IRUN. La devolución que los ayuntamientos deberán realizar a la Diputación comienza a tener consecuencias. El Gobierno municipal de Irun (PSE-EE) ha decidido, de acuerdo con el resto de grupos políticos del Consistorio, "aplazar a finales de febrero la aprobación del presupuesto municipal 2012".
El alcalde, José Antonio Santano, y el delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, comparecieron ayer en una comparecencia para explicar que "el motivo para este retraso son las noticias que hemos recibido respecto de la recaudación de la Hacienda Foral, que supone para Irun la devolución de 4,44 millones de euros de 2011, a los que se suma el pago aplazado de otros 2,8 millones que corresponden a la devolución del FFFM (fondo foral de financiación municipal) de 2009".
Santano explicó que la caída de la asignación del FFFM de 2011 en casi cinco millones de euros, de los 34,55 millones iniciales a los 30,15 ahora conocidos, "no podemos trabajar en un presupuesto para 2012 pensando que la previsión que ha hecho la Hacienda Foral para este año, de 33,5 millones de euros, vaya a ser real; unas cuentas con esas cifras serían casi seguro papel mojado". Así, anunció que "vamos a trabajar para ajustar el borrador de presupuestos, siendo precavidos y haciendo una previsión de ingresos del FFFM similar a la de 2011, es decir, a esos 30,15 millones", detalló Páez.
Santano señaló también que el jueves se comunicó con su homólogo donostiarra, Juan Karlos Izagirre, y que ambos acordaron "trasladar a la Diputación foral la necesidad de que la devolución de las cantidades del FFFM de 2011 se pueda aplazar, tal como se hizo con las de 2009, ya que tener que devolverlas íntegramente en 2012 puede ser algo muy complicado para muchos municipios guipuzcoanos".
Así, recordó que el FFFM supone más de la mitad de nuestros ingresos ordinarios, por lo que apeló a la "responsabilidad y prudencia".
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