Noticia publicada en Diario Vasco,el miércoles día 8 de Diciembre de 2021.
La lluvia retrasa la ejecución del mural por la paz, pero «terminaremos este mes»
Garikoitz Murua, de GKO Art Studio, trabaja estos días en la intervención artística que decorará parte de la fachada del polideportivo Artaleku
La lluvia no ha dado apenas tregua en los últimos días y ha complicado mucho el trabajo que GKO Art Studio está desarrollando en la fachada de Artaleku. La previsión era que el mural, encargado por el área de Cultura para conmemorar el Día de los Derechos Humanos, estuviera listo para dicha jornada, que se conmemora el 10 de diciembre. «Pero no vamos a poder terminar para el viernes», explica Garikoitz Murua, de GKO Gallery. A pesar de los esfuerzos de los artistas, pintar un mural mientras la lluvia arrecia es tarea imposible.
Ayer martes, la intención era dar una segunda capa al mural, pero ya a media mañana el trabajo comenzó a complicarse «y la previsión es que esta semana siga lloviendo. La semana pasada estuvimos trabajando tres personas para adelantar lo más posible y, así, estos días poder continuar con las capas, las correcciones y los últimos retoques». Pero las circunstancias climatológicas son las que son, y «el andamio va a seguir aquí una semana más, o lo que haga falta, en función del tiempo», señala Murua.
Más de 100 metros cuadrados
Las tareas empezaron el jueves de la semana pasada, y se complicaron sobre todo «el sábado. Teníamos puesto un toldo pero lo quitamos porque hacia muchísimo viento. Y nos caían cascadas de lluvia. No había forma». Han hecho lo posible, pero «el final del otoño no es la mejor fecha para pintar en exteriores». No obstante, Garikoitz Murua espera que «antes de finales de mes» el mural esté terminado.
La intervención artística pivota sobre dos ideas: por un lado, esa conmemoración del Día de los Derechos Humanos y, por otro, los diez años del anuncio del cese definitivo de la violencia de ETA que se han cumplido este otoño. «Sigue siendo un tema bastante delicado, y cómo plasmarlo en un mural de este tamaño», de alrededor de 120 metros cuadrados, «era un reto complicado». El planteamiento era «no herir ninguna sensibilidad y que pudiese ser representativo de la situación en la que nos encontramos. Se me planteó que hiciera un diseño neutro, que fuera conmemorativo y de una lectura fácil», explica Garikoitz Murua.
La intervención muestra las palabras '10 años, paz y libertad', en euskera y castellano, y unas manos pintadas de blanco
El resultado es «una tipografía en la que se lee '10 años, 10 urte' y en la parte inferior pone 'Paz y libertad, bakea eta askatasuna'. Son dos palabras que te llevan a un respeto mutuo; dos palabras que se utilizaron en todas las partes del conflicto», pero que aquí llevan a pensar «en la libertad y la paz respecto al otro».
En la parte «más figurativa», el mural incluye una serie de manos pintadas de blanco: es un símbolo «muy representativo que se utilizó después del secuestro de Miguel Ángel Blanco, y también un símbolo internacional de paz». El artista destaca también que «son un símbolo individual que plantea una persona utilizando sus manos. El color blanco nos lleva a pensar en la paloma blanca, la bandera blanca... Símbolos de paz. Es una reivindicación individual, pero también colectiva». Garikoitz Murua espera que de esta obra se pueda hacer «una lectura amplia y social, no partidista».
Además de su significado, la intervención artística transforma parte de la fachada trasera del polideportivo Artaleku, recuperando un espacio actualmente degradado: «se está intentando que el contenido visual en el espacio urbano sea cada vez más amplio, ya sea artístico, reivindicativo... Creo que eso permite desarrollar una cultura visual mucho más amplia», concluye Murua.
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