Más de 3.700 peregrinos han pernoctado este año en el albergue de la calle Lucas de Berroa
La Asoación Jacobea Irun-Bidasoa les ofrece cama, ducha y desayuno en dos pisos cedidos por el Ayuntamiento
Caminantes de 52 países han realizado una parada en Irun en su recorrido hacia Santiago de Compostela
- MARÍA JOSÉ ATIENZA
- IRUN
Un total de 3.717 peregrinos han pernoctado este año en el albergue de la calle Lucas de Berroa, desde que abriera sus puertas en abril hasta el pasado mes de julio. La instalación, que dispone de dos pisos de propiedad municipal y está gestionada por la Asociación Jacobea Irun-Bidasoa Jacobi, se ha visto colapsada algunos días, como ocurrió el 31 de julio, festividad de San Ignacio, fecha en la que los encargados del albergue vieron impotentes cómo se formaba una larga cola ante el portal. «Son fechas en las que no podemos atender a todos los peregrinos que vienen porque tenemos 26 camas. A los que ya no caben, los enviamos a Martindozenea o a algunas pensiones para que puedan pasar la noche», señala Demetrio Grijalba, responsable de la Asociación Jacobi.
El año pasado, el albergue de la calle Lucas de Berroa recibió a cerca de 5.500 peregrinos, en los siete meses en los que permanece abierto (de abril a octubre) «y este año es posible que nos acerquemos a los 6.000», añade Grijalba.
Cama, ducha y desayuno, además de información, consejos y cuidados, si hacen falta, es lo que encuentran los peregrinos en el albergue de Lucas de Berroa. Los hospitaleros encargados de atender la instalación son voluntarios y nada se pide a los peregrinos, salvo la voluntad. Cada día, entre los meses de abril y octubre, el albergue abre sus puertas de 16.00 a 22.00 horas. «La vida del camino empieza muy pronto», explica Demetro Grijalba. «A las 6.30 ya despertamos a los peregrinos, porque para las 8.00 el albergue tiene que quedar vacío y listo para realizar las labores de limpieza. Les despertamos con melodías relacionadas con el camino, menos este año, que tenemos música en directo. Hay un hospitalero holandés, que sabe tocar la flauta y es él quien hace de despertador. Los peregrinos madrugan mucho, pero también se suelen acostar muy pronto, sobre todo los extranjeros, que a las cinco y media de la tarde ya te están preguntando dónde pueden ir a cenar y para las siete y media ya están en la cama».
Al igual que en temporadas anteriores, la mayoría de los peregrinos que ha pernoctado este año en Irun (el 90,9%) ha elegido el Camino de la Costa para llegar a Santiago de Compostela. Un 94,2% de los que pasaron noche en la ciudad iba a realizar el recorrido a pie y el 5,8% restante llegó en bicicleta.
Por edades, los jubilados han sido mayoría (22,5%), seguidos de los jóvenes veinteañeros (18,5%) y de los adultos de entre 50 y 59 años (18,3%). Son menos frecuentes las visitas de personas que se encuentran en la franja de la edad laboral. También como en años anteriores, ha habido más peregrinos hombres (2.180) que mujeres (1.537).
En cuanto a la procedencia de los caminantes, siguen siendo los nacionales (34,4%) los más numerosos y, entre ellos, barceloneses (257) y madrileños (202) ocupan los primeros puestos de la lista de pernoctaciones. Los franceses (727) han sido los peregrinos extranjeros que han visitado en mayor número el albergue, seguidos de los alemanes (362), italianos (265), estadounidenses (160) y holandeses (124).
Una dura prueba
Pero también ha habido una importante y sorprendente presencia de peregrinos procedentes de países lejanos como Corea (44), Australia (22) o Brasil (11). «Hay temporadas en las que ha venido mucha gente de un país determinado. Por ejemplo, hubo un año en el que vinieron muchos argentinos. No sabíamos a qué se debía, pero tiempo después nos dijeron que habían echado en la televisión del país un documental sobre el Camino de Santiago que habían visto millones de personas. Otro año vinieron muchos brasileños y coincidió con la emisión del documental Pablo Coelho sobre el Camino de Santiago».
Demetro Grijalba cuenta otra curiosidad sobre la cantidad de peregrinos procedentes de Corea del Sur. «Vienen muchos jóvenes coreanos, sobre todo chicas universitarias, recién terminada la carrera. Al parecer, es una especie de reto para ellas afrontar en solitario una prueba dura, al terminar sus estudios, con la que hacen una especie de paso a la vida adulta. Muchas eligen el Camino de Santiago como reto y esa puede ser una explicación de que recibamos un número importante de peregrinos de ese país».
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