INFRAESTRUCTURAS
Finaliza el estudio para soterrar el Metro en Lasarte, Errenteria e Irun
La actuación libera espacio urbano y lleva el tren hasta el aeropuerto. Irun contará con dos nuevas estaciones, en Lasarte el tren llegará hasta Oria y en Errenteria se configura una variante soterrada
16.02.12 - 02:26 -
La crisis económica que afecta de lleno a las administraciones públicas y la falta de compromiso que la Diputación de Gipuzkoa ha mostrado con el Metro de Donostialdea ha dejado este proyecto en manos de su único impulsor: el Gobierno Vasco. Lejos de frenar todas las actuaciones para convertir la línea del Topo en un moderno metropolitano, el Ejecutivo vasco sigue adelante con el proyecto. «Seguimos con todos los trámites adelante», aseguran. De hecho, ya están redactados los estudios informativos que supondrán el soterramiento de la línea férrea de Euskotren en Errenteria, Irun y Lasarte-Oria, y que llevará además el tren hasta el aeropuerto y el casco urbano de Hondarribia y Oria. En todos los casos se crean nuevas estaciones -algunas desaparecen- y se soterran las principales terminales. En cada localidad, una pequeña revolución.
Los estudios informativos de estas tres localidades -los últimos que faltaban por redactarse en el proyecto- se someten desde ayer a información pública abierta a alegaciones. Previamente, los documentos han recibido las «aportaciones de los ayuntamientos implicados», según aseguró ayer Ernesto Gasco, viceconsejero de Transportes.
Los nuevos trazados proyectados por Eusko Trenbide Sarea, dependiente del Departamento de Transportes del Gobierno Vasco, difieren muy poco del avance que adelantó DV hace poco menos de un año. Ahora están sobre el papel. Otra cosa es que la inversión pública permita acometer estas obras a medio plazo -la actuación en el centro de Donostia no tiene fecha de inicio- o que la falta financiación pública las postergue en el tiempo y, en último caso, acaben abandonadas en un cajón. En el Gobierno Vasco lo tienen claro. «Vamos a continuar con los estudios porque entendemos que es un proyecto estratégico para Gipuzkoa. Estamos en conversaciones con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que sí da créditos y ayuda al desarrollo y la construcción de aquellas apuestas de transporte sostenible que tengan rentabilidad social. En la medida en que el BEI apueste por estos proyectos iremos trabajando en ellos. Lo que ocurre es que en lugar de hacerlo en 5 ó 7 años, tendrá que hacerse en más años», añade el viceconsejero.
Irun-Hondarribia-Hendaya
En Irun, el trazado actual de Euskotren poco tendrá que ver con el nuevo diseñado por ETS. La línea pasará en el futuro soterrada por el centro de la ciudad. En concreto, el estudio informativo detalla un ramal principal de 5.785 metros entre Irun y Hondarribia y un ramal secundario de 667 metros que se bifurca del principal y conecta con Hendaya.
Aunque no consta en el estudio informativo, la primera estación de Irun se situará en las nuevas cocheras de Euskotren en Araso. La segunda seguirá siendo la de Ventas. A partir de aquí, todo serán novedades. La línea prosigue a cielo abierto sobre la plataforma de ADIF. desaparece la estación de Belaskonea, que pasa a integrarse en la futura terminal Intermodal de la ciudad que surgirá tras la modificación del espacio ferroviario de Irun.
Desde allí, la vía se convierte en subterránea a una profundidad vertical suficiente de las «cimentaciones de los edificios». En lugar de dirigirse a la actual estación de Colón, el trazado hace una curva hasta el centro urbano bajo el aparcamiento de Luis Mariano, donde se ubicará la nueva estación de Colón.
El trazado vuelve a girar al noroeste en dirección a San Miguel pero antes, se bifurca. Un ramal secundario sigue hasta Hendaya mientras que el tronco principal sigue subterráneo bajo la playa de vías de Adif, San Miguel y Anaka hasta llegar a la rotonda de Zubimusu, donde se implanta la estación de San Miguel-Anaka. Desde allí, la línea gira hacia Hondarribia bajo el barrio de Mendelu. Posteriormente, el trazado sale a la superficie en paralelo a la N-638 hasta la futura estación «elevada en viaducto» del aeropuerto, sobre el parking del aeródromo. Tras el aeropuerto, la línea entra soterrada en Hondarribia, que dispondrá de una estación en la zona de La Marina. El conjunto de actuaciones, incluidas las cocheras de Araso, rondan los 170 millones de euros.
Errenteria y Lasarte-Oria
En Errenteria, que pronto verá liberado espacio urbano cuando se trasladen las cocheras a Irun, el estudio informativo incluye el soterramiento de la vía entre Galtzaraborda y el centro mediante una variante de dos kilómetros bajo el barrio de Pontika.
En esta actuación está previsto que las estaciones de Galtzaraborda y la del centro de Errenteria pasen a ser también soterradas. La primera de ellas se sitúa al oeste de la actuación actual. La del centro de Errenteria, en cambio, se construirá sobre las actuales cocheras de Euskotren. Según detalla el estudio, el soterramiento en Errenteria se hace patente «por el fuerte impacto urbanístico que genera el efecto barrera de la actual línea».
En Lasarte-Oria las novedades se centran en que la actual estación deja de ser fin de trayecto y se convierte además en terminal semienterrada. En una actuación de 2.200 metros, la línea se desdobla y gira hacia el sudeste, bajo la N-I. Al acercarse al barrio de Oztaran, a la altura del Instituto Lasarte el trazado gira al sudoeste para volver a discurrir bajo zona urbana hasta la glorieta situada bajo la N-I. Luego gira hacia el sur para discurrir en paralelo a Zirkuitu Ibilbidea hasta el final de la línea situado a la altura del barrio de Basaundi. La estación soterrada de Oria se sitúa en Zirkuitu ibilbidea y dotará de accesibilidad a la red en la zona sur del casco urbano, Basaundi y el polígono industrial de Oria.
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