miércoles, 25 de enero de 2012

«Me sentí morir al ver que las vísceras me salían del abdomen»


Noticia publicada en Diario Vasco sección Gipuzkoa , el miércoles día 25 de Enero de 2012.

JUICIO POR EL ASESINATO DE YASMÍN

«Me sentí morir al ver que las vísceras me salían del abdomen»

Juan Pablo Urtizberea, que acudió en auxilio de la víctima, declaró que volvería actuar de la misma manera

25.01.12 - 03:19 -

Juan Pablo Urtizberea, el vecino de Irun que resultó gravemente herido cuando acudió a socorrer a Yasmín Rodríguez, manifestó ayer en el juicio que «cree» que volvería actuar del mismo modo en que lo hizo la madrugada del 9 de mayo de 2009, y añadió que «lo que más me frustra es que no pudiera salvar a Yasmín».
El testigo explicó que la noche en la que se cometió el crimen regresaba de cenar en la sociedad y de tomar posteriormente unas cervezas. «Yo iba en moto y vi a una mujer que me hacía señales para que me detuviera. Cuando llegué había dos coches cruzados y dos personas en el suelo. Una estaba encima de la otra y le estaba golpeando. Pensé que se trataba de un accidente y que los conductores se habían enzarzado en una pelea. Entonces, ni siquiera sabía que era una mujer la que estaba siendo agredida», relató.
Urtizberea, que por su acción ha sido condecorado por el Ayuntamiento de Irun, las Juntas Generales de Gipuzkoa y el Ministerio de Igualdad, explicó que trató de separarlos. «Le cogí de la cabeza al hombre y justo en aquel momento se giró y empezó a pegarme. Primero en el abdomen, pero también en el brazo y en la espalda. Entonces no sabía que me agredía con un cuchillo. Lo supe cuando se alejó y vi que llevaba el arma en la mano. Percibí un calor en el abdomen. Abrí el plumífero y me di cuenta de que se me habían salido parte de las vísceras».
El testigo recordó que acto seguido presionó la herida y se tumbó en el suelo hasta la llegada de ambulancias. Recordó que en la espera escuchó a una mujer que decía a Yasmín 'no te vayas, no te vayas'».
Urtizberea reconoció que en aquellos momentos sintió que se moría. «El cirujano que me atendió dijo que si todo esto me hubiera sucedido en Gaintxurizketa, a sólo tres kilómetros de distancia, ahora no estaría aquí».
El testigo aseguró que su vida ya no es la misma. «Psicológicamente no soy el mismo. No tengo el mismo punch», precisó.
El testigo manifestó igualmente que tras la agresión el acusado se alejó del lugar e indicó también que no le pareció que estuviera embriagado. Otro testigo, no obstante dijo que en el coche del procesado olía a alcohol.

No hay comentarios: