Hallar una voz que emocione
La XIII edición del Concurso Internacional de Canto Luis Mariano arrancó ayer
30 solistas venidos de todo el mundo participan en el certamen que acoge el Centro Cultural Amaia, donde el sábado tendrá lugar la gran final
- JOSEBA ZUBIALDE
- IRUN
«María Calas no hubiera pasado la primera eliminatoria de un concurso de canto porque su voz era muy irregular y no era canónica. Sin embargo tenía algo que creo que es lo más poderoso, la capacidad de emocionar». Hace algunos años Juan Carlos Sancho, presidente ejecutivo de la agencia musical Iberkonzert, elaboró una lista con las características que un solista debía reunir: tipo de voz, afinación, edad, centro, agudo, graves, calidad vocal, musicalidad... Pero a la hora de la verdad, no errar en ninguna de esas características no sirve de nada si la persona no es capaz de remover algo dentro del público o de los miembros de un jurado. Algo de lo que sí es capaz un artista, y «es muy difícil serlo si uno genéticamente no lo lleva dentro, porque las academias solo pueden darle las herramientas para que exprese sentimientos».
Sancho es uno de los miembros del jurado que este año decidirá quién es el ganador de la XIII edición del Concurso Internacional de Canto Luis Mariano, una cita bienal dirigida a cantantes de entre 23 y 35 años que este año ha batido récord de participación con 30 solistas venidos de diferentes lugares del mundo como Argentina, Corea del Sur, Israel o China. El principal objetivo del concurso es el de «promover la proyección de los jóvenes artistas de canto lírico», explicó ayer la delegada de Cultura, Juncal Eizaguirre, pero también ser una cita que «recuerde a la figura de Luis Mariano, uno de nuestros cantantes más conocidos y universales», y que tal día como hoy, pero en 1970, fallecía en París.
La delegada de Cultura fue la encargada de presentar la nueva edición del concurso, acompañada por Sancho y por el barítono irundarra Iñigo Martín, de 34 años, cuya voz representará a Irun en el certamen. Martín, que actualmente reside por motivos de trabajo en Madrid, se mostró «muy ilusionado» porque «por fin voy a poder cantar en mi ciudad, algo que no había podido hacer hasta ahora por trabajo».
El irundarra explicó que canta «donde me dejan cantar, son años complicados para la cultura», y comentó que en los últimos años su carrera le ha llevado a actuar no solo en Madrid o Bilbao, sino también en otros países como Corea del Sur. Y es que vivir de cantar «es muy difícil», sobre todo, porque «cada vez somos más y estamos mejor preparados, pero hay pocas oportunidades».
Un decisión difícil
Habrá que esperar hasta el sábado para saber si Martín se alza como ganador del certamen, una elección que quedará en manos de un jurado presidido por Vicenzo de Vivo, director Artístico del Teatro de San Carlo en Nápoles, y que está compuesto por las mezzosopranos Carmen Arbizu y Maite Arruabarrena, el ya mencionado Sancho y Eduardo Solano, gerente y director artístico en la Asociación Gayarre Amigos de la Ópera de Navarra (AGAO). Se trata de un tribunal «formado por grandes personas, gente competente y grandes profesionales», aseguró Sancho, que destacó su sensibilidad hacia los concursantes ya que «son conscientes de que lo dejan todo y depositan una gran ilusión en el concurso». Por ello, hizo hincapié en que seleccionar a un ganador es «una responsabilidad muy grande y complicada», una situación que supone «un momento de angustia».
Sancho deseó que el concurso tenga un futuro «como el que merece la figura de Luis mariano, de prestigio», lo que espera se traduzca en que «cuando un ganador del certamen se presente en un teatro para optar a un papel no tenga casi ni que hacer una audición y se lo den». Por ello, confío en que el nivel y la participación sigan incrementándose en futuras ediciones para que «podamos tener una buena remesa de cantantes».
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