El sol se ha abierto paso en Irun para iluminar el parque Nagore Laffage Casasola
La madre de la joven asesinada en 2008 ha descubierto la placa con su nombre para mantener vivo su recuerdo y su denuncia permanente
Cientos de personas, entre familiares, amigos, vecinos, representantes de asociaciones feministas y responsables institucionales se han acercado a la plaza Juan Vollmer de Irun para asistir al acto de inauguración del parque Nagore Laffage Casasola. La fuerte lluvia, que no ha dejado de caer en toda la mañana, ha cesado a mediodía e incluso el sol ha llegado a asomarse durante unos minutos, justo a la hora en la que estaba programada la celebración del acto.
La Banda Municipal de Txistularis ha abierto la inauguración del parque, situado en la zona residencial de Palmera-Montero, que desde este domingo lleva el nombre de la joven irunesa, estudiante de enfermería, asesinada por José Diego Yllanes en los sanfermines de 2008. La Corporación municipal en pleno, la directora de Emakunde, Izaskun Landaida y representantes del colectivo ciudadano Erretxinduak, del que ha partido la propuesta de dar al nuevo parque el nombre de Nagore han arropado a su madre, Asun Casasola, que ha recibido el apoyo de todos los asistentes. También se han sumado al acto una treintena de vecinos del municipio rionajo de Agoncillo, donde veraneaba la familia Laffage-Casasola, que encabezados por su alcaldesa, Encarna Fuertes, se han desplazado a Irun en autobús.
El primer edil irunés, José Anonio Santano, ha agradecido a todos su asistencia y, muy especialmente, a la madre de Nagore. «Quisiera agradecer una vez más, podríamos hacerlo infinitas veces, a Asun su presencia en este acto. Pero más que su presencia, lo que todos admiramos es su coraje, su capacidad para mantener vivo el receurdo de Nagore y para denunciar permanentemente, en todas partes y sin descanso, que nadie tiene el derecho de arrebatar la vida de una mujer porque ésta le diga que no. Asun nos emociona siempre a todos y a mí, como alcalde, me llena de orgullo su forma de luchar y reivindicar el recuerdo de su hija y lo que significa; la generosidad, el cariño y la empatía con que lo hace».
El alcalde de Irun ha agradecido al colectivo Erretxinduak, encabezado en la inauguración por Maite Varela, la propuesta presentada al pleno de mayo de 2018 para dar el nombre de Nagore Laffage Casasola al nuevo parque urbano. También ha dado las gracias «a las asociaciones de mujeres, por su trabajo diario. Ésta es una iniciativa que va mucho más allá de dar nombre a un parque», ha dicho Santano. «Hace poco le oí decir a Asun que hay muchas Nagores. Y es verdad. Por eso, tenemos que seguir luchando y trabajando desde las instituciones, pero también en la educación; desde las instituciones, pero también en los colegios, en nuestras casas, en las familias, para condenar cada acto machista, para denunciar cada salida de tono, para no ser tolerantes con la violencia y para defender que no es no».
El parque dedicado a Nagore dispone de un gran espacio de juegos infantiles, que ha estado lleno de niños y a los más jovenes ha dedicado Santano sus últimas palabras. «La placa que hoy descubrimos, recordará para siempre a la hija de Asun. Algunos sabrán lo que le sucedió y otros preguntarán por ella. Así, Nagore será un ejemplo para nuestros y nuestras jóvenes»
Toda la fuerza
Muy emocionada, Asun Casasola ha intervenido a continuación para decir, «de verdad, que muchísimas gracias. Llevo once años dando las gracias a todo el mundo por todo el apoyo y por toda la fuerza que me dais. A los de aquí y a los que habéis venido de fuera, sólo quiero deciros, gracias de verdad».
La madre de Nagore ha ido girándose hacia todos los asistententes, lanzando besos y con la mano en el corazón, antes de dirigirse hacia el lugar en el que está instalada la placa. Allí, acompañada por el alcalde, ha descubierto la inscripción: 'Irungo hiriak, Nagore Lafffage Casasolaren oroitzapenetan. La ciudad de Irun en recuerdo a Nagore Laffage Casasola'.
Dos actuaciones de danza, a cargo del grupo Uikan y de los estudios de Ainhoa y Miren Gómez y la lectura de los últimos versos del poema 'No quiero', de Ángela Figuera Aymerich, han cerado el acto. «No quiero amar en secreto, llorar en secreto, cantar en secreto./No quiero que me tapen la boca cuando digo no quiero».
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