Las espadas siguen en alto. Bildu aclaró ayer en las Juntas Generales que no había querido acusar al PNV de «malversar» fondos en Bidegi, pero contraatacó atribuyendo a los jeltzales una «muy mala gestión» en la entidad. Markel Olano le respondió acusando a la coalición de «mentir, manipular y socavar las instituciones».
El rifirrafe se inició el martes de la semana pasada. La portavoz foral, Larraitz Ugarte, denunció que en la pasada legislatura Bidegi había pagado un sobrecoste de 247 millones en las obras adjudicadas. Ugarte lanzó la siguiente pregunta: «¿A dónde ha ido a parar el dinero?».
Los jeltzales interpretaron que Bildu podía estar acusándoles de malversar dinero. El PNV, y también el PP, solicitaron la comparecencia de Ugarte en las Juntas para que aclarara qué había querido decir.
La portavoz dio una primera explicación el miércoles de la semana pasada, en una rueda de prensa acompañada por el diputado general. Ugarte manifestó que no había acusado al PNV de malversación.
Estas aclaraciones no fueron suficientes para los jeltzales. Ayer, en las Juntas Generales, Olano indicó que la portavoz foral «ha querido confundir a la opinión pública. De ahí que nuestro objetivo en esta sesión sea preguntar a Ugarte si bajo aquella pregunta de '¿a dónde ha ido a parar el dinero?' tenía la intención de acusarnos de malversar fondos públicos, en cuyo caso acudiremos a los tribunales».
Ugarte quiso cerrar este capítulo y respondió. «No me estaba refiriendo, de ninguna manera, a que hubiera malversación. Ni se me pasó por la cabeza. Los desfases se aprobaron por el Consejo de Administración».
Pero, acto seguido, la portavoz abrió otro melón. «Dicho esto, y a pesar de que no haya habido malversación, mi obligación es informar a los guipuzcoanos de que me he encontrado con un gran desfase entre los presupuestos de licitación de las obras y el precio final que se ha pagado».
Y lanzó el balón al tejado del PNV. «La valoración de Bildu es que ha habido una muy mala gestión. No es posible adjudicar las obras con un coste y después, lo que se les da a los constructores, porque el dinero ha ido a los constructores, tenga esos grandes desfases».
Ugarte continuó dando tajos al melón. «Esos desfases los estamos pagando los guipuzcoanos. Bidegi no disponía de dinero para afrontar el sobrecoste de 247 millones, de ahí que pidiera un crédito adicional, además del que ya tenía contraído con el Banco Europeo de Inversiones. En total, 900 millones de deuda».
La portavoz remachó su argumentación. «El desfase ha sido del 48%, cuando en la UE se sitúa entre un 5-10%. El 48% no es ejemplo de una buena gestión. Es inaceptable que con dinero público haya estos desfases. Lo que ha ocurrido aquí no es normal, aunque esto no quiere decir que haya malversación».
«Luz y taquígrafos»
Olano agradeció a Ugarte que aclarara que no acusaba al PNV de malversar fondos, pero esta fue la única concesión del portavoz jeltzale. Acto seguido acusó a la diputada de Infraestructuras Viarias de «mentir, manipular y socavar las instituciones».
El exdiputado general señaló que los sobrecostes de Bidegi están justificados. «Se gestionó con luz y taquígrafos. Las modificaciones presupuestarias fueron validadas por el Consejo de Administración de Bidegi de forma unánime por los partidos políticos entonces representados en las Juntas. Además -indicó Olano- hubo comparecencias en esta Cámara del diputado de Infraestructuras Viarias (Eneko Goia) y del director de Bidegi (Borja Jauregi) para explicar todas las incidencias».
Olano acusó a Ugarte de ocultar información. Ésta subrayó que, mientras que el sobrecoste en las obras gestionadas por la Diputación se situó entre el 22 y el 25%, en las de Bidegi se alcanzó el 48%. Olano indicó que estos datos «están manipulados. Además, se ocultan elevados sobreprecios en obras que gestionó la Diputación, como el túnel de Zorroaga, la variante de Urnieta o la variante de Pasaia, esta última objeto incluso de resolución del contrato».
El portavoz jeltzale acusó a Ugarte de «socavar la credibilidad de la institución que gobierna» y de poner en cuestión el trabajo de los técnicos que elaboran los informes sobre los que se efectuaron las modificaciones de las obras.
Evitan las críticas
Los portavoces de PSE, PP y Aralar evitaron criticar los sobrecostes abonados en la pasada legislatura. Los consejeros de los tres partidos en Bidegi dieron el visto bueno a las nuevas partidas. Ugarte les exculpó de haber concedido este aval. «Todos sabemos cómo se vota en esos consejos de administración. Los políticos no contamos con información técnica suficiente y actuamos con un alto grado de fe».
El juntero del PP Iñigo Manrique aseguró a Bildu que «por la vía de acabar con irregularidades y cumplir plazos y costes en obras forales se encontrará» con los populares.
Mikel Andueza (PSE) abogó por «evitar» desfases en las obras, sobre todo en la actual coyuntura de crisis, ya que ello «redundará» en el beneficio de los guipuzcoanos.
La juntera de Aralar Rebeka Ubera recordó que en su día su grupo fue muy crítico con la gestión de la AP-1. No obstante, añadió que «mientras no se demuestre lo contrario, no dudamos de la legalidad de los sobrecostes aprobados».
Iban Asenjo (Bildu) denunció que el PNV «tiene que hacer piruetas» para justificar los sobrecostes. A su vez, puso de relieve que el PNV de Araba se había mostrado muy crítico con el PP por los desfases que se produjeron durante la construcción del tramo alavés de la AP-1. Recalcó la contradicción existente con la actitud del PNV guipuzcoano, dado que justifica unos sobreprecios más elevados que los pagados en Araba. «¿Por qué el PNV tiene aquí un discurso y en Araba otro?», preguntó Asenjo.
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