REGENERACIÓN URBANA
Irun quiere reactivar la regeneración urbana de su espacio ferroviario
El alcalde se reúne mañana con ADIF para impulsar el proyecto, ralentizado por el cambio de Gobierno. Santano trabaja para que este año se cree una sociedad interinstitucional que gestione las primeras actuaciones
18.04.12 - 02:32 -
Si la revolución urbana prevista en el ámbito ferroviario en Irun, debido a la futura llegada del TAV, nació como un proyecto que se iba a prolongar en el tiempo -se hablaba de 15 años-, la actual coyuntura económica y el cambio de color en el Gobierno en Madrid han provocado que el desarrollo de la intervención se ralentice y que el horizonte final se alargue más a más. Pero el proyecto no está parado. El Ministerio de Fomento, titular de la mayoría de terrenos ferroviarios, sigue tímidamente adelante con los estudios técnicos al respecto e incluso, aunque de forma testimonial, para este año reserva una partida en sus más que adelgazados Presupuestos del Estado. En esta tesitura, el alcalde de la ciudad, José Antonio Santano, trabaja para reactivar el proyecto y mañana se reúne con representantes de ADIF para impulsarlo.
Santano no quiere depender de que finalicen los estudios técnicos para empezar a actuar. El primer edil mantiene reuniones para constituir este año una sociedad interinstitucional que se encargue de las primeras actuaciones. Esta herramienta de gestión, según Santano, podría tener como punto de partida la agrupación del capital público que el Ayuntamiento, el Gobierno Vasco y la Diputación tienen en la plataforma logística de Zaisa de Irun.
Un año tras el protocolo
Recientemente se ha cumplido un año de un hito importante para el proyecto. Ministerio de Fomento, Gobierno Vasco, Diputación de Gipuzkoa, Ayuntamiento de Irun, ADIF, ETS y Euskotren firmaron un protocolo para la reordenación del espacio ferroviario de Irun, dando así el pistoletazo de salida a una de las intervenciones urbanísticas más ambiciosas y «viables» de Gipuzkoa, con permiso de la proyectada en el entorno de Pasaia. Las instituciones se comprometieron a comenzar a trabajar en un proyecto, que cuenta con el respaldo de todos los grupos políticos de Irun.
La intervención supondrá superar la actual cicatriz urbana que conforman las vías férreas de ADIF (Renfe) y ETS (Euskotren) y, al mismo tiempo, incorporar a la ciudad hasta 20 hectáreas de las 53 que ahora ocupa el espacio ferroviario entre el barrio de Ventas y el puente internacional. La futura llegada del TAV a Irun y la construcción de una estación intermodal permitirán liberar espacios en los que se crearán zonas residenciales, parques, nuevas avenidas, zonas comerciales, espacios universitarios...
Pero desde la firma del protocolo hasta hoy poco o nada se ha escuchado sobre esta intervención urbanística. El cambio de Gobierno en Madrid y la coyuntura económica han provocado una ralentización del proyecto. Pasado un año, el alcalde de Irun reconoce que no ha vuelto a tener contacto con el Ministerio de Fomento desde el cambio de Gobierno. Eso sí, en este tiempo sí ha mantenido encuentros con el Gobierno Vasco -que ya ha realizado estudios sobre la adecuación de la línea de ETS- y la Diputación de Gipuzkoa -ahora gobernada por Bildu- para constituir la sociedad de gestión que se ocupe de coordinar las actuaciones. Según Santano, tanto con el Gobierno Vasco como con la Diputación «hay sintonía» sobre el impulso al proyecto. Falta retomar la complicidad del Estado.
Para reactivar su presencia, el alcalde de Irun se reúne mañana con ADIF -para la que ha contado con la mediación del PP de Gipuzkoa- y en fechas posteriores mantendrá encuentros con Fomento.
En las reuniones con representantes del Estado, Santano tratará de impulsar la creación de una sociedad de gestión en la que estén todas las instituciones para dar los primeros pasos o, al menos, constituir una mesa de seguimiento del proyecto. «Vamos abiertos a lo que planteen», asegura el primer edil.
Como punto de partida, la idea del alcalde que, según sostiene, comparten el Gobierno Vasco y la Diputación, consiste en servirse del capital público de la plataforma logística Zaisa, en la que están Ayuntamiento, Ejecutivo vasco y Diputación. La operación consistiría en agrupar las participaciones de las instituciones (93%) en una nueva sociedad dentro de la propia Zaisa. Esta herramienta de gestión, a la que se sumaría Fomento, se encargaría de las primeras acciones.
«Creo en este proyecto. Es probable que los tiempos se tengan que alargar y que haya que reorganizar algunas cosas, pero es el proyecto más viable de los que tiene Gipuzkoa encima de la mesa», añade Santano.
El PNV, vigilante
Además de los pasos que está llevando a cabo el alcalde, el PNV se mantiene vigilante para que el Estado no aparque el proyecto de integración ferroviaria en Irun.
La diputada Arantza Tapia ha realizado recientemente una batería de preguntas parlamentarias al Ministerio de Fomento en torno al protocolo firmado. «Nos dicen que siguen con los estudios técnicos, pero todo va a un ritmo muy lento y parece que no se va activar a corto plazo», considera Tapia.
AL DÍA LOCAL
La primera intervención a corto plazo, junto a la calle Aduana
El Ayuntamiento quiere dar el primer paso en una zona de pabellones en desuso, propiedad de la Agencia Tributaria
18.04.12 - 02:29 -
El alcalde de Irun quiere que esta intervención «a largo plazo» en la ciudad se empiece a concretar en actuaciones a «corto plazo» tuteladas por la herramienta de gestión que creen las instituciones. Como quiera que los estudios sobre la integración de la zona ferroviaria en manos del Estado se ralentizan, José Antonio Santano centra el foco de actuación en «todo lo que no es playa de vías». Y quiere empezar por la zona de la calle Aduana. Allí, dentro del ámbito de intervención, se encuentran ubicados un edificio y un grupo de pabellones «en estado de abandono o desuso», propiedad de la Agencia Tributaria. Según Santano, el Ayuntamiento ya ha llegado a un acuerdo con el ente recaudador para que se instale en la torre de Zaisa, en Behobia.
Una vez constituida la sociedad de gestión y llegado a un acuerdo con el Ministerio de Hacienda, la intervención podría arrancar «con el derribo de una parte de esos pabellones». De hecho, el Estado ya pidió en su día la licencia para echarlos abajo.
El entorno, según el alcalde, estaría destinado a zona universitaria, con la ampliación del campus de Mondragon Unibertsitatea en Irun. El edificio aduanero «más emblemático» se mantendría como sede universitaria. «Queremos dar un paso que sea visible y que podamos acometer desde la parte pública de Zaisa», asegura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario