Peña: «Queremos que la atención residencial se parezca al máximo a la domiciliaria»
MAITE PEÑA, DIPUTADA DE POLÍTICAS SOCIALES, La responsable del área social de la Diputación avanza la creación de un centro de estudio sobre el modelo de residencias
- GAIZKA LASA | SAN SEBASTIÁN
La más joven de las diputadas forales gestionará el departamento con presupuesto más alto de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Maite Peña (Errenteria, 1975) acumula mayor recorrido en la trastienda de la gestión de políticas sociales que en el candelero de los circuitos mediáticos. Se autoinculpa por una presunta falta de desenvoltura ante quien porta una cámara y una grabadora, pero apuntala con determinación el fondo de los asuntos que le competen. Presidenta de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Errenteria, portavoz en las Juntas de política social en la anterior anterior legislatura del PNV, responsable del área de servicios sociales de este partido en Gipuzkoa...
- La relevancia del cargo cambiará, pero no podrá decir que no conoce la materia de su departamento...
- Los anteriores cargos me han ayudado a coger perspectiva pero lo que más respeto me da es trabajar con las necesidades de la gente. Nos adelantamos y damos respuesta a situaciones muy delicadas en las que la persona está en el centro. Eso es lo que verdaderamente impone.
- Entre todas esas situaciones delicadas que le va a tocar gestionar, ¿cuál de ellas tiene especial prioridad?
- Al hacer el análisis del departamento surgen varios frentes urgentes, pero es verdad que el tema de la dependencia va a cobrar especial relevancia. La pirámide de la población se ha invertido, con más personas mayores y con mayor esperanza de vida. El modelo social y familiar también han cambiado. Antes había más familias de varios miembros y ahora las monoparentales están a la orden del día. Por consiguiente, la necesidad de ayuda pública es mayor. Las políticas de envejecimiento activo cobran importancia en este contexto.
- ¿Podría concretar alguna de esas políticas a las que se refiere?
- Por ejemplo, al servicio de ayuda domiciliaria tenemos que darle una vuelta. Una línea que queremos poner en marcha es la del cuidado al cuidador. El que atiende a otras personas también debe recibir cuidado y formación para saber cómo prestar su servicio lo mejor posible.
- Las residencias serán otro gran foco de gestión...
- Por supuesto, y una de las primeras cosas que vamos a hacer es establecer un centro de estudio del modelo de residencias. Parar y mirar hacia dónde tenemos que avanzar para que el día a día no nos coma. El objetivo será una atención residencial que se parezca al máximo a la atención en el domicilio. Se está investigando y parece que es mejor para el residente. Esto requiere otros ratios de atención y tiene consecuencias en otros ámbitos como la sanidad.
- ¿No es válido el modelo actual?
- Quiero dejar claro que la atención que se presta ahora en las residencias es muy buena. Pero no nos podemos quedar ahí. Esta tiene que ser la legislatura en la que mejoremos el servicio de atención a las personas. Lo primero será establecer el centro de investigación en Gipuzkoa y cuando vayamos teniendo los resultados de esos estudios iremos implementando acciones.
- ¿El centro requerirá una nueva infraestructura?
- En principio, no. Aprovecharemos alguna existente. Nos pondremos a ello en septiembre. Necesitamos que se investigue para no quedarnos estancados.
- Hablando de residencias... ¿Cómo gestionarán Kabia?
- Queremos modificar el objeto de Kabia para asumir únicamente la gestión de las 16 residencias municipales tal y como exige la ley. Bildu quiso incluir otro tipo de políticas públicas con un trasfondo de publificar el sector y gestionar, por ejemplo, la discapacidad. Creemos que la riqueza del modelo guipuzcoano es la colaboración con el tercer sector, que debemos proteger y profundizar. En la anterior legislatura se ha roto esa interlocución. El tercer sector, compuesto por organizaciones sin ánimo de lucro como Atzegi o Gureak, es muy fuerte en Gipuzkoa y hace una gran labor.
- Los ayuntamientos se quejaron por no poder cumplir la exigencia de creación de determinadas plazas de residencia en los plazos que exigía la Diputación...
- Si queremos avanzar hacia un modelo cohesionado, tenemos que hacerlo no sólo de la mano del tercer sector sino en colaboración con los ayuntamientos, y no sólo en el plano ejecutorio sino también en lo que respecta a planificación. Tenemos que intensificar la relación con los consistorios porque son ellos los que están en el primer nivel de atención y escuchan al ciudadano. Lo interesante es hacer una buena previsión de plazas, ver en qué comarcas y qué plazos se crean. También en la última legislatura hubo una ruptura entre Diputación y ayuntamientos.
- Pero ya hay un mapa de servicios sociales que fija las plazas...
- Porque lo ha dejado aprobado el anterior Gobierno en su último consejo. No es algo muy elegante cuando la cartera de servicios del Gobierno Vasco, que establece qué servicios hay que poner en marcha, está en tramitación interna y pendiente de publicar. Ahora nos toca revisar todo el mapa y ver si es un documento técnico o impregnado de política.
- ¿Qué recoge dicho mapa?
- Dónde y cómo se aplican los diferentes recursos en cuanto a residencias, discapacidad o salud mental. Podríamos cambiarlo llevando al consejo la modificación, pero hay que tratar de que estos temas no sean volátiles y de dar estabilidad al país. Veremos.
- Ha citado la salud mental. ¿Requiere cada vez mayores recursos?
- Sí, es un frente que nos viene y que está cobrando especial relevancia. Además, cada vez hay más jóvenes afectados, por lo que requieren protección durante mucho tiempo. Estamos estudiando cómo hacer frente a esta cuestión. Aquí son claves la detección precoz y la coordinación con Osakidetza. Para que el ingreso en la residencia sea el último recurso, ponemos una serie de programas intermedios de acompañamiento.
- Hay quien critica al PNV por estar más con las élites que con los más desfavorecidos...
- A los hechos me remito para desmentirlo. La mayor infraestructura que hay en Gipuzkoa no tiene que ver ni con carreteras, ni con incineradoras, ni con puertos. Es la infraestructura social. Y este sistema de protección social lo ha construido el PNV con más gente. El modelo guipuzcoano está siendo estudiado y está dentro de los más avanzados de Europa. Por otra parte, hay que decir que Bildu ha hecho una política continuista, con muy poca innovación.
- ¿Cómo describiría ese modelo?
- Tiene sus características. La primera: el trabajo con el tercer sector, que aporta un plus de importancia al modelo. Segundo, la gran labor de prevención. Es decir, no sólo atender al que ha caído, sino evitar que otros caigan. Y en cuanto al ámbito asistencial, hay un modelo homogéneo y de muy buen nivel de asistencia.
- ¿La reactivación de grandes proyectos que reivindica el nuevo Ejecutivo puede mermar el presupuesto de su departamento?
- No vamos a dar ni un paso atrás en el apoyo de políticas sociales y vamos a mejorar la calidad de los servicios. Que quede claro que el sistema de protección social no se va a resentir. Lo que sí vamos a hacer es incorporar mecanismos de evaluación de las políticas sociales tal y como ocurre en otros ámbitos para comprobar la eficacia de lo que vamos aplicando.
- Otro frente delicado es el que tiene que ver con la exclusión social...
- Aquí el gran reto está en la valoración y detección de cuáles son las personas en exclusión social. Hemos empezado a trabajar en la unidad de valoración porque se ha detectado que valoramos tarde. Igual que ocurre con los menores, detectamos muchos casos pero deberíamos descubrirlos a edades más tempranas, porque los recursos que puedes poner en marcha no son los mismos según cuándo se haga la detección. La capacidad de reacción es diferente si el riesgo se detecta a los dos años o a los diez, y los resultados para el menor tampoco son iguales.
- ¿Cómo se mejora en este frente?
- La competencia de la Diputación atañe a casos graves, pero la coordinación tiene que ser alta entre servicios sociales, colegios, ambulatorios... Al final, la atención tiene que ser integral independientemente de por qué ventanilla entre la persona necesitada. Ocurre lo mismo con los malos tratos.
- ¿A qué se refiere?
- A la doble agresión que se dice que sufren las personas maltratadas. Además de la que ya han tenido la desgracia de padecer, la que les proporciona el sistema de atención. Se está poniendo hincapié en la labor de coordinación entre las instituciones que haga falta (ayuntamientos, Osakidetza, Ertzaintza...) para prestar una atención integral.
- ¿Tiene Gipuzkoa un problema con los menores extranjeros?
- No. Hubo algunos problemas que hubo que resolver en la legislatura 2007-2011 en la que Maite Etxaniz estaba al frente del departamento. Hoy, aunque la percepción sea la de que los menores atendidos son extranjeros, hay que decir que la mayoría son guipuzcoanos. Están atendidos en pisos, residencias, familias o, simplemente, reciben apoyo terapéutico o educativo.
- ¿Qué objetivo se plantea con este colectivo?
- Vamos a avanzar a modelos de acogimiento familiar frente a los residenciales. Para eso es importante la detección precoz. Se ha comprobado que el contexto familiar es más efectivo para tratar al menor.
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