamente, a combinarlos con ese espectáculo de pago. Era una apuesta arriesgada pero necesaria para posicionar el festival en una perspectiva más ambiciosa y atraer grupos de renombre.
«Pasar de un gran festival gratuito a un festival de pago tenía su dificultad. Pero hemos conseguido movilizar a la gente de Irun y también de la provincia y de más lejos», explicaba ayer Iñaki Estévez, de la asociación irundarra Men of Rock. «Hemos cumplido las expectativas, diría incluso que estamos sorprendidos». Después de haber puesto a la venta 1.200 billetes para la noche del sábado el resultado es «una maravilla, más en estos tiempos que corren», valoraba Estévez. «Sin duda es un éxito».
El buen resultado de esta quinta edición grantiza que «el año que viene volverá a haber Irun Rock, sin duda. Y llegará mejorado, porque seguimos en la intención de crecer exponencialmente. «Ficoba tiene un potencial increíble: espacio exterior, más pabellones. Ya este año teníamos muchas ideas que no hemos implantado. Se pueden montar más escenarios, traer más grupos... Y, sobre todo, empezar a trabajar ya en un potente cabeza de cartel para la próxima edición».
El proceso de transformación en esta edición ha supuesto mucho trabajo para una asociación cuyos miembros no son profesionales. Algunos, como el propio Estévez, han trabajado en este proyecto durante «más de nueve meses» y otros cinco «desde hace cuatro meses. En estos cuatro días, hemos sido doce personas en la organización trabajando en jornadas de 12 horas. Ha merecido la pena. No ha habido ningún percance, aunque sí muchas cosas que se pueden mejorar para que todo el mundo, las bandas y el público, esté aún más a gusto el año que viene». El objetivo es convertir Irun en el escenario de la última gran cita estival. «Irun Rock aparece ya como un festival de verano en las revistas especializadas, como un referente».
Y conciertos en la calle
De los conciertos gratuitos programados entre el jueves y el domingo en las calles de la ciudad, Estévez destacó la sesión del viernes en la plaza de San Juan con los guipuzcoanos Frank y La Bona Dea y los madrileños Pantones. En los anteriores Irun Rock, el formato gratuito en la plaza de San Juan había sido el plato fuerte en jornada de sábado, así que valoraba que «hubo bastante gente y muy buen ambiente. Fue una buena noche y el 'experimento' funcionó bastante bien».
También aquí se prevén novedades de cara al próximo año en el que el festival quiere contar con la plaza Urdanibia, «que este año teníamos en obras». Tiene clara la apuesta de seguir ofreciendo música gratis en la calle, «siempre en diversos escenarios», y conservar ese concierto del domingo a mediodía «que ha vuelto a funcionar muy bien y que creo que fue divertido para los músicos y para el mucho público que había en esa zona a esa hora».
También desde el propio Ayuntamiento valoraban positivamente el desarrollo del festival y destacaban «la gran respuesta de público y grupos, lo que contribuye a fortalecer esta cita en la agenda musical no sólo en nuestra ciudad, sino también de alrededores como se ha podido comprobar en la gente llegada de otros municipios».
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