Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 5 de Diciembre de 2021.
«De niño, mi familia tuvo que pedir juguetes para darme un regalo de Reyes»
Participa, en su doble condición de alumno y empresario, en el proyecto solidario de Plaiaundi con Haurralde Nicolás Gutiérrez Estudiante de Logística y emprendedor
El Instituto Plaiaundi ha agradecido a todas las empresas participantes en los proyectos solidarios su colaboración. Pero si hay alguna firma con la que el centro siente una vinculación especial, esa es la de Nicolás Gutiérrez. «Además de estudiar y poner todo de su parte en el día a día para sacar el título, tiene una pequeña empresa y nos ha ofrecido un par de furgonetas para colaborar con Haurralde en la distribución de los juguetes», cuenta la profesora Josune Urrusolo.
Nicolás llegó a Irun desde su Ecuador natal siendo poco más que un bebé. «Soy nacido en el 97 y llegué aquí en el 2000», dice. «Mi familia vino por el trabajo. Al principio, no teníamos apenas recursos. Tengo el recuerdo de que un día de Reyes sólo me hizo un regalo mi abuela. Pero en mi colegio, había una recolecta de juguetes y mi mamá nos llevó a mi hermana y a mí. Yo cogí un coche. Me hizo mucha ilusión y recuerdo que estuve jugando con él en el patio».
Cuando Nicolás y sus compañeros de curso empezaron con el proyecto de Haurralde, «no olvidé que yo fui uno de esos niños que iba a por los juguetes. Tuve mucho interés en colaborar y una manera de hacerlo era buscando empresas de transporte y, por supuesto, aportando la mía».
El origen de la firma que creó Nicolás Gutiérrez está en una decisión equivocada. «Hace cuatro años empecé a estudiar ADE», explica. «Estuve un año y vi que aquello no era lo mío. Entonces lo dejé y me puse a trabajar. Me ofrecieron un trabajo en el que tenía que tener mi furgoneta. Lo podía hacer y me metí de cabeza. Empecé a trabajar con una empresa de mensajería. A los seis meses de empezar, me enteré de que en Plaiaundi había un grado superior de Transporte y Logística y decidí cursarlo, pero para eso tenía que contar con una persona más para seguir con el trabajo y ahí empezó todo. Me di de alta como autónomo y metí a otra persona. Mientras yo estudiaba, la persona trabajaba y luego yo seguía. Al poco tiempo, me ofrecieron otra ruta y así, poco a poco, la empresa ha ido creciendo».
Nicolás tendrá que tomar en breve «una decisión difícil. En febrero, tendría que hacer las prácticas, pero las puedo convalidar, porque he estado trabajando con una empresa de mensajería como empleado», dice. «La decisión es hacer las prácticas en una empresa de transportes o convalidarlas y seguir como autónomo. Todavía no sé qué hacer. Lo que sí sé es que iré a repartir juguetes».
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