MERCHE MODA HOMBRE CINCUENTA AÑOS DE INTELIGENTE ACTIVIDAD COMERCIAL
Cuando hace cincuenta años María Josefa y Merche Echeverria Chantre abrieron un negocio de Moda hombre en uno de los ángulos de la calle Serapio Múgica tendrían las dudas razonables que se desprenden de la mayoría de los negocios en sus primeros pasos.
Esas dudas quedaron favorablemente disipadas. Ello se debió, esencialmente, al fino sentido comercial de las dos hermanas de Lastaola, finura que principalmente consistía y, sería luego la norma del negocio, en un trato con el cliente en el que la amabilidad estaba a la misma altura que la pericia que propiciaba la venta. Y a ello se añadía y se añade que la pericia no desentonó nunca ni desentona del producto ofrecido. Maria Josefa y Merche, mas que comerciantes en el sentido de utilidad que se le da a esta palabra, eran dos trabajadoras en las que su vocación por hacer bien las cosas dejaba en plano inferior a casi todo lo demás. Gozaban con lo que hacían, es decir, trabajan con y a gusto y así se reflejaba en la buena marcha del negocio sometido,en determinados momentos, como casi todos, a los avatares propios de la vida comercial, siempre superados. Pero el espíritu emprendedor, aquel espíritu del comienzo ha tenido sus continuación en familiares muy cercanos. María Josefa se jubiló hace unos años y la actividad se ha extendido al comercio llamado Capeletti en el centro comercial Mendibil. Desde ese jubileo se da por seguro que se seguirá de otra manera, pero se seguirá, atentamente, la marcha del negocio. Lo que se crea, como se creó el negocio de Serapio Múgica, repetimos, ahora, en Junio, hace 50 años, deja una estela que siempre estará unida a las fundadoras.
En 1.964, el de la inauguración, Merche fue cantinera en la compañía de su barrio, la del Bidasoa, portadora de la enseña irunesa. La cosa no queda ahí y por el cauce sanmarcialero transita su hija Juncal, cantinera,¡ como no!,en la misma compañía en 1.979. Completa la aportación al Alarde de los habitantes de Lastaola la intervención como abanderado en la misma compañía de Cástor Bengoechea, esposo de María Josefa, y del padre de esta última, Vicente.
Como se ve, esos cincuenta años de inteligente actividad comercial han tenido un complemento de irundarrismo intenso. Si desde lugares que nos queremos imaginar, D. Vicente Echeverría y Doña Mercedes Chantre contemplan la labor de sus hijas, de sus familiares, su satisfacción íntima nunca dejará de acompañarles.
Iván Pagola.
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