El PNV recupera la idea de un albergue en Siutz para impulsar el turismo verde
Los jeltzales plantean este proyecto como eje de una apuesta estratégica ligada a Plaiaundi, Aiako Harria y la oferta turística que rodea a la ciudad
EAJ-PNV ha recuperado la idea de utilizar el entorno del antiguo caserío Siutz, una propiedad municipal en el valle de Ibarla, como elemento capital de una apuesta estratégica por el turismo verde en la ciudad. Aquel proyecto que los jeltzales presentaron como parte de su programa electoral en 2015 recupera vigencia ahora.
La reconstrucción del caserío Siutz es parte de un plan que el portavoz jeltzale, Xabier Iridoy, vinculó también al impulso al Plan Director de la Bahía de Txingudi en esa versión ampliada que el partido dio a conocer hace dos meses. Además del bidegorri por Plaiaundi entre Hendaia y Hondarribia, la ampliación del parque ecológico y la renaturalización de las islas, entre otras acciones, planteaba un cambio de urbanismo para que la ciudad «mire al río y no le dé la espalda».
Además de las marismas de la desembocadura, el capital natural de Irun incluye otros parajes de alto valor como el parque Natural de Aiako Harria, el entorno de Hirugurutzeta o los valles de Olaberria e Ibarla. «El albergue en Siutz estaría ubicado a las puertas de Aiako Harria, en pleno valle de Ibarla (donde además hay una actividad hostelera que se vería favorecida por el albergue), bien conectado en bicicleta hasta el Bidasoa y hacia la playa de Hendaia y, con el desarrollo del carril bici de Plaiaundi, también con Hondarribia», apuntó Iridoy.
Añadió que por su ubicación estratégica en un cruce de caminos entre Gipuzkoa, Iparralde y Navarra y sus respectivos recursos turísticos, la apuesta por el turismo verde sería muy provechosa para la ciudad. «Es una actividad económica con enorme potencial y que favorece la conservación del patrimonio histórico, cultural y medioambental».
El concejal Josu Iguiñiz señaló que «reconstruir el caserío Siutz como un albergue sería oportunidad excepcional para las personas que quieran visitar la ciudad. No hay que olvidar que por Irun pasa la senda GR11, la Euroveló 1, el Camino de Santiago y la transpirenaica. Sería también un lugar idóneo para trabajar con jóvenes y niños en su conocimiento de la naturaleza y del respeto que le debemos».
Iguiñiz detalló algo más la apuesta por el Irun verde que incluiría también «un apoyo claro a Aiako Harria y Plaiaundi y, por supuesto, un recorrido para peatones y ciclistas que una las tres ciudades de la comarca». Iguiñiz advirtió que aunque las restricciones por la pandemia estén limitando ahora los movimientos turísticos, «hay que ponerse a trabajar para que, a la salida, tengamos una oportunidad real».
Iridoy admitió que la apuesta en su conjunto es «de largo alcance», pero destacó que «hay un gran potencial en la ciudad para hacer una oferta turística diferencial en el turismo de naturaleza». Dijo que será necesario «un impulso firme y decidido desde lo público. El Gobierno local no ha tenido mayor interés en esto y se limita a acciones de consumo interno de la ciudad. Hace falta una apuesta ambiciosa, innovadora y coordinada con el resto de instituciones y el sector hotelero».
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