Una nueva imagen se une a la Semana Santa de Irun
La Dolorosa. La talla iba a ser presentada en la exposición de pasos del Juncal, ahora suspendida, pero se mostrará al público con la reapertura de la parroquia
Tres imágenes de la Virgen María salían en las antiguas procesiones de Irun, que dejaron de celebrarse en 1980, con el cese de actividad de la Cofradía de la Vera Cruz, fundada en 1579. La Dolorosa procesionaba el Jueves Santo, asistiendo sufriente a la Pasión de Cristo, junto con otros tres pasos: La Oración en el Huerto, Jesús atado a la columna, Jesús con la Cruz a cuestas y San Juan. La Piedad, con el hijo muerto en su regazo, y la Soledad, que vestida de negro acudía al entierro del Señor, eran portadas por los cofrades el día de Viernes Santo, junto con dos pasos más: el Crucificado y el Cristo yacente.
Tras haber restaurado, en los últimos ocho años, la mayoría de los pasos de las antiguas procesiones irunesas, una nueva Dolorosa iba a ser presentada esta Semana Santa a los feligreses y a la ciudadanía en general, en la habitual exposición que se instala por estas fechas en la parroquia del Santa María del Juncal. El estado de alarma por la crisis del Covid-19 ha obligado a suspender la muestra, porque también el culto público en los templos ha quedado restringido.
«En estos últimos años, han visto la exposición de pasos de Semana Santa cerca de 2.000 personas», señala Fernando Jiménez, párroco del Juncal. «Artísticamente, son unos pasos de categoría. Este año, habíamos hecho un esfuerzo para traer una segunda Dolorosa, que es preciosa y que ahora ya está puesta en la iglesia. Cuando podamos volver a abrir la parroquia, estará expuesta una temporada para que la gente pueda verla. Después, la volveremos a guardar hasta la exposición del año que viene».
Inspirada en la talla original
Fernando Jiménez hace referencia a «una segunda Dolorosa» porque la imagen que se ha sumado este año a los pasos de la Semana Santa de Irun no es la original restaurada. Se trata de una pieza donada el año pasado a la parroquia, con la finalidad de reproducir la original. La talla, que como anunciaba el párroco podrá verse cuando los oficios religiosos recuperen la normalidad, es de comienzos del siglo XX y se ha confeccionado para ella un ajuar inspirado en los colores (granate y azul) y en las formas de la antigua imagen.
Pero ¿qué fue de la Dolorosa que procesionaba en Irun el día de Jueves Santo? «Mientras que para la Soledad existió siempre un retablo dentro de la parroquia, la Dolorosa y otras tantas imágenes de las procesiones, eran guardadas en otras dependencias parroquiales o incluso en domicilios particulares», explica Santiago Reyes, autor del libro 'La Cofradía de la Vera Cruz y las procesiones de Semana Santa e Irún'. «Desde tiempo inmemoral, la Dolorosa fue guardada en casa de los Ayestarán, en la calle Santiago, quienes la custodiaban durante todo el año y la preparaban para la procesión. Cuando las dos hijas de esta familia, Josefa y Justa, entraron en la congregación de las Auxiliares Parroquiales, la imagen pasó a la propiedad de la misma orden, custodiándose a partir de entonces en la casa de las antiguas religiosas, quienes la prestaban a la Cofradía de la Vera Cruz para las procesiones. Al suprimirse, hace ahora cuarenta años, las procesiones y trasladar la congregación religiosa su casa general a Palencia, llevaron allí la imagen de la Dolorosa de Irun, donde hoy recibe culto».
La incorporación de esta nueva Dolorosa supone la recuperación, casi en su totalidad, de la colección de pasos de las procesiones de Semana Santa en Irun. «Siguen sobre la mesa otros proyectos, como la recuperación de los tres apóstoles de La Oración en el Huerto o la urna del Santo Sepulcro para rescatar definitivamente toda la colección artística generada a través de los siglos por los cofrades iruneses», añade Santiago Reyes.
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