Con 2.000 años de antigüedad, la ermita de Ama Xantalen constituye uno de los elementos más importantes del patrimonio histórico de Irun. Adentrarse en ella permite a los visitantes conocer los restos de la necrópolis de Oiasso, así como una variada colección de objetos hallados allí mismo y también procedentes de otros yacimientos. Una experiencia que se ha enriquecido gracias a los trabajos de mejora realizados en los últimos meses.

De esta manera, la ermita ha reabierto sus puertas esta semana con varias novedades. Por un lado, las nuevas tecnologías se han incorporado a la exposición, que cuenta ahora con la posibilidad de visualizar una reconstrucción 3D de la necrópolis. Por otro, la accesibilidad a este emblemático edificio se ha mejorado mediante la instalación de una pasarela, que permite la entrada al yacimiento desde la puerta principal y que se extiende hasta la zona del altar. Gracias a ella los visitantes pueden apreciar los restos arqueológicos de cerca.

Por último, los trabajos han servido para renovar tanto la instalación eléctrica como la iluminación, así como para instalar un servicio en la sacristía.

El proyecto ha sido dirigido por el arquitecto Aitor Zubia Azkue, quien cuenta con una amplia experiencia en la intervención en edificios patrimoniales. Entre otros trabajos, ha participado en la restauración de la torre de la catedral del Buen Pastor y en la de los hornos de calcinación de Zerain, así como en la rehabilitación de la iglesia de San Pedro de Bergara. Además, esta actuación impulsada por el Ayuntamiento, de la mano de la Fundación Arkeolan, ha contado con el apoyo del Gobierno Vasco mediante una subvención para la puesta en valor y difusión del bien cultural de protección especial de la ermita.

Visitar la ermita los domingos

Cabe recordar que el espacio que ocupa la ermita ha mantenido usos religiosos a lo largo de 2.000 años. Primero fue una necrópolis, y en su interior se han hallado 106 urnas funerarias y los restos de tres mausoleos de piedra. Más tarde, en el siglo X, se estableció una pequeña iglesia aprovechando uno de los edificios romanos, que fue sustituida en el siglo XIV por otra iglesia cristiana. En el siglo XVI alcanzó sus dimensiones actuales.

La ermita se puede visitar, previa reserva en el museo Oiasso, los domingos a las 11.00 horas, como parte del itinerario del Tour Irun Romano, que recorre los lugares en los que se han producido hallazgos arqueológicos. l